El comercio y los servicios son dos sectores en los que los innovadores y los emprendimientos (startups, por sus palabras en inglés) van acelerados.
Uno de los mejores ejemplos es la plataforma de domicilios
Rappi, que
en septiembre recibió una inyección de capital por 220 millones de dólares, que por el equivalente de la participación accionaria adquirida valoró automáticamente la empresa en unos 3 billones de pesos.
Rappi fue creada en el 2015 por Simón Borrero, Sebastián Mejía y Felipe Villamarín como una aplicación tecnológica para pedir comidas en restaurantes como El Corral o Crepes & Waffles.
Sin embargo, hoy tiene una diversa línea de servicios para hacer toda clase de mandados como llevar la tarea de un niño o entregar dinero en efectivo. Además, tiene presencia en 27 ciudades en Colombia, México, Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. Igualmente, ofrece servicios desde supermercados, heladerías y restaurantes. No obstante, se diferencia de varios emprendimientos locales en que ha pasado por sucesivas rondas de financiación, dentro de las que ha logrado recaudar recursos de fondos como Sequoia Capital y DTS Capital.
Por ejemplo, en el 2016 fue una de las primeras start ups criollas en entrar al Y Combinator, una de las aceleradoras de Silicon Valley, en EE. UU., donde surgieron en su momento Dropbox y Airbnb. Allí recibieron 120 millones de dólares.
Desde su gestación, Rappi ha logrado siete millones de descargas y conecta a los s a 50.000 productos.
El éxito es tal que sus pedidos a través de la plataforma se han incrementado en promedio 20 por ciento mensual y genera tres pedidos por segundo, todo un récord en tiempos en que internet tiene otra autopista de velocidad (5G). Emplea de manera directa a 1.500 personas y opera con 20.000 domiciliarios.
Pablo*, uno de los de ese ejército de hombres y mujeres que a diario recorre las calles de las ciudades en bicicleta o moto, con una cajuela adornada con el logo de un bigote donde llevan los mandados, dice: “Soy mi propio jefe ya que apagando el dispositivo de la plataforma quedo desconectado del trabajo y puedo quedar libre o irme a descansar”.
Andrés Vélez, fundador de Tributi, una plataforma de servicios de declaración de renta y quien trabajó en Rappi, dice que el éxito de esta última plataforma muestra, a nivel del país y a los demás emprendimientos, cómo hacer las cosas y crecer bajo un modelo de generación de ingresos. En lo externo, según explica, les indica a los inversionistas internacionales que en Colombia es posible lograr construir emprendimientos digitales de gran escala.
“Luego para otros emprendimientos puede ahora ser más fácil atraer recursos de los fondos en Silicon Valley o de otros sitios tras la operación de Rappi”, agrega el empresario.
Silicon Valley es un hub en la ciudad de San Francisco, en el estado de California (EE.UU.), en el que además de las grandes empresas digitales como Google, Netflix o Facebook se encuentra el ecosistema de software, hardware y financiamiento para impulsar el crecimiento de las empresas de base tecnológica.
Tecnología para transformar negocios
La cofundadora y directora general de Bewe dice que crearon el emprendimiento en México con un amigo cuando trabajaba para la compañía Groupon. Hoy, la base del negocio es Colombia.
Bewe ha recibido recursos de fondos de capital a través de dos rondas de financiamiento, la primera por unos 5 millones de dólares y el monto de la segunda se definió en días pasados por 2,3 millones de dólares.
Hoy, tienen 40 empleados y además de Colombia, tiene presencia comercial en 15 países más. Sus clientes son unos 2.000 centros de belleza y de corte de cabello a los que cobran una afiliación mensual por facilitarles una plataforma que les permite gestionar los negocios.
Esta ingeniera industrial de la Universidad de los Andes dice que son unos 80.000 dólares mensuales en facturación, pero cada 30 días escalan unos 5.000 dólares. “La meta al 2022 es tener 10.000 centros afiliados”, dice. Al inicio, una de las dificultades fue encontrar un mercado poco digitalizado, que usaba el papel y era difícil que aprendiera a tomar una herramienta tecnológica.
También estima que la credibilidad y la trayectoria de su socio europeo fueron fundamentales para que los fondos de capital llegaran.
“No solo es importante una buena idea sino el trabajo en equipo y ser cercanos a los clientes para retroalimentarlos”, sostiene Avella. Además, considera que su experiencia en comercio electrónico igualmente fue clave.
“Hay que tocar puertas y no rendirse jamás cuando te cierren una, e intentar en otras. Igualmente, creer en la idea y asesorarse bien de otros conocedores como las aceleradoras o firmas del sector”, explica.
Igualmente, cree que hay que enfocarse en hacer crecer los ingresos porque es lo más atractivo para los inversionistas.
Inteligencia artificial para el sector salud
El timonel de 1DOC3 (se lee ‘uno-doc-tres’) explica que el modelo de su plataforma utiliza la inteligencia artificial para que, a través de las EPS o las aseguradoras, los s obtengan solución médica a problemas sencillos de salud y así optimizar los recursos del sector.
“La orientación es primaria y permite enrutarlos hacia especialistas y descongestiona el sistema de salud”, acota el directivo. El objetivo es que, en un horizonte de 5 a 10 años, la gente recurra al celular e internet para solicitar un servicio de salud, así como hoy lo hace para buscar un hotel o un medio de transporte.
Esa visión está en línea con la perspectiva que plantea un estudio de la firma global Gartner que encontró que al 2025 la mitad de población mundial va a tener que usar un asistente virtual antes de acudir
al consultorio.
La plataforma 1DOC3 ha recibido 2 millones de dólares en fondos, que ha dedicado a crecer el número de s (hoy tiene un millón) y soportar el empleo de 26 personas.
Según el empresario, el arranque y el de capital es difícil y desde el inicio se necesitan aceleradoras como Wayra.“Luego viene un camino de altos y bajos; donde se puede ser víctima del éxito porque una nota de prensa llevó a que 5.000 personas entraran al tiempo a nuestra plataforma y se cayó por 3 días”, recuerda el empresario. Sostiene que la clave del éxito descansa en frases manidas como ‘persistir, persistir’ o ‘aprender de los errores’.
“Al principio creíamos que la gente pagaría por una consulta por internet, y eso, en la red, se encuentra gratis, así sea buena o mala. Luego nos dimos cuenta de que el modelo de ingresos era prestar el servicio gratis a los s a través de la plataforma a las EPS y con contenido de publicidad”.
La mayor barrera camino al éxito
Precisamente el reto para los emprendedores, cuando echan a andar sus nuevos negocios es atravesar el ‘valle de la muerte’. En la jerga del emprendimiento así se conoce lo que sigue a los tres años de vida de la empresa, que es cuando gran parte de los proyectos no logran seguir adelante por falta de financiamiento.
Bewe y 1DOC3 son dos iniciativas colombianas de negocios a través de internet y el celular que ya logran desafiar ese plazo fatal. Se trata de una plataforma para gestión y contabilidad para propietarios de salones de belleza y de una gratuita de orientación médica. En el avance de estas dos empresas hubo un hecho clave: convencer a alguna de las pocas entidades u organismos que están dispuestos a financiar las ideas. Lo lograron con el planteamiento de su negocio, y ahora superan los problemas inmediatos para escalar a la siguiente etapa de crecimiento.
¿Cómo lo han hecho? Sus gestores cuentan cómo se pasó de la idea a la ejecución y qué tenían sus iniciativas para llegar al terreno de los tres años convenciendo a inversionistas para contar con recursos.
Los dos empresarios tuvieron la oportunidad de presentar hace unos días sus experiencias en el Mobile World Congress Americas 2018, en Los Ángeles, convocados por GSMA, asociación que reúne cerca de 800 operadores móviles y 200 compañías relacionadas.
EL TIEMPO
*Nombre cambiado