Hoy, la Mesa Interinstitucional de Población, liderada por la Cancillería de Colombia, y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), con el apoyo para el lanzamiento del Archivo General de la Nación, presentaron el Análisis de Situación de Población (ASP) de Colombia 2023.
El ASP es un proceso que examina las dinámicas de población del país en relación con las condiciones socioeconómicas y ambientales, abordando brechas de desigualdad que permiten la formulación de políticas de desarrollo sostenible y la garantía de derechos humanos para todas las personas.
En el estudio, la Unfpa analizó la dinámica demográfica en el país a través de factores como la pobreza y el mercado laboral, la adolescencia y juventud, así como temas que tienen impacto en la salud pública como el envejecimiento y los derechos de la población mayor, las personas con discapacidad, además de la salud sexual y reproductiva.
El propósito del ASP 2023 brinda datos y evidencia sobre la situación de la población y sus escenarios, para generar transformaciones a través de políticas públicas sostenibles en todos los niveles y sin dejar a nadie atrás.
Después del 2070, Colombia tendrá un nivel de envejecimiento similar al de Europa
Colombia y América Latina envejecen más rápido que otras regiones del mundo. En 1950 Latinoamérica era la región menos envejecida, pero a partir de 2050, envejecerá más rápido que Asia, Oceanía y el mundo.
De acuerdo con el estudio poblacional de la Unfpa, después del 2070, Colombia tendrá un nivel de envejecimiento similar al de Europa, Asia y América del Norte.
A esta conclusión habría llegado con anterioridad la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que en un reciente estudio aseguró que para el año 2050 habría más personas mayores de 60 años que menores de 19 en todo el territorio. La población total continuará creciendo, a un ritmo cada vez menor hasta el 2060.
Actualmente, la población mayor de 60 años en Colombia se estima en un 14% (7.6 millones), y para 2050 llegará a ser la cuarta parte del total de la población (25%), lo cual corresponde a 14.9 millones de personas mayores.
Según el informe de la Unfpa, las nuevas proyecciones (post-covid-19) plantean que para 2050 se contaría con 175 personas mayores de 60 años por cada 100 niños y jóvenes menores de 15 años. Mientras que para 2070, esta relación aumentará a 297 personas mayores.
El psiquiatra y geriatra José Manuel Santacruz, director del Instituto de Envejecimiento de la Pontificia Universidad Javeriana, explicó recientemente que las razones del envejecimiento acelerado en Latinoamérica son múltiples: “Cuentan los avances médicos, las vacunas y los antibióticos, además de las enormes mejoras en medidas de salud pública que contribuyen a un descenso de la mortalidad (particularmente de la mortalidad infantil) y a la mejoría en la salud de las personas mayores. A lo anterior hay que sumarle la disminución de las tasas de fecundidad (otra de las causas más importantes) que aportan para la ecuación que termina definiendo el cambio de la estructura de la pirámide poblacional”.
Y es que, según los datos de este estudio, entre 2023 y 2070, la edad mediana proyectada se incrementa en más de 13 años. Es decir, la mitad de la población en 2023 tendría máximo 34,5 años, mientras en 2070 tendría 48 años.
Llama la atención que el informe marca diferencias geográficas y socioeconómicas en la población. En 2023, por cada 100 menores de 15 años, en la zona urbana viven 70 personas mayores y en la zona rural. La brecha territorial urbanorural va aumentando con el tiempo, así para 2035, por cada 100 menores de 15 años, en la zona urbana existirán 114 personas mayores y en la zona rural 87 personas mayores.
Otro fenómeno que llama la atención es el incremento de los hogares conformados solo por personas mayores. "El aumento en los hogares conformados solamente por personas mayores representa una carga potencial en el cuidado al adulto mayor. Estos hogares pueden requerir de mayor soporte o apoyo institucional cuando las condiciones económicas y de salud de estas personas lo requieran", dice el estudio.
En este punto, cabe resaltar que para 2019, el 67,8% de los hogares no tenían personas mayores, un fenómeno afectado por las normas, valores, tradiciones y cambios culturales que ocurren en Colombia frente al adulto mayor. Actualmente, un 12,1% de los hogares están conformados únicamente por personas mayores de 60 años.
“En la medida en que la gente envejece cada vez más, vemos un aumento de la frecuencia de enfermedades características de las personas mayores, a estas se les llaman síndromes geriátricos e incluyen una serie de patologías (por ejemplo, musculares, nutricionales, cognitivos, etc.)”, asegura Santacruz, para quien se puede calificar el aumento de la esperanza de vida como un triunfo, pero los especialistas deben enfocarse en que este incremento de años pueda vivirse de forma saludable.
Según el psiquiatra y geriatra, este es el motivo por el que se deben encaminar los esfuerzos para prevenir condiciones crónicas en la vejez, contar con diferentes niveles asistenciales y una buena formación del personal de salud para atender adecuadamente las patologías propias del envejecimiento.
Existe una tendencia creciente en el volumen de personas con discapacidad en Colombia
Según el Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV, 2018) se estimó en 3.1 millones (7% de la población total) en Colombia tienen algún tipo de discapacidad. Para 2021, el volumen estimado fue de 2,9 millones, de los cuales el 54,9% son mujeres y el 45,1% son hombres.
"De acuerdo con las operaciones estadísticas, existe una tendencia creciente en el volumen de personas con discapacidad, considerando, entre otras razones, por el envejecimiento de la población", señala el informe de la Unfpa.
Y es que vale la pena señalar que en el periodo intercensal 2005-2018 se presentó un incremento de población con discapacidad de más de 500.000 personas. La población con discapacidad está más envejecida que la población general. Este proceso se puede agudizar con la tendencia general de envejecimiento del país. Para la población con discapacidad, la relación fue de dos personas de 60 o más por cada menor de 15 años en 2005; y de cinco personas de 60 o más por cada menor de 15 años en 2018.
El análisis por edad de la discapacidad muestra un aumento de los niveles de discapacidad a medida que aumenta la edad. Por tanto, es necesario correlacionar el proceso de envejecimiento que avanza en Colombia con el aumento de la proporción y la cantidad de personas con discapacidad.
Llama la atención que existe una mayor sobrevivencia de las mujeres con discapacidad hasta edades avanzadas. En 2005, había 98 mujeres con discapacidad por cada 100 hombres con discapacidad. En 2018, este indicador se incrementó a 131 mujeres con discapacidad en edades avanzadas por cada 100 hombres en el mismo rango etario.
En cuanto a la distribución de esta población en Colombia. El estudio asegura que para 2021 existía una mayor proporción de personas con discapacidad en cerca de la mitad de todos los departamentos del país y en áreas rurales, lo que implicaba (y sigue generando) retos y desafíos en términos de a servicios y garantía de derechos.
Cerca del 45% de los departamentos registraron un volumen de personas con discapacidad mayor al promedio nacional. En las áreas rurales se encontró una mayor
proporción de personas con discapacidad que en centros poblados y cabeceras. En términos de a servicios, esta población enfrenta mayores desafíos.
Los departamentos de Nariño, Cauca y Putumayo presentaron los mayores porcentajes de personas con discapacidad en Colombia, mientras que San Andrés, Vichada y La Guajira registraron los menores porcentajes.
Por otro lado, el informe de la Unfpa, desvela que las personas con discapacidad tienen un menor nivel educativo que las personas sin discapacidad en 2021, lo cual limita la garantía de sus derechos. El porcentaje de personas entre 5 y 29 años con discapacidad que no tienen educación formal es de 26,9 puntos porcentuales por debajo de las personas sin discapacidad en el mismo grupo de edad.
Para el logro de educación superior o terciaria, aproximadamente el 11% de las mujeres con discapacidad reportan tener educación terciaria, en contraste con el 6,8% de los hombres, lo cual refleja una brecha de género de 3,9 puntos en este ciclo de formación.
Con esta realidad coincide el más reciente informe sobre discapacidad a nivel global de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cuanto más se pueden analizar los datos más cerca está la población de fomentar políticas públicas que contribuyan a solucionar posibles problemáticas.
“Los sistemas de salud deben aliviar los retos a los que se enfrentan las personas con discapacidad, no aumentarlos", afirmó el director general de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, ante este cuadro de múltiples brechas, barreras y disparidad.
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