"Cualquier supuesta amenaza basada en una presunta cercanía conmigo o con mis asesores son enteramente infundadas y ninguna persona puede alegar ninguna suerte de cercanía conmigo a modo de justificar el incumplimiento de sus funciones o una acción indebida".
Este es uno de los párrafos de una carta que la vicepresidenta
Marta Lucía Ramírez le envió hace algunas semanas a un grupo de empresarios y contratistas del
Icetex.
Allí niega tajantemente ser la 'madrina' política de una de las más poderosas funcionarias de ese instituto. Se trata de Ana Clemencia Silva Nigrinis, vicepresidenta de crédito del instituto.
Si bien la Vicepresidenta ite que al inicio del gobierno tuvo una conversación con Silva, asegura que no es "madrina de nadie".
"Recién comenzó el gobierno recibí una llamada de la doctora Silva, a quien conocí a través de una hermana suya, para manifestarme su preocupación por su puesto de trabajo y por venir del gobierno anterior. Telefónicamente le manifesté, así como lo he hecho con distintas personas, que este gobierno no persigue funcionarios (...)", señaló Ramírez.
Y rechazó que cualquier persona use su nombre para preservar su posición u obtener tratamientos favorables.
De paso, la Vicepresidenta envió el caso a la Procuraduría para que se indague la queja de funcionarios y contratistas.
EL TIEMPO ó a una de las personas detrás de la comunicación a la Vicepresidenta y esta señaló que se está registrando una especie de crisis en el instituto.
"Hay una guerra de anónimos y un intento de saboteo a proyectos clave", y agregó que por eso pidieron claridad sobre el tema de Silva y de su supuesta cercanía con la Vicepresidencia de la República.
EL TIEMPO buscó a Ana Clemencia Silva y la funcionaria lo primero que reconoció es que sí dialogó con la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, pero, dijo, no para defender su permanencia en el cargo.
"Fue en diciembre pasado, por teléfono fijo y le expresé mi preocupación por un tema de contratación de la planta de personal de la entidad. Nunca fue para hablarle de mi puesto”, dijo.
Silva les aseguró a reporteros de este diario que “ella, la señora Vicepresidenta, se confundió de lo que hablamos y por eso la voy a buscar nuevamente y de inmediato para aclarar todo este tema. (…) A mí me quieren sacar de aquí a como dé lugar, pero los dos años que me faltan para pensionarme no se los ha permitido”.
La funcionaria aseguró que su diálogo con la Vicepresidenta giró en torno a una temporal del Icetex que tenía contratadas a más de 200 personas y que iba a dejar de funcionar, por lo cual esas personas pasaban a la figura de contratistas.
Además, confirmó que también la han acusado de contratar a unos abogados supuestamente cercanos suyos para enfrentar unos procesos ejecutivos, pero advirtió que los llevó a la entidad desde el 2017 y fue por una advertencia directa de la Contraloría.
“Cuando llegó el nuevo director, Manuel Acevedo, nos pidió a todos las renuncia. Pero yo dije que no podía porque estoy a dos años de pensionarme y nadie me va a dar puesto a esta edad. Desde ese momento me han hecho la vida imposible. Además, Marta Lucía Ramírez fue quien lo llevó a él al empalme. Por eso me pregunto por qué el doctor Acevedo me odia tanto”, le aseguró Silva a EL TIEMPO.
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