¿Por qué cree que se le entregaron voluntariamente al Gobierno tres de las grandes EPS?

¿Usted cree, como muchos de nosotros, que algunas EPS se le entregaron al Gobierno?

Sí. Bajo la sombrilla del pragmatismo prefirieron mantener un acuerdo con el Gobierno, contra el cual habíamos luchado como sector durante 18 meses.

No solo ustedes, sino nosotros, los pacientes…

Si uno se devuelve rápidamente 30 años, María Isabel, imagínese un pueblo de 10.000 habitantes con un hospital. Antes le dábamos 10.000 millones de pesos al hospital y la gente tenía que ir a ese hospital. La Ley 100 dijo: voy a darle un millón de pesos a cada uno de los 10.000 habitantes, ya no le doy la plata al hospital. Eso fue lo que transformó la salud en Colombia. Que nominalmente le hemos dado en 30 años, a cada colombiano, a cada niño y a cada persona, una UPC (Unidad de Pago por Capitación) que no es nada más distinto a una cuenta en los ministerios de Hacienda y Salud para proteger sus servicios médicos. Se crearon las EPS para istrar esa plata; hubiéramos podido inventarnos otra figura, pero se creó esa.

¿Hoy, antes de la reforma, cuántas funciones prestan las EPS?

Las funciones son la de gestionar el riesgo financiero, es decir, lograr que con un millón cuatrocientos mil pesos a los colombianos nos alcance la plata para el cuidado de nuestra salud. Lo segundo es conformar redes de atención, es decir, contratar centros médicos de primer, segundo, tercer y cuarto nivel, contratar droguerías, médicos, imágenes diagnósticas, y eso se llama función de agencia, como una agencia de viajes; y hacer la gestión del riesgo en salud. Si María Isabel Rueda tiene 20 años y tiene que hacerse una citología, una mamografía, pues se la hacen; si Iván González tiene 80 y tiene que ir al urólogo, pues ellos le ayudan a que controle ese riesgo.

Lo de María Isabel Rueda con 20 años, uf, hace rato que pasé por ahí…

(Risas) Mi punto es que esas funciones las hicieron bastante bien; algunas abusaron, hubo corrupción y sí necesitamos una reforma, no digo que no. Pero lo que estaba planteando el Gobierno era eliminar a las EPS y entregar como antes la plata a los hospitales. Lo que pasa es que en la discusión de la reforma, cuando la hoy gobernadora Dilian Francisca (Toro) estaba al frente del Partido de ‘la U’, ella dijo: pues hombre, volvámoslas gestoras y le damos algo de lo que quiere al Gobierno para ver si conciliamos. Y eso no resultó como ella lo pensó. Quedamos en el peor de los mundos. 

(De interés: Las EPS se pronuncian sobre nueva propuesta de reforma de la salud acordada con el Gobierno).

Doctor Iván Darío, ¿qué es ser gestor?

Les están quitando una función de tajo a las EPS, que es la gestión del riesgo financiero. En la conformación de redes les están dejando una gestión difusa, en compañía de las secretarías de salud. Entonces, la pregunta es cómo “coordinarán” con las secretarías de salud la conformación de redes. Pero es que las competencias del Estado no pueden estar en cabeza de dos: o las tienen las secretarías de salud o las tienen las gestoras. Al dejarlo así, y reglamentado por el Estado, o por el Gobierno, pues sabemos lo que va a pasar… La tercera función, que es donde hay una situación muy delicada, es la que asumirán los Caps (Centros de Atención Primaria en Salud), y entonces dice el borrador del proyecto: “Articularán con los Caps la agencia de los s”. ¿Eso qué querrá decir?

La señora Vesga, presidenta de Acemi, dice en una entrevista para EL TIEMPO que las EPS, de alguna forma, van a mantener la función general de representar al …

Pues eso no quiere decir nada, porque ella ni siquiera va a estar afiliada a una EPS. Tiene que adscribirse a alguno de los Caps. Entonces dice: “En coordinación con los centros de atención primaria desarrollar…”. Venga, pero ¿qué quiere decir en coordinación? No sabemos eso cómo se va a reglamentar. Y, por último, también les quitan la función de gestión del riesgo de la salud, porque dice el proyecto: “En coordinación con los centros de atención Caps, gestionarán el riesgo con las redes territoriales que defina la secretaría de salud”. En conclusión, de las funciones les quitan la primera, que es la de gestión del riesgo financiero, que realmente generaba un gran valor agregado; las otras se las dejan partidas entre las secretarías de salud y los Caps. Y, adicionalmente, esto no está escrito en la ley, pero lo han dicho: podrían, digamos, contratarlos para hacer auditoría en nombre de la Adres o de la secretaría de salud, y podrían también eventualmente alquilarles o arrendarles los centros médicos que hoy tienen para volverlos Caps. Claro. Entonces, estamos pasando de agregar valor en una función de cuatro elementos críticos a realmente gestionar algo en conjunto con entidades del orden local, regional y nacional. Imagínese uno gestionando con 25 Caps en Bogotá, con la Secretaría de Salud de Bogotá y con la Adres para mover a un paciente de un lado al otro. Y, lo más paradójico, es que el gobierno Petro empieza su campaña diciendo que quiere acabar las EPS y ahora les poda sus funciones y les da más plata por hacer menos. Es un despropósito haber trabajado 18 meses de la mano de los pacientes, de la sociedad civil, de algunos hospitales, de los médicos, de las sociedades científicas, para archivar una reforma, y usted sabe todo lo que le ofrecieron a esa gente para que la votaran afirmativamente…

(En contexto: 'Es imposible para las EPS mantenerse como aseguradoras únicas del sistema' : Ana María Vesga)

Ahí están los sobornos de los carrotanques de agua para La Guajira. Pero ahora parece que luego de ser archivada gracias a la lucha de ocho valientes senadores, la van a volver a presentar, en versión abreviada…

Los valientes senadores a los que usted alude se inmolan, los demandan en sus investiduras, los amenazan; salimos a marchar con los pacientes, nos comprometemos a trabajar juntos por la mejor reforma posible y tres días después aparece este baldado de agua fría...

Pero lo que más me parece indignante es que sea el propio gremio que agrupa a algunas EPS el que esté fomentando esa trampa…

El sistema de salud tuvo la confianza de los colombianos durante 30 años. En los últimos meses trabajamos por salvar esa figura y lo que creo es que, como usted dice, nos dejaron solos, porque para las EPS “entregadas” hace más sentido ser pragmáticas y pactar con el gobierno Petro una reforma que nadie entiende cómo se gesta, dado que es la misma que acabamos de hundir. O sea, cambian unas palabritas, pero no hay cambios sustanciales de fondo y pactan para poder garantizar su permanencia en el sistema. 

¿Por qué el ministro de Hacienda no ha dado un aval fiscal como corresponde?

Pues porque él sabe que el problema se va a volver del Estado. Si las EPS no contienen el gasto, ¿quién va a parar esa maquinita? Nadie.

Indigna que haya EPS otrora tan respetables y respetadas como Sura, que apareció entregándose junto a unas EPS pequeñitas…

En ese grupo también hay dos muy grandes como Salud Total y Compensar. Estas son las grandes del régimen contributivo, y Mutual Ser y Coosalud son las grandes del régimen subsidiado. Las otras dos o tres firmas son chiquitas. Capítulo aparte merece Sanitas, que dio una lucha frontal hasta que la intervinieron. Comentaba estos días que Sanitas se parece a los músicos del Titanic. O sea que siguieron tocando hasta que los obligaron a dejar de tocar.

(Además: Gestión financiera de las EPS: el patrimonio del sistema sería negativo en 5 billones de pesos, según análisis de Así Vamos en Salud).

Es cierto. Y qué bueno que en esta entrevista reconozcamos lo valiente que ha sido Sanitas, porque realmente dio la pelea...

Ellos nunca quisieron ser gestores. Yo lo que creo es que hay mucha indignación. He hablado con líderes de los pacientes, con hospitales, con algunos de ellos, no con la asociación que siempre ha estado detrás de apoyar esta reforma y con la industria farmacéutica. Es decir, muchos nos sentimos abandonados, porque estábamos defendiendo el aseguramiento individual. Esta entelequia del “aseguramiento social” no existe, eso es volver a darles plata a los hospitales. Creo que no va a ser todo el sector el que se entregue, pienso que la gente se siente muy mal de haber marchado para defender el sistema que tanto beneficio le ha traído a Colombia, aunque sea cierto que requiera una reforma y ajustes, para que tres días después nos quedemos solos. Celebro y resalto la labor de esos ocho congresistas que ya dijeron que, si vuelven a presentar la reforma, volverán a hundirla. Esto es producto de un acuerdo entre unas EPS y el Gobierno.

A clínicas y hospitales sí se les debían unas platas grandes, ya que a las EPS no les estaba alcanzando con las UPC que les reconoce el Gobierno para cubrir el costo de la atención de los pacientes…

Mientras no se resuelva el problema de plata que hace falta, pues la que hay no va a alcanzar. Ahora dicen que la Adres va a pagar; pues eso va a durar unos meses, como cuando usted le mete papel periódico a una chimenea. Pero si no resolvemos el tema estructural de los recursos, es muy grave, porque va a entrar en un colapso el sistema. ¿Yo qué creo? Y no solo se acabará la plata, sino las ganas de conversar para encontrar salidas y buscar un sistema que les sirva a los colombianos. Se antepuso una ideología en la que los privados no caben en la visión del Gobierno.

(Siga leyendo: ‘Petro no es el dueño del progresismo en Colombia’: Katherine Miranda)

Y en ninguna parte del mundo, doctor Iván Darío, el sistema de salud deja de ser deficitario. Hay que subsidiarlo…

Ninguno de los 192 países lo ha resuelto. Colombia lo tenía bastante resuelto, nos pusieron en jaque y con la intervención de Sanitas y de Nueva EPS yo creo que estamos en mate. El sistema está herido y requiere un gran consenso. Pero estamos destruyendo de tajo una cantidad de cosas que estaban construidas. A la vuelta de unos meses no vamos a dar abasto para atender a las personas. Espere a ver cuando ahora usted vaya a pedir una cirugía y le digan que no hay turno, o cuando empiece a pedir medicamentos y le digan que se agotaron. Esta conversación siempre fue entre hospitales, UPC, IPS, EPS, pero nunca se la tradujimos a la gente. Las personas van a empezar a sentir la tragedia que ello va a significar…

Y las EPS dirán: ¿y para qué vamos a seguir invirtiendo en esto si estamos desahuciadas?

Si no pueden gestionar el riesgo, pues no hay ningún incentivo para que las EPS controlen los recursos. Si esa responsabilidad está fragmentada con las secretarías de salud, si está fragmentada con unos centros médicos que se llaman Caps, pues nadie va a ser responsable y, por ende, el riesgo de que esto nos termine costando mucha más plata y de que sea mucho menos efectivo de lo que hoy tenemos es altísimo. Por eso, un grupo de personas técnicas, expertas, ha llamado la atención al Gobierno diciéndole: están cometiendo un error. Pero este gobierno no escucha. Esto es el equivalente a las basuras de Petro, o al TransMilenio de Petro.

MARÍA ISABEL RUEDA
Especial para EL TIEMPO