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Várices: el ejercicio que tiene que hacer a diario para evitar las venas inflamadas
Las venas varicosas se pueden producir cuando las válvulas de estas son débiles o están dañadas.
Las venas varices pueden obstaculizar el flujo de sangre en el cuerpo. Foto: iStock
Las venas várices o varicosas son venas retorcidas y agrandadas. Aunque suelen afectar generalmente a las de las piernas, cualquier vena que esté cerca de la superficie de la piel puede volverse varicosa.
Sin embargo, que se presenten con mayor frecuencia en las extremidades inferiores se debe al aumento de presión en las venas derivado de estar de pie y caminar.
Para algunas personas, la presencia de estas venas es una cuestión solo de estética; no obstante, para otras puede convertirse en una completa pesadilla, ya que les puede causar malestar y dolor. A veces, incluso, problemas más graves.
Para tratar las venas várices existen algunos tratamientos médicos, como la Escleroterapia, que consiste en inyectar un líquido dentro de las venas que hace que se disuelvan.
También hay otros procedimientos como la extirpación tradicional de las venas afectadas, el tratamiento con un adhesivo bilógico que sella la vena y algunos tratamientos con láser endovenoso.
De acuerdo con Mayo Clinic, cuando las venas varicosas no causan ningún dolor, los signos más comunes son el cambio de color de estas a violeta o azul oscuro y el cambio de forma (como cordones).
Por el contrario, cuando hay dolor, los síntomas pueden incluir una sensación de pesadez en las piernas, ardor o sensación pulsátil, calambres musculares e hinchazón de las extremidades. También puede empeorar el dolor al estar sentado mucho tiempo y puede haber picazón o cambios en el color de la piel alrededor de una várice.
Causas
Las venas várices se pueden producir cuando las válvulas de estas son débiles o están dañadas, y no son capaces de trabajar contra la gravedad para regresar la sangre al corazón.
Esa sangre que se devuelve cuando las válvulas no funcionan como deberían es la que puede acumularse en las venas y hacer que estas se dilaten o retuerzan, afirma Mayo Clinic.
El sedentarismo puede ser una de las causas de várices en jóvenes. Foto:iStock
¿Cómo prevenirlas?
Para prevenir la aparición de las venas varicosas, lo que recomiendan los expertos es mejorar el flujo sanguíneo y el tono muscular.
De hecho, algunos hábitos también pueden ser de utilidad en el tratamiento mismo de las várices cuando ya hacen presencia en las extremidades. Estos son:
Evitar el uso de tacones altos y medias ajustadas.
Cambiar regularmente la posición de sentado o de pie.
Seguir una dieta rica en fibras y con bajo contenido de sal.
Hacer ejercicio.
Levantar las piernas cuando se esté sentado o acostado.
Controlar el peso.
Ejercicio recomendado
Expertos señalan que tener un estado óptimo de los músculos de la pantorrilla también es fundamental para garantizar un buen retorno venoso debido a que cuando los músculos se contraen aprietan las venas y las válvulas que hay en su interior, propulsando la sangre hacia arriba, como reseñan en el portal Saber Vivir de la TVE en España.
Es por eso que recomiendan hacer ejercicios para tonificar esta zona, tras calentar por 10 minutos caminando, para evitar contracturas y lesiones.
-Estirar los gemelos doblando las piernas: de cara a una pared, y apoyando las manos en ella, doble un poco la pierna derecha y lleve la izquierda hacia atrás, totalmente estirada. Aguante 20 segundo, debe notar una ligera tensión en la pantorrilla izquierda. Cambie de lado y repita con la otra pierna.
-Saltar en una pierna: con los brazos en cruz, doble la rodilla izquierda hacia atrás. Trate de mantener el equilibrio mientras da cuatro pequeños saltos hacia atrás. Haga lo mismo con la otra pierna y repítalo tres veces.
-Ponerse de puntillas y contraer los gemelos: apoye las manos sobre una silla y póngase de puntillas con los dos pies. Aguante 10 segundos, descanse un momento y repita tres veces.