El orégano se ha ganado un espacio importante dentro de la cocina internacional al convertirse en un condimento básico para darle sabor los diferentes platos. Pero también, a lo largo de la historia, se ha empleado en el campo medicinal.
Esta hierba perteneciente a la familia de la menta, proviene de las palabras griegas oros (montaña) y ganos (alegría), que traduce la “la alegría de la montaña”.
Su nombre científico es origanum vulgare y su especie pertenece a la familia Lamiaceae (antes llamada Labiaceae), nativa del oeste o suroeste de Eurasia y la región mediterránea.
El orégano contiene vitaminas A, C E y K, así como fibra, folato, hierro, magnesio, vitamina B6, calcio y potasio. Además, contiene potentes fitoquímicos que ofrecen potenciales beneficios de salud.
Antibacteriano
Esta hierba es un buen aliado contra la actividad microbiana. El aceite de orégano, por ejemplo, es antimicrobiano, ya que contiene un compuesto esencial llamado carvacol. Sus propiedades pueden acabar con el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina y a otros antibióticos.
En el sistema digestivo
El orégano también se considera una tónica y cuenta con una propiedad digestiva. En la medicina natural de algunos países de Europa se usa su infusión, como te, para el tratamiento de trastornos en el tracto gastrointestinal.
Contra el cáncer
Un equipo de biólogos de la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos explicó en la revista PLoS ONE que la actividad anticancerígena del orégano se basa en que fomenta la detención del ciclo celular y promueve la apoptosis, en otras palabras, el suicidio de las células de cáncer en las pacientes con cáncer de mama.
Dolores de garganta
Para aliviar los síntomas de gripas y resfriados, una infusión con hojas de orégano se constituye en el mejor jarabe. El orégano es una planta medicinal beneficiosa para afecciones del aparato respiratorio debido a su efecto antiinflamatorio y antiséptico.
Otras enfermedades
Esta planta se puede usar también para tratar trastornos gastrointestinales, dolores menstruales, dolor de oído, bronquitis, dolores musculares, dolor de muelas, alergias, fatiga, dolor de cabeza y trastornos de las vías urinarias. También puede aplicarse por vía tópica para ayudar a tratar una serie de enfermedades de la piel, como el acné.
En la cocina mediterránea combina bien en aderezos para ensaladas, o con quesos y carnes. Se aconseja usarlo fresco, pero el aroma de sus hojas se intensifica con el secado. Al igual que otras hierbas, el orégano pierde su sabor con la cocción, por lo cual es mejor agregarlo al final de la preparación los alimentos.
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