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Entrevista
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'Si continuamos describiendo especies de plantas y hongos a la velocidad que lo estamos haciendo, vamos a tardar unos 750.000 años hasta completar el trabajo'
El director científico de Kew, Alexandre Antonelli habló con EL TIEMPO sobre la gravedad de la crisis de pérdida de biodiversidad.
Entre las cosas que dejó el paso de la cumbre de biodiversidad (COP16) por Colombia, fue poner el tema de la naturaleza y la pérdida de diversidad biológica a la orden del día. En este marco, una de las autoridades en el mundo es el Real Jardín Botánico de Kew (Reino Unido), una institución que no solo cuenta con colecciones botánicas con más de 50.000 plantas vivas, sino que en ella trabajan más de 530 científicos con la misión de comprender y proteger las plantas y los hongos para el bienestar de las personas y el futuro de toda la vida en la Tierra.
El director científico de Kew, Alexandre Antonelli, pasó por Cali durante la COP16 y habló con EL TIEMPO sobre la gravedad de la crisis de pérdida de biodiversidad y el llamado que hacen los científicos a acelerar los procesos de investigación sobre esta riqueza natural en el mundo, antes de que desaparezca.
¿Qué tan grave es la crisis?
Es gravísima. En toda la historia humana, nunca hemos tenido un nivel de riesgo para la biodiversidad del planeta como el que tenemos hoy. Desde que yo nací, por ejemplo, hemos perdido un cuarto de todos los bosques tropicales del mundo. Y por todas partes, en todos los ambientes, ecosistemas, todos los países, la biodiversidad se está perdiendo a una velocidad incomparable con lo que hemos visto en el pasado.
Es realmente una gran preocupación a nivel mundial, y no solo para la naturaleza y para biólogos, también para la economía. El World Economic Forum identificó este año que la pérdida de biodiversidad es el tercer riesgo más grande para las economías a largo plazo. Estimamos que el 45 por ciento de todas las especies de plantas están en peligro de extinción, y para las especies que estamos descubriendo ahora, las más recientes, el riesgo es todavía mayor, alrededor del 77 por ciento. O sea, tres cuartos de todas las especies de plantas pueden desaparecer y eso es gravísimo, porque entonces desaparecen también las oportunidades de utilizar la flora para, por ejemplo, usos medicinales, alimenticios y otras funciones. En el mundo tenemos el conocimiento de que aproximadamente un millón de especies están en peligro de extinción.
¿Qué tanto se escucha la ciencia en estos espacios de decisión como las COP?
Yo he visto que los científicos realmente han contribuido mucho con los textos. Un ejemplo es la diversidad genética, que en el Acuerdo de Kunming- Montreal hubo una especificación muy clara del componente genético y de la importancia de la diversidad genética. Nosotros estamos siempre contribuyendo con perspectivas, con evidencia, con datos para las decisiones de los políticos.
¿En su opinión, qué tanto se puede lograr en espacios como estos para frenar esta crisis?
Yo creo que es fundamental. Si no tuviéramos las COP, tendríamos que inventarlas. Sí hay un impacto ambiental de la gente que vuela hasta aquí, las emisiones de carbono, y también es costoso, pero es fundamental que los países del mundo se reúnan con frecuencia para discutir esos asuntos. Porque realmente está en el interés colectivo del mundo de que nosotros no solo paremos la pérdida de la biodiversidad sino que también la revirtamos. Y eso es fundamental para todos los países, pero no es algo que cada uno pueda hacer por sí solo. También pienso que va un poco despacio, pero por lo menos está siempre en el camino correcto.
Ustedes presentaron una declaración de más de 800 científicos que hace unos compromisos para ampliar ese conocimiento en plantas y en hongos. ¿Por qué es importante?
Es importante para que realmente nosotros cambiemos de cierta forma el trabajo que estamos haciendo. Ya hemos documentado la flora y funga del mundo por cientos de años, pero todavía queda mucho. Por ejemplo, para hongos, si continuamos en la velocidad que estamos describiendo especies hoy, vamos a tardar unos 750.000 años hasta que completemos el trabajo. Y para plantas también. Necesitamos describir más de 100.000 especies de plantas del mundo. Esto es fundamental para la conservación de las especies y de la biodiversidad, para poder asumir los retos del acuerdo internacional.
Lo que queremos hacer con la declaración es realmente empoderar a las naciones de todo el mundo, las instituciones e investigadores para que empecemos a trabajar de forma más estratégica. Queremos el apoyo del mayor número posible de personas, de organizaciones, de países, para que juntos podamos ayudar y hacer la transferencia de recursos, por ejemplo, para crear bases de datos que sean útiles a las poblaciones que necesitan este conocimiento, para traer recursos de entrenamiento en taxonomía, la identificación de especies, de hongos, de plantas, para la construcción de la infraestructura necesaria para eso. En muchas partes del mundo todavía no hay prácticamente nada. Entonces, es una forma de declarar la intención y los planes de que realmente tenemos que ser un poco más efectivos y más colaborativos.
Colombia es considerado el mejor lugar del mundo para descubrir nuevas especies de plantas, de acuerdo con un estudio de Kew. Foto:Mauricio Diazgranados Cadelo
Solemos hablar a veces más de las plantas que de los hongos. ¿Por qué son importantes?
Los hongos son importantes para todo lo que hacemos. Si comes pan, tomas cerveza o vino, prácticamente todo lo que comemos en nuestra vida depende mucho de hongos. Y las plantas que nosotros comemos siempre dependen de ellos. Son uno de los componentes principales de la naturaleza, pero casi nadie se da cuenta.
Hay una diversidad enorme. Estimamos que aproximadamente 2,5 millones de especies existen en el mundo y solo hemos descubierto menos del 10 por ciento. Es el segundo grupo más grande de organismos del mundo, después de los animales, por los insectos. Pero son muy descuidados, por eso el Fungi Foundation está promoviendo que sean reconocidos como un reino aparte. En muchos países se habla de la flora y la fauna, el objetivo ahora es que en la legislación se diga la fauna, la flora y la funga. Los hongos son fundamentales, no solo por sus beneficios, también por los peligros. Hay hongos que nos enferman y atacan nuestros cultivos. Entonces, tenemos que conocer no solo los beneficios, pero también los riesgos que los hongos pueden ofrecer.
Kew ha realizado varios proyectos de investigación en Colombia, ¿por qué el interés en nuestro país?
De forma personal, es mi tercera vez aquí en Colombia y me encanta demasiado el país. Creo que no hay otra parte del mundo donde haya tan gran diversidad natural y cultural. Y las oportunidades que hay en Colombia son únicas porque hay mucho conocimiento. Hay personas que realmente son líderes internacionales en sus disciplinas, hay investigadores, estudiantes de muy buena calidad. Y al mismo tiempo, hay un gran trabajo por hacer. Creo que sería difícil para Colombia sola hacer todo el trabajo que es necesario para documentar su flora, funga y para hacer conservación. En Kew tenemos gran colección de plantas y hongos de Colombia también y tenemos muchas colaboraciones. Históricamente ya hay una relación muy fuerte con el Reino Unido a nivel gubernamental y también para la protección y el uso sostenible de la biodiversidad.