La piridoxina, también conocida como vitamina B6, es un nutriente esencial para el cuerpo humano que ayuda en una variedad de funciones, incluyendo el metabolismo de proteínas, la producción de glóbulos rojos y la función cerebral.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, Medline Plus, esta se encuentra naturalmente en una variedad de alimentos, como carne, pescado, plátanos, papas y espinacas, pero también está disponible en forma de suplemento.
La piridoxina es una vitamina hidrosoluble que se compone de tres formas principales: piridoxina, piridoxal y piridoxamina. Todas estas formas se convierten en la forma activa de la vitamina B6 en el cuerpo, conocida como fosfato de piridoxal.
Según la Clínica Mayo, la dosis diaria recomendada para adultos es de 1,3 a 1,7 miligramos por día. En algunos casos, se pueden recetar dosis más altas de piridoxina para tratar afecciones médicas específicas.
La piridoxina se puede tomar en forma de suplemento, que generalmente está disponible en forma de comprimidos o cápsulas. Aunque también se puede encontrar en multivitaminas y complejos vitamínicos B.
La piridoxina se receta comúnmente para tratar afecciones médicas, como la anemia, el síndrome premenstrual, la enfermedad de Parkinson, el síndrome del túnel carpiano y la depresión. También se puede usar para tratar la náusea y los vómitos durante el embarazo.
Sin embargo, esta tiene contraindicaciones y posibles efectos secundarios que deben tenerse en cuenta. De acuerdo con Medline Plus, la dosis diaria máxima recomendada de piridoxina es de 100 miligramos por día para adultos.
Tomar dosis más altas puede causar neuropatía periférica, una afección que afecta los nervios de las manos y los pies y puede provocar dolor, debilidad y entumecimiento.
Además, la piridoxina puede interactuar con ciertos medicamentos, como la levodopa, que se usa para tratar la enfermedad de Parkinson. Tomar piridoxina junto con levodopa puede reducir la efectividad del medicamento.
Algunos efectos secundarios de la piridoxina pueden incluir dolor de cabeza, somnolencia, náusea, dolor abdominal y pérdida de apetito. En raras ocasiones, la piridoxina puede causar reacciones alérgicas graves, como dificultad para respirar, hinchazón de la cara, la lengua o la garganta y urticaria.
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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