En Groenlandia, una región que parece de otro mundo por sus paisajes, animales y lejanía, se encontró que los tiburones tienen que esperar más de 100 años para llegar a la pubertad. Esto los convierte en los vertebrados más longevos de la historia, además de tener una esperanza de vida de 400 años.
Esta especie alcanza tamaños increíbles al crecer un centímetro al año, llegando a ser más grandes que un carro y pesar más de 900 kg.
Por las curiosidades que causan los atributos de los tiburones en Groenlandia, diversos científicos se han encargado de estudiar su genoma. El objetivo de los análisis era definir si había algunos hechos relacionados con la evolución que hace que estos animales sean más longevos.
John Steffensen, biólogo marino de la Universidad de Copenhague explicó que recoger muestras frescas de los tiburones puede ser un reto. Sin embargo, en el océano se pusieron 10 anzuelos de tiburón, que son más grandes que los tradicionales, con carne podrida.
Para el estudio se capturaron algunos tiburones en Groenlandia y enviaron algunas muestras a un equipo, el cual extrajo, posteriormente, adn de las muestras. Después de finalizar el análisis del genoma, el equipo comenzó a investigar posibles indicios de la notable longevidad de los tiburones. Un aspecto que les resultó interesante fue la abundancia de transposones, también conocidos como “genes saltarines”.
Los transposones son genes que se duplican a sí mismos y muchas de estas en los tiburones de Groenlandia incluían genes relacionados con la reparación del ADN, algo que hipotéticamente podría ralentizar el envejecimiento. Otro aspecto que llamó la atención de los científicos fue una alteración en el gen TP53, que ayuda en la prevención del cáncer.
Sahm, bioinformático del Instituto Leibniz sobre el Envejecimiento del Instituto Fritz Lipmann de Alemania, explicó que estas son solo hipótesis y es necesario seguir analizando el ADN de estos animales para comprender por qué viven por tantos años.
Seguir estudiando esto puede ayudar a que los científicos comprendan a profundidad sobre el proceso de envejecimiento de los seres humanos y otras especies marinas longevas. “El objetivo no es hacer que la gente viva más, sino mantenerla sana durante más tiempo”, dice Paul Robbins, biólogo molecular de la Universidad de Minnesota que no participó en el estudio, a National Geographic.
REDACCIÓN CIENCIA