Los colegios privados en Colombia no pasan por su mejor momento. Se estima que 769 colegios privados han cerrado sus puertas en Colombia en el último año, de acuerdo con el Directorio Único de Establecimientos Educativos (DUE). Y uno de los casos más emblemático es el colