La semilla del lino, conocida popularmente como linaza, es diminuta, color marrón o dorado, con un sabor a nuez y rica en fibra. Es usada para consumo humano, especialmente en infusiones. De la semilla se extrae el aceite de linaza, el cual es rico en ácidos grasos de las series Omega 3, Omega 6 y Omega 9.
Además, la semilla de manera molida tiene un mejor rendimiento porque así se aprovecha su paso por el sistema digestivo. Es un complemento alimenticio alto en vitaminas, grasas vegetales, multivitamínico, rica en minerales y proteínas.
Así lo explica un estudio difundo por la Biblioteca Nacional de Medicina del Gobierno de Estados Unidos, reseñó Sputnik.
Una cucharada (7 gramos) de linaza molida, por ejemplo, contiene 2 gramos de ácidos grasos poliinsaturados (incluye los omega-3), 2 gramos de fibra dietética y 37 calorías.
Estas sustancias ayudan a mejorar la salud digestiva o aliviar el estreñimiento. Pero también pueden controlar y reducir el colesterol total en sangre y los niveles de lipoproteína de baja densidad (LDL, o colesterol "malo"), lo cual puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca.
Beneficios ante la diabetes
Las personas con diabetes pueden percibir beneficios del consumo de linaza porque aporta grasas saludables que ayudan a reforzar el denominado ‘colesterol bueno’, y reduce los niveles del colesterol peligroso.
Estudios también han concluido que esta semilla reduce los niveles de azúcar en la sangre, así como contribuye a la presión arterial.
Entre las recomendaciones para su consumo elaboradas por la biblioteca médica de Estados Unidos figuran panqueques, tostadas sas, batidos de fruta, yogurt, cereales, sopas, ensaladas, pastas o como sustituto del pan rallado.
Se recomienda evitar el consumo de estas semillas crudas o sin maduración
Estas semillas de linaza a granel (entera o molida) se pueden conseguir en tiendas de alimentos naturales.
Los expertos en nutrición recomiendan la linaza molida porque es más fácil de digerir.
La recomendación para tomarla en las dietas consiste en agregar una cucharada de linaza molida al cereal caliente o frío del desayuno. O también añadir una cucharada a un envase de yogur.
También sugieren incluir una cucharadita de linaza a la mayonesa o mostaza en el momento de la preparación de sándwich. En general, se puede agregar a panes, galletas y productos horneados, al igual que sopas, ensaladas y todo tipo de pastas.
El consejo también es ingerirse con mucha agua o líquidos y se debe evitar su consumo de las semillas crudas o sin maduración completa.