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Así opera el tráfico de fusiles, granadas y municiones en Bogotá
Caletas en Toberín y sanandresitos y un uniformado condenado hacen parte de una red.
El ‘Gurú’ de las armas fue capturado junto a su esposa, Rosa Helena Maya Ramírez, en el barrio Normandía. Foto: Fiscalìa General de la Naciòn
‘Rosa eterna’. Así se llama uno de los arreglos que ofrecen en un local, ubicado en el barrio Normandía, de Bogotá, que también organiza recepciones, eventos y espectáculos privados. La floristería funciona desde 2018 e incluso aparece reseñada en publicaciones del gremio como un emprendimiento familiar.
Sin embargo, para la Fiscalía, es la fachada de un señalado traficante de armas que comercializa fusiles M-16, proveedores y hasta granadas para estructuras de la talla del ‘clan del Golfo’, las disidencias de las Farc y hasta el Eln.
El nombre de la dueña de la floristería —Rosa Helena Maya Ramírez, de Vista Hermosa, Meta— figura en el llamado ‘expediente madre’ de una señalada red de tráfico de armas que opera en Bogotá, con tentáculos en la costa Atlántica y nexos con varias poderosas estructuras criminales que están entre sus clientes.
El caso, que cursa en el Juzgado 19 Penal del Circuito de Bogotá, también menciona a Carlos Alberto Zuluaga Arroyave (esposo de la dueña de la floristería) como ficha clave del tráfico de armas en Bogotá. Incluso, la Fiscalía lo identifica con el alias del ‘Gurú de las armas’.
Rosas y fusiles
En este taller se ensamblaban las armas. Foto:Fiscalìa General de la Naciòn
Él y su esposa son procesados por fabricación, tráfico y porte ilegal de armas, de uso privativo de las Fuerzas Armadas y, además, por concierto para delinquir.
“Zuluaga, de 52 años, tiene 15 de experiencia en la consecución de fusiles y ensamblaje de armas, que llegaban de unidades militares en Cundinamarca, Tolima y Meta y que manipulaba en un taller que se ocultaba detrás de los arreglos florales”, se lee en el reporte del ente acusador.
Aunque allegados a Zuluaga aseguran que los señalamientos en contra de la pareja son falsos, EL TIEMPO investigó el caso y estableció que hay otros involucrados en el proceso, quienes incluso ya han sellado acuerdos con la Fiscalía.
Además, la investigación ha permitido establecer que la red vendría distribuyendo, desde hace al menos dos años, armas y municiones desde Bogotá hacia unos cuatro departamentos, en donde hacen presencia bandas criminales y de narcotráfico.
También nutren el mercado local de fusiles que bandas han usado en robos a joyerías, enfrentamientos con la policía y actos sicariales en Bogotá, que han venido en aumento.
El ‘Ñato’ y ‘los Batutos’
Esta fue la captura de 'Los Batutos' en Luruaco (Atlántico) en 2014. Foto:Archivo particular
En su momento se aseguró que los capturados pertenecían a ‘los Batutos’, una de las facciones de la banda criminal ‘los Rastrojos’, al servicio del narcotráfico.
En la trama aún falta un hombre clave —que se mueve por locales de sanandresito del centro— e incluye caletas en el sector de Toberín y conexiones con bandas de la Costa.
En efecto, en ese mismo expediente aparece mencionado un uniformado que fue condenado a seis años de prisión, el 19 de febrero de 2021, por el Juzgado Segundo Penal Especializado del Circuito de Bogotá.
Se trata de Biomar de Jesús Castillo Jiménez, oriundo de Luruaco, Atlántico. Conocido con el alias del Ñato, aparece capturado el 12 de junio de 2014, en Luruaco, junto con otras 14 personas, señaladas de extorsión, concierto para delinquir y tráfico de armas.
En su momento se aseguró que los capturados pertenecían a ‘los Batutos’, una de las facciones de la banda criminal ‘los Rastrojos’, al servicio del narcotráfico.
Pero hubo una ruptura procesal y una parte del expediente aterrizó en Bogotá. En efecto, el otro indiciado dentro del llamado ‘expediente madre’ es un primo de Castillo, también de Luruaco.
Los fusiles en Toberín
Esta fueron las armas incautadas en el sector de Toberín en 2020. Foto:Archivo particular
Según explican investigadores, el caso se trajo a la capital porque Castillo volvió a aparecer involucrado en un operativo conjunto de la Policía y la Fiscalía, que se ejecutó en el barrio Toberín, norte de Bogotá, en julio de 2020.
En ese momento, se incautó un arsenal que deja ver el poder de la red: cuatro fusiles M-16, una pistola 9 mm con silenciador, munición calibre 9 mm, cuatro proveedores y 28 millones de pesos en efectivo.
