Volcán Nevado del Ruiz: ¿qué señales indicarían el inicio de una erupción?

El volcán Nevado del Ruiz es uno de los 25 volcanes activos y monitoreados que hay en Colombia. Está a 5.321 m. s. n. m. sobre la cordillera Central, en el límite entre los departamentos de Tolima y Caldas. Dada su naturaleza explosiva y tras la tragedia de Armero, ocurrida en 1985 a consecuencia de una erupción de este volcán, la cual dejó cerca de 25.000 personas fallecidas y fue la segunda erupción volcánica más mortífera del siglo XX, este es un volcán cuyo monitoreo es prioritario.

Actualmente, se supervisa con cerca de 60 estaciones con las que se miden su actividad sísmica, la deformación del terreno, la temperatura, los gases y los sonidos que emite, entre otros factores.

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Esta supervisión constante le permite a los expertos del Servicio Geológico Colombiano (SGC) conocer los cambios en el comportamiento de esta estructura geológica y emitir alertas como la de esta semana, en la que el Nevado del Ruiz cambió su clasificación de amarillo a naranja, incrementando la probabilidad de que en días o semanas pueda empezar a desarrollarse un proceso eruptivo.

El llamado de los expertos y de entidades como la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ante esta situación ha sido intensificar las medidas de preparación en las entidades territoriales presentes en el área de influencia del volcán para garantizar la respuesta en caso de emergencia.

Mientras tanto el monitoreo continua por parte del SGC. Según explica John Makario Londoño, director de geoamenazas de la entidad, por el momento entre los signos de actividad que muestra el volcán se cuentan anomalías térmicas en el fondo del cráter, la presencia de ceniza y sismicidad que se asocia al movimiento de fluidos y el fracturamiento de rocas producto de la posible intrusión del magma que se está abriendo paso hacia la superficie.

Respecto a qué señales indicarían el inicio de una erupción -algo que hasta el momento no ha sucedido- Londoño señala que sería la confirmación visual a través de las cámaras que tienen instaladas en el volcán.

"En caso de que no se pudiera observar, porque fuera de noche o estuviera nublado o lloviendo, como a veces ocurre, hay unas señales sísmicas que son características de erupciones grandes. Ya las conocemos y si se presenta un tipo de señal de esas características, pues lo más probable es que esté asociada a una erupción del volcán", indica el director de geoamenazas del SGC.

Londoño también explica que la situación actual del volcán puede prolongarse y finalmente volver a un estado de relativa estabilidad, teniendo en cuenta que se trata de un volcán activo.

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"Como el nivel naranja lo indica, estamos en una erupción probable en término de días o semanas. Si en semanas el volcán empieza a mostrar signos de que disminuye su actividad, va bajando la cantidad de sismos diarios que ocurren, ya no emite tanta ceniza, podría uno retornar otra vez al nivel amarillo, pero tomará semanas para poder tener un lapso de tiempo suficiente y evaluar que no se trata de un caso en el que los volcanes hacen una pequeña pausa y vuelven y arrancan con más ímpetu", detalla el experto.

En los últimos días el volcán ha presentado el mayor número de sismos diarios registrados desde que se inició el monitoreo sísmico de este volcán en 1985. El 29 de marzo se contaron unos 11.000 y el 30 de marzo 11.600, de acuerdo con información del SGC.

ALEJANDRA LÓPEZ PLAZAS

REDACCIÓN CIENCIA