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Los chats y testimonios claves del crimen de Ana María Castro
Un camarógrafo estuvo al lado de la joven, luego de que ella cayera del carro; 4 mensajes son clave.
Ana María Castro, víctima de feminicidio. Foto: Archivo particular
Este fue uno de los mensajes que Ana María Castro Romero escribió, justo dos horas antes de que apareciera tirada en la calle 80 con carrera 69K, en Bogotá, con lesiones mortales en el cráneo y en medio de un profuso charco de sangre.
Se lo escribió a su amiga Camila Estéfany Segura, a quien luego le dijo que se encontraba con Paul Naranjo, uno de los hombres que hoy busca la Fiscalía dentro de la investigación por este presunto feminicidio agravado.
“Estoy tomando con Paul en la zona de la 116. Ven para acá”, chateó a las 12:16 de la madrugada del 5 de marzo de 2020 y, siete minutos después se perdió todo o con la joven de 21 años.
A las 2 de la tarde del 6 de marzo, Camila Estéfany se comunicó con Paul por el sistema de mensajería Messenger. Y le preguntó qué había sucedido. Para ese momento, la madre de Ana María ya le había dicho que habían encontrado su cadáver botado en una calle.
Paul Naranjo era quien conducía el vehículo del que habría sido lanzado Ana María Castro. Foto:ARCHIVO EL TIEMPO
Mensajes y videos
“Estuve con ella hasta las 2 de la mañana. La dejé con un man (…). Mateo, un man alto, de barba, en la calle 80. Ahí se bajaron, detrás del Homecenter, y no supe más”, respondió Paul, fotógrafo de profesión, cuyo paradero hoy es incierto.
Pero la Fiscalía y los apoderados de la familia de Ana María (la oficina De La Espriella Lawyers) aseguran que hay videos, testimonios y evidencia que demostrarían que la joven fue arrojada violentamente del carro en el que salió del Bar Cantina Plaza México, ubicado en la calle 116, a la altura de la carrera 19, después de una noche de rumba y pelea.
Julián Ortegón, imputado por feminicidio agravado, no aceptó los cargos. Foto:Archivo particular
El bar accedió a entregar los videos de seguridad de ese día y en uno de ellos, revelado por este diario, se ve salir a la mujer en estado de embriaguez, bajando las escaleras con dificultad y dando tumbos, con su chaleco de plumas blanco y dos hombres, identificados como Paul Naranjo y su amigo Julián Ortegón Mosquera.
Por su grado de alicoramiento se demoraron 10 minutos en llegar a la camioneta Kia negra de Paul, según registró una de las cámaras ubicadas en un poste del parqueadero de la plazoleta. Allí se ve cómo Paula Ramírez, amiga de Ana María, le pide que no se suba.
Muchos agentes del CTI llegaron al lugar de los hechos por eso los familiares de los implicados no se explican por qué no ha avanzado la investigación. Foto:Archivo particular
El camarógrafo
“Si ustedes se la llevan, me responden por ella”, les dijo a Mateo (Reyes) y a Julián.
Según reportes oficiales, a las 2:23 a. m. Ana María llegó al hospital Simón Bolívar, con un trauma craneoencefálico severo, asociado a un edema cerebral con hemorragia.
Además, se detectó una fractura en la base del cráneo que, en conjunto, le produjo la muerte tres horas más tarde. Según Medicina Legal, además de las heridas mortales, tenía una concentración de alcohol en su sangre de 331 mg.
¿Qué pasó después de que salieron del bar?
Ana María estuvo departiendo con unos amigos en un bar de la calle 116 antes de su muerte. Foto:Archivo particular
La Fiscalía ya cuenta con dos declaraciones de testigos oculares, ajenos al caso, que dieron detalles de lo que le habría sucedió a Ana María la madrugada de ese jueves.
A mitad de semana, EL TIEMPO reveló que uno de ellos es el conductor adscrito a la plataforma Didi Gabriel Daniel Vega Novoa.
Fue él quien llamó al 123 y dijo: “A 30 metros observo un vehículo oscuro, de vidrios polarizados, que bota a una persona de sexo femenino y cae como un muñeco”.
A 30 metros observo un vehículo oscuro, de vidrios polarizados, que bota a una persona de sexo femenino y cae como un muñeco
En octubre, Vega Novoa fue ado por los investigadores y amplió su testimonio asegurando que luego de que el cuerpo de la dama fue arrojado, el auto empezó a zigzaguear. Y aseguró que hizo un video de la escena que encontró al acercarse, pero, días después, su celular le fue robado.
Sin embargo, la Fiscalía estableció que esa madrugada Vega Novoa no iba solo. Otro Taxi había recogido a un pasajero, quien accedió a dar más detalles de lo ocurrido: Sergio Esteban García Álvarez, camarógrafo de profesión de Congo Films.
Ana María Castro de 21 años, junto con su mamá, Nidia Romero. Foto:Archivo Particular
Celular y exnovias
EL TIEMPO tuvo a su entrevista y en esta señala que pidió un servicio a Didi, a la 1:23, para ir a devolver unas cámaras y equipos antes de salir para su casa.
Narró cómo llegó al mismo punto en el que, según el conductor, lanzaban a alguien de un carro negro y caía como “una muñeca de trapo”.
“El carro negro estaba en el tercer carril de la vía con las luces estacionarias puestas. Vimos el cuerpo de una mujer, con un chaleco de plumas blancas, en un charco de sangre”, aseguró el profesional.
El carro negro estaba en el tercer carril de la vía con las luces estacionarias puestas. Vimos el cuerpo de una mujer, con un chaleco de plumas blancas, en un charco de sangre
Según dijo, se bajó y preguntó qué había pasado, porque creyeron que se trataba de un accidente de tránsito. Y ambos coinciden que alguien dijo que estaban esperando a la Policía.
También dijo que había un hombre muy alterado (Mateo) recostado sobre el capó y dijo: “Nos botaron de la camioneta”. Mateo, sin embargo, ha dado otras versiones, incluso, que él se fue en un taxi del bar.
Esta es parte de la evidencia que llevó a la jueza Mónica Caputo a acceder a dictarle medida de aseguramiento a Julián Ortegón, como coautor de feminicidio agravado.
EL TIEMPO tuvo a un video que muestra a la joven salir de un bar con dos hombres. Foto:EL TIEMPO
¿Y Paul?
Su defensa apeló la medida y aseguró que era físicamente imposible que Julián, que iba de copiloto, pudiera arrojar a Ana María, quien iba en la silla trasera, a sus espaldas. Además, que no se puede calificar a su cliente como un peligro para la sociedad, por dos incidentes con sus exnovias.
La jueza, sin embargo, acogió la tesis de la Fiscalía, según la cual Paul se molestó porque Ana María y Mateo “se estaban besando y manoseando”. Y, en solidaridad, Julián habría ayudado a sacarla violentamente del vehículo.
Además, un vigilante del conjunto donde vive Julián dice que escuchó cuando Paul le dijo: “Acá está el celular de aquella”. Para la Fiscalía es claro que ocultaron el teléfono que era parte de la evidencia.
Por eso, ahora intentan ubicar a Paul Naranjo y llevar a juicio a Julián por la muerte de Ana María Castro.
La defensa de Julián Ortegón y de Paul Naranjo
La defensa de Julián Ortegón aseguró que su cliente es inocente y que va a rebatir en el juicio los testimonios para él contradictorios que lo implican. Además, que es arbitrario que se tome como un antecedente un par de incidentes que tuvo con dos exparejas. Una de ellas aseguró que era violento y que la había amenazado con cortarle los dedos. Pero la defensa dijo que estaba lista a aclarar el episodio.
Además, que su cliente no era un peligro para la sociedad y que solo una vez se excusó ante la Fiscalía, por temas de pandemia. Paul Naranjo anunció que se iba a presentar ante la Fiscalía, pero se desconoce su paradero.