EL TIEMPO estableció que, para ese entonces, los investigadores ya le seguían la pista al caso de la floristería. Incluso, habían llegado hasta un local ubicado en sanandresito. Allí hallaron cuatro fusiles, tres lanzagranadas, 700 partes de ametralladora, munición y 34 millones de pesos.
Allegados al expediente aseguran que el primo de Biomar Castillo fue dejado en libertad casi de inmediato, por falta de pruebas en su contra: “Al parecer, lo usaron”.
En Toberín se incautó cuatro fusiles M-16, una pistola 9 mm con silenciador, munición calibre 9 mm, cuatro proveedores y 28 millones de pesos en efectivo.
Pero Castillo terminó por itir que había recibido plata de un conocido para que custodiara el arsenal en un local que acababa de rentar en el barrio Toberín. La fachada era un negocio de distribución de alcohol a domicilio, abierto en plena pandemia.
También dijo que si bien no tenía conexión con ninguna banda criminal, el hombre que le dio a guardar las armas sí conocía al dueño del local de sanandresito. Ese sujeto es el nuevo objetivo de las autoridades.
Organismos extranjeros andan preguntando por este caso, así como por la reciente captura de los hermanos Jaime y Dayson Andrago Tocapo.
Estos dos últimos son ciudadanos ecuatorianos y señalados de ser proveedores de armas, explosivos, munición y otros elementos a disidencias de las Farc, en el sur del país.
Los dos ciudadanos ecuatorianos fueron capturados en Santander de Quilichao, Cauca. Foto:Fiscalía
El preacuerdo
Los hermanos Andrago Tocapo son señalados de ser proveedores de armas, explosivos, munición y otros elementos a disidencias de las Farc.
Los ecuatorianos también ofrecían explosivos y detonadores que trafican desde Perú y Ecuador e ingresan por rutas clandestinas. Fueron capturados a mitad de semana en Santander de Quilichao, Cauca, en posesión de 100 detonadores eléctricos que, supuestamente, iban a ser entregados a alias David, cabecilla de la columna ‘Dagoberto Ramos Ortiz’.
En diálogo con EL TIEMPO, el penalista Yovany Alejandro Arenas, apoderado dentro del proceso de Biomar Castillo Jiménez, aseguró que tras la captura de su cliente, en 2020, en Toberín, llegó a un acuerdo con la Fiscalía, aceptando la responsabilidad por el delito de tráfico y porte de armas.
El abogado aseguró que su defendido se encuentra pagando condena en la cárcel de Girardot. Además, que aunque Biomar Castillo era policía bachiller, en el momento de la captura no estaba activo.
Los hermanos Andrago Tocapo, fueron capturados con 100 detonadores eléctricos. Foto:Fiscalía
Y si bien el penalista aclaró que actualmente no es el abogado titular dentro del expediente, señaló que asesora a Castillo en temas de ejecución de penas y que, a la fecha, lleva 2 años de prisión cumplidos: “Se encuentra estudiando y trabajando para lograr rebajas en la condena”.
De hecho, EL TIEMPO estableció que Castillo ha pedido que se le otorgue prisión domiciliaria, tras obtener varias rebajas por trabajo y estudio, concedidas por un juez de ejecución de penas.
Y aunque su cliente aparece en el mismo ‘proceso madre’ con Carlos Zuluaga y la dueña de la floristería, el abogado Arenas dice que no conoce al llamado ‘Gurú de las armas’.
La suerte de los Zuluaga
La defensa de Zuluaga y de su esposa interpuso recurso de apelación en contra de la legalización de la orden de allanamiento. Foto:EL TIEMPO
Sobre ese caso, EL TIEMPO estableció que, el 30 de marzo pasado, la defensa de Zuluaga y de su esposa interpuso recurso de apelación en contra de la legalización de la orden de allanamiento, legalización de captura e imposición de medida de aseguramiento.
Incluso, hace 10 días, su expediente le fue remitido al Juzgado 19 Penal del Circuito de Bogotá para que se defina si sus capturas fueron o no legales.
Por ahora, permanecen en la cárcel La Modelo y El Buen Pastor, respectivamente.
EL TIEMPO se comunicó telefónicamente con allegados a los Zuluaga Maya, quienes rechazaron las sindicaciones que les hacen autoridades. Para conocer su versión se pidió el o con su defensa. Pero, al cierre de esta edición, no había respuesta.
Traficantes ecuatorianos
Los ecuatorianos Dayson y Jaime Andrago Tocapo fueron capturados el 12 de abril, en Santander de Quilichao, Cauca. Se les señala de movilizar armas, desde Perú y Ecuador, para las disidencias de las Farc. Registros fotográficos hallados en sus celulares dan cuenta de que viajaban con frecuencia a Cauca.
Allí tenían los valores del armamento y las rutas para ingresarlos. Según información de Policía, Jaime Andrago Tocapo fue capturado el 11 de enero de 2022 con parches y logos de las disidencias de las Farc. Pero recuperó su libertad.