En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Las momias aún tienen mucho que enseñar
Los avances científicos han permitido develar la historia y reconstruir los rostros de antepasados.
En 2023 se realizaron nuevos descubrimientos en la necrópolis de Saqqara, que forma parte de la antigua capital de Egipto (Menfis). Foto: Getty Images
Aunque “es una momia” es una expresión popular que se emplea para señalar a personas de pensamiento rígido o muy conservadoras, los avances de la ciencia y la tecnología le están quitando fuerza al calificativo al otorgarle voz, rasgos físicos y vida a quienes carecieron de ellos por milenios.
El 2023 fue el año de la inteligencia artificial, reina actual de la tecnología, pero, irónicamente, también lo fue de las momias. No solo porque se descubrieron nuevos y milenarios individuos, como sucedió con las 300 momias encontradas a 20 kilómetros de El Cairo en septiembre, sino porque durante todo el año atrajeron la atención de científicos en la búsqueda de facetas desconocidas de la historia humana.
Incluso, la perspectiva de la unión de la IA con las investigaciones sugiere un avance en los descubrimientos. “Hemos sido testigos de cómo nuevas técnicas basadas en inteligencia artificial pueden dar lugar a grandes avances y la comunidad científica arrojó una nueva luz sobre artefactos desenterrados en épocas anteriores”, reconoció Tom Metcalfe, en un artículo de National Geographic.
Entre enero y noviembre de 2023 no solo se hicieron nuevos hallazgos en distintas partes del mundo, sino que diversos estudios sobre las momias tendieron puentes entre el pasado y las enfermedades consideradas “modernas”, se reconstruyeron los rasgos físicos de algunas momias y se lograron otros importantes descubrimientos.
Como ejemplo, a finales de enero de 2023 fue encontrada la momia más antigua del mundo, con 4.300 años, en un pozo de 15 metros de profundidad en la necrópolis de Saqqara, patrimonio mundial de la humanidad, localizado cerca de la ciudad de El Cairo y de las famosas pirámides de Guiza, poco más de 15 kilómetros al sur.
El equipo de excavación egipcio, encabezado por Zahi Hawass, exministro de turismo y antigüedades, anunció que el sarcófago encontrado allí estaba casi intacto, que contenía varias tumbas de reconocidos personajes de las dinastías V y VI (de las 30 que existieron en del antiguo Egipto entre el año 3100 a. C. y el 332 a. C.), y que la momia de un hombre llamado Hekashepes, que consideran como la más antigua y completa descubierta hasta ahora, estaba recubierta de oro.
Además, hallaron las tumbas de Khnumdjedef, quien había sido inspector de funcionarios, supervisor de nobles y sacerdote durante el reinado de Unas, último faraón de la V dinastía egipcia, y la de Meri, “guardián de los secretos y ayudante del gran jefe del palacio”. Igualmente, encontraron numerosas estatuas, entre ellas una que representaba a un hombre, a su esposa y a varios sirvientes.
En mayo de 2023 los arqueólogos egipcios anunciaron el descubrimiento de dos talleres de momificación, pertenecientes a la última dinastía egipcia (380 a 345 a. C.) en la necrópolis de Saqqara y luego, en octubre, se hallaron dos fardos funerarios de 1.000 años de antigüedad con las momias de un adulto y de un niño en Huaca Pucllana, un sitio arqueológico perteneciente a la cultura Lima ubicado en el distrito de Miraflores, provincia de Lima, capital de Perú.
A finales del mismo mes se identificó a Juanita, la niña inca de unos 15 años de edad que fue sacrificada en un ritual religioso en la cima de la montaña peruana de Ampato hace más de 500 años. La foto de su rostro, que se reconstruyó músculo por músculo en un trabajo impresionante, recorrió el mundo en noviembre después de que el busto de la menor, hecho en silicona, se diera a conocer en una ceremonia en el Museo Santuarios Andinos, de la Universidad Católica de Santa María de Arequipa.
Juanita tenía ojos negros, grandes pómulos y piel bronceada, según descubrieron los científicos peruanos y polacos, que trabajaron junto con un arqueólogo sueco en la reconstrucción de las facciones de la niña a partir de su cuerpo congelado.
El estudio de las momias ha avanzado mucho gracias a los adelantos tecnológicos en menos de 10 años.
Gracias al hallazgo de 8 cuerpos con más de 500 años de antigüedad en el noroeste de Groenlandia, en el Ártico, y a fotografías realizadas con película infrarroja, se anunció a mediados de 2021 el descubrimiento de delicadas líneas, puntos y arcos tatuados en los rostros de seis mujeres momificadas.
Por miles de años, los tatuajes fueron, para muchas culturas, elementos simbólicos más que una decoración corporal. Representaron pertenencia, rituales de entrada a la edad adulta, invocaban creencias espirituales y otorgaban poderes durante el parto o la caza, pero a partir de la colonización en el siglo XVII se prohibieron en la mayoría de las comunidades indígenas.
Durante el 2023, varios museos del mundo empezaron también a recuperar la historia y los rostros de diversas momias pertenecientes a variadas y milenarias culturas empleando sofisticados escáneres, y científicos de todo el mundo se dispusieron a estudiar más profundamente a las momias para resolver misterios de la historia humana.
Algunas investigaciones dieron una perspectiva nueva a la propagación de enfermedades cardiacas en la América prehispánica o sobre las diferentes sepas de la tuberculosis en los europeos del siglo XIX, enfermedades que podrán ser atacadas de forma más eficiente en la actualidad, de acuerdo con expertos.
Una trabajadora limpia los restos de la momia de un adolescente que data de hace más de 1.000 años en Cajamarquilla, Perú. Foto:Getty Images
Lo que enseñan las momias
“La mayoría de las personas en el mundo no se dan cuenta de que se puede aprender sobre medicina moderna a partir del estudio de momias milenarias”, asegura Frank Rühli, jefe del proyecto suizo de las momias de la Universidad de Zúrich que estudia órganos internos de momias iraníes y egipcias.
Sin embargo, diversos investigadores en todo el mundo se encuentran en el desarrollo de proyectos que conciernen a la momificación. Tal es el caso del grupo de científicos que desde hace cinco años analiza las 23 momias sepultadas en una cripta bajo la iglesia e Vilma, en Lituania, para conocer las enfermedades que padecieron y la vida que llevaron cuando vivieron en los siglos XVII, XVIII y XIX.
Otro ejemplo es el del equipo de científicos encabezado por el cardiólogo Randall C. Thompson, del Instituto de Cardiología de la ciudad de Kansas, que descubrió, tras estudiar 130 momias milenarias, que un tercio de ellas presentaban un tipo de arterioesclerosis, o endurecimiento de las arterias, lo que ocasiona enfermedades cardiacas que, como las momias, han prevalecido por milenios y –contrario a hipótesis recientes– no son el resultado de las dietas modernas.
El equipo de Thompson identificó a la princesa egipcia Ahmose-Meritamón, que murió con más de 40 años entre 1550 y 1580 a. C., como el caso más antiguo de enfermedad coronaria. También descubrió la más antigua obstrucción arterial en otra momia egipcia, que data de unos 2000 años a. C. El estudio de estos individuos –provenientes de diversas regiones geográficas y que vivieron en un periodo de más de 4.000 años– demuestra que los problemas cardiacos son milenarios.
Dentro de la investigación, además extrajeron el ADN de tuberculosis de los pulmones de momias de 200 años de antigüedad y descubrieron que, en el pasado, las personas podían portar múltiples cepas de bacterias de este tipo a lo largo de su vida. Una conclusión que reforzó lo descubierto en el 2015 por el profesor Mark Pallen, de la Universidad de Warwick.
Momias colombianas
La egipcia fue la civilización que más se preocupó con la muerte y la inmortalidad y la que dedicó más tiempo al minucioso y complicado proceso de la momificación de sus muertos. Los rituales, que requerían de 70 o más días, iniciaban con el cubrimiento del cuerpo con cal, para disecarlo, y luego le agregaban resinas, bálsamos y sustancias químicas.
Pero la momificación inducida –total o parcialmente, con la extracción o no de las vísceras del muerto– también puede ser natural, como sucede en el pequeño municipio de San Bernardo, Cundinamarca, donde la mayoría de los habitantes que fallecen se momifican cinco o seis años después de sepultados.
Para identificar las causas de la momificación espontánea registrada allí ya se han realizado varios estudios relacionados “con el tipo de suelo, las bóvedas, el medio ambiente, muestras de tejidos de los cuerpos momificados y sobre el consumo de guatila (una hortaliza) y de balú (una leguminosa)”, dijo a EL TIEMPO Edna Rocío Vergara, guía turística del lugar.
“En los años 60 los procedimientos de exhumación eran realizados en un tiempo más largo, entre 7 a 12 años, pero hoy son mínimo de 4 años y máximo de 6 años. Antes era frecuente encontrar cuerpos de adultos y de niños momificados, pero en la actualidad los bebés se sepultan a perpetuidad en San Bernardo”, explica.
En el Museo de Momias José Arquímedes Castro, que funciona allí y se bautizó así en honor al sacerdote que construyó la iglesia y el cementerio, están exhibidas en la actualidad 14 momias, entre cuerpos de adultos y bebés. La más antigua lleva expuesta unos 54 años y la más reciente, 7 años.
Al contrario de la cultura egipcia, que momificaba a de la realeza, figuras sobresalientes o millonarios, en San Bernardo la mayoría de las momias son de ascendencia humilde, sobre todo campesinos. “Las familias son las que deciden si permiten o no la exposición de sus cuerpos”, revela la guía turística.
Como en San Bernardo, el Museo Nacional de Arqueología en Madrid (España) “está en contra de la exposición de los restos humanos y de la investigación de las personas momificadas sin el consentimiento de la cultura Atacama a la que pertenecen”, dijo Patricia Alonso Pajuelo, conservadora de las colecciones de América y Oceanía de la entidad.
“Para nosotros es fundamental respetar los deseos de las comunidades de origen de las colecciones del museo y, por ese motivo no exponemos las personas momificadas y tampoco se han realizado investigaciones al respecto”, agregó Pajuelo.
En el municipio de San Bernardo, la mayoría de los deudos se oponen a la exhibición de sus familiares momificados por considerarlo no solo doloroso sino una falta de respeto con ellos. Otros, sin embargo, lo ven como un orgullo o privilegio.
Económicamente, las momias son un filón en términos turísticos tanto en el sofisticado y milenario Egipto como en el pequeño municipio colombiano de San Bernardo, que es el único de Colombia que registra momificación espontánea, recibe unos 20.000 visitantes al año y no ha considerado intervenir en el proceso natural de momificación, según Edna RocíoVergara.
“Sabemos que disponemos de un importante patrimonio cultural, que ha reactivado la economía y ha alcanzado gran reconocimiento nacional como internacional”, afirma Vergara. Por eso reclama que se necesita que se mejoren las vías de , en beneficio de los campesinos que las transitan a diario con sus productos y en el del turismo impulsado por las momias, “es un importante para la economía sanbernardina”, recalca la guía turística.