La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta que afecta a las arterias de los pulmones y al lado derecho del corazón.
En algunas personas, la hipertensión pulmonar empeora lentamente y puede poner en riesgo la vida. Aunque no existe cura para algunos tipos de hipertensión pulmonar, el tratamiento puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
En Colombia, la prevalencia e incidencia de esta afección es de aproximadamente 52 y 20 casos por cada millón de habitantes, respectivamente. Predomina en el sexo femenino y en los grupos de edad mayores de 60 años.
Las estimaciones epidemiológicas de la hipertensión pulmonar en Colombia, son compatibles con la definición de enfermedades huérfanas o raras. Hasta el momento, los últimos datos registrados en 2014, han establecido un total de 714 datos confirmados y el número de pacientes bajo esta condición puede ser cercano a los 2.500.
Los especialistas advierten de síntomas que podrían significar la presencia de la enfermedad en el paciente. Estos son falta de aire, fatiga, dolor toráxico, desmayos, edemas o hinchazones en los inferiores, palpitaciones y labios azules.
De acuerdo a la Clínica Mayo, esta enfermedad se diagnostica con mayor frecuencia en personas de entre 30 y 60 años. Envejecer puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar. Sin embargo, la hipertensión arterial pulmonar idiopática es más común en adultos jóvenes.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar incluyen:
- Antecedentes familiares de esta afección.
- Sobrepeso.
- Trastornos de coagulación de la sangre o antecedentes familiares de coágulos sanguíneos en los pulmones.
- Exposición al asbesto.
- Enfermedad cardíaca congénita.
- Vivir en una altura elevada.
- Uso de determinados medicamentos para la pérdida de peso.
- Consumo de sustancias ilegales, como cocaína.
- Uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), utilizados para tratar la depresión y la ansiedad.
A pesar de que en su pronóstico la mortalidad es superior a cánceres de colon, próstata y mama, un diagnóstico temprano y el comienzo del tratamiento pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes.
Si bien la hipertensión pulmonar no tiene cura, sí existe un tratamiento que ayuda a mejorar los signos y síntomas y a disminuir la evolución de la enfermedad.
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