Los sueños ocurren cuando el cerebro se libera de las dos regiones principales para la conciencia: la corteza prefrontal, encargada de manejar la información voluntariamente, y el precúneo, relacionado con la entrada de nueva información a la corteza cerebral, explica el neurocientífico sevillano, Umberto León Domínguez,
"Cuando se libera, el cerebro deja ver preocupaciones, alegrías o tristezas a las que hemos estado expuestos despiertos. A este tipo de sueño se le conoce como onírico. Y en el momento en que la corteza prefrontal y el precúneo se activan, ocurren los llamados sueños lúcidos, en donde sabemos que estamos soñando y somos capaces de controlar lo que ocurre", dice León.
Pensamos que no soñamos todos los días o que todos los sueños tienen interpretación y son reflejo de la realidad. Para saber qué parte de mito y qué de realidad hay en todas estas afirmaciones, Javier Cabanyes, doctor especialista en neuropsicología de la Clínica Universidad de Navarra, da las respuestas en su libro Dormir y soñar.
¿Soñamos siempre que dormimos?
Los sueños se pueden dar a lo largo del periodo en el que estamos dormidos, aunque no siempre los recordamos porque depende mucho de la fase en que estemos y de la instancia que hay entre el sueño y nuestro despertar, pues si han pasado muchas horas no tenemos consciencia de haber soñado.
¿Pensamos cuando dormimos?
Mientras dormimos el sistema nervioso sigue trabajando aunque 'la conciencia no está presente', por lo que el pensamiento durante los sueños es algo complicado de valorar.
¿Los sueños varían según la personalidad?
Efectivamente, "en los sueños hay un reflejo bastante sugerente del modo de ser de cada uno”, señala Javier Cabanyes. Así, las personas “que son muy imaginativas tienden a tener sueños muy vivos y realistas, con muchas imágenes”, mientras que las personas menos imaginativas, más cerebrales, a veces tienen sueños “muy vagos y poco precisos” o incluso tienen sensación de no soñar nunca.
¿Soñamos desde que nacemos?
Soñamos incluso antes de nacer. Hay bastantes evidencias de que “en el feto y en el recién nacido hay sueños”, subraya Cabanyes.
El feto, durante las últimas semanas, “tiene una actividad cerebral desde el punto de vista de ritmos de sueño y vigilia y fases del sueño” muy parecidas a las que va a tener cuando nazca.
Eso sí, de momento no sabremos qué es lo que soñamos cuando somos bebés, porque sencillamente no podemos expresarlo.
¿Para qué soñamos?
El doctor Cabanyes explica que “hay una parte de explicación de los sueños biológica” que son ajustes que el sistema nervioso realiza. Por otra parte, los sueños tienen también “un componente psicológico, social, vivencial”. Pero no existen interpretaciones generales de los sueños válidas para todo el mundo, ni tampoco un sueño aislado tiene por qué tener significado o interpretación.
El factor determinante para la interpretación es que un sueño se repita, entonces sí “suelen poner de manifiesto” desde situaciones de estrés o conflictos de la infancia hasta situaciones emocionalmente positivas que revivimos a través de los sueños.
Además, el doctor señala que los sueños también pueden ser una “fuente de conocimiento personal”, pues a veces en ellos “tenemos una representación de nosotros mismos que no tenemos tan consciente en la vigilia”, aunque también de cómo vemos a los demás, cómo vemos diferentes situaciones, etc.
Los sueños a veces nos trasladan a ese componente inconsciente que “condiciona lo que hacemos y pensamos” pero que hasta que los sueños no lo sacan a la luz no teníamos muy en cuenta.
¿Los contenidos de los sueños tienen origen real?
“Siempre tienen un punto con la realidad” porque todas las imágenes e informaciones “son algo que hemos ido captando de nuestra interacción con el mundo y las personas", apunta el especialista.
Pero en los sueños se mezclan elementos del pasado y el presente, y además “la razón y la lógica no están presentes”, por lo que podemos mezclar estos componentes de tal manera que “acaban siendo cuestiones irreales o de nuestra imaginación”.
Otros datos interesantes sobre los sueños
Cerca del 95 por ciento de lo que soñamos se olvida segundos después de haber despertado. Esto ocurre porque salimos del estado de ensoñación de manera abrupta pasando al estado consciente en segundos.
El 80 o 90 por ciento de los sueños están relacionados con la vida diaria.
Encuentre también en Ciencia: