La venta la hizo la Sociedad de Activos Especiales (SAE), entidad que depende de ese ministerio. Por eso, para muchos fue una sorpresa que Sanabria apareciera designado por la embajada de
China como o dentro de la compra-venta, que se selló hace 12 días y que asciende a 49.839 millones de pesos.
De hecho, Cárdenas le dijo a este diario desde Washington que, tras enterarse de ese vínculo, preguntó si Sanabria tenía o no algún tipo de impedimento. La razón: de noviembre del 2015 a abril del 2017 fue asesor de la dirección general de Política Macroeconómica.
En la práctica, esto significa que salió del ministerio y tan solo seis meses después empezó a fungir como intermediario entre la embajada china y el Gobierno.
Si bien fui contratista en esos años, representé a la embajada una vez terminado el contrato
“Estoy seguro de que no hay inhabilidad porque, si bien fui contratista en esos años, representé a la embajada una vez terminado el contrato”, le dijo Sanabria a EL TIEMPO.
Y agregó que durante su permanencia en Hacienda no tuvo a información privilegiada. Además, que el negocio del narcobien aparecía en la página web de la Central de Inversiones S.A., que comercializa bienes como el comprado por China.
“Si llegara a existir algo, es tema de los órganos competentes. Igual estoy seguro de que no hay inhabilidad. Es un tema privado, confidencial”, puntualizó.
En similar sentido se pronunció el ministro Cárdenas tras hacer las verificaciones de rigor: “Me dijeron que no hay impedimento legal”.
‘Fue un favor para el Estado’
Y aunque Sanabria no quiso dar mayores detalles sobre la comisión que habría recibido de los chinos por mediar en el negocio, fue tajante al señalar que su padre, el magistrado de la Judicatura Pedro Sanabria, no tuvo nada que ver en la transacción.
La pregunta surgió luego de que se divulgara una foto de una cena en la embajada de China en Bogotá, en la que aparecen los Sanabria en compañía del embajador Li Nianping, quien meses después firmó la minuta de compra. También aparecen el ministro Cárdenas y el entonces director de Planeación Simón Gaviria.
“Fui invitado a una comida en la embajada en la que estaban varios magistrados y el Fiscal. Nada inusual. La reunión fue hace un tiempo antes de que ellos (China) expresaran interés en lo de la casa”, explicó Cárdenas.
Por su parte, el magistrado Sanabria dijo que fueron a la cena por invitación de la embajada.
“Todos somos amigos de los chinos (...). Además, mi hijo fue contratista de Hacienda, no empleado. Y en su cargo nada tuvo que ver con la SAE. Él es asesor inmobiliario y le hizo un favor al Estado colombiano porque ese bien era muy difícil de vender por la restricción urbanística. Aquí no hay inhabilidades ni suspicacias ni hubo comisión por parte del Gobierno colombiano”, dijo el magistrado.
La embajada de Francia y el Distrito alcanzaron a mostrar su interés por el inmueble, pero China se quedó con este.
UNIDAD INVESTIGATIVA