La insuficiencia hepática, también conocida como falla hepática, es la pérdida de la función del hígado. Este deterioro se da por un trastorno o sustancia que daña el órgano. Conozca los detalles.
De acuerdo con el Manual MSD de Merck, esta falla en el hígado puede aparecer como consecuencia de cualquier trastorno hepático, como la hepatitis vírica (principalmente B o C), la cirrosis, y las lesiones que produce en el hígado el alcohol y los fármacos.
"Para que se presente una insuficiencia hepática, debe estar dañada una gran parte del hígado", reseña el manual, que también señala que esta falla se puede desarrollar en cuestión de días o semanas (aguda) o en meses/años (crónica).
Síntomas
En la mayoría de los casos de insuficiencia hepática se presenta ictericia, que es la coloración amarillenta en la piel y los ojos, además de cansancio y debilidad. También se pierde el apetito.
También se puede observar un deterioro generalizado del estado de salud, una ascitis —que hace que el estómago se hinche— y una encefalopatía hepática, donde hay confusión o somnolencia.
Sin embargo, los signos de alarma más comunes son generales, como la fatiga, debilidad y náuseas. Puede haber un aliento con olor a moho húmedo, sangrados y hematomas.
Complicaciones
Que el hígado deje de funcionar tiene consecuencias graves, como el no poder procesar y eliminar adecuadamente la bilirrubina, lo que hace que se acumule en la sangre y se deposite en la piel, de allí viene la ictericia.
Esta afección puede ocasionar una presión en las venas que transportan la sangre desde el intestino hasta el hígado, haciéndola anormalmente alta, o lo que se conoce como hipertensión portal.
En ese sentido, la función del cerebro puede llegar a deteriorarse porque el hígado ya no es capaz de eliminar las sustancias tóxicas como lo hace regularmente, y estas se acumulan en la sangre.
De hecho, dice Merck que hasta en la mitad de las personas con insuficiencia hepática se produce una disfunción renal, lo que da lugar a una patología llamada síndrome hepatorrenal. También se sabe que el riesgo de infección aumenta en una falla hepática, y el paciente puede tener una baja de potasio o azúcar en sangre.
Tratamiento
El tratamiento de la insuficiencia hepática depende de la causa y los síntomas, y la urgencia del mismo se basa en si es aguda o crónica, aunque las bases son las mismas: una restricción del consumo de sodio y prohibición del alcohol.
En algunas ocasiones es necesario un trasplante de hígado, que si se realiza de forma oportuna puede restablecer la función de este órgano completamente. Sin embargo, esta cirugía no es adecuada para todos los pacientes.
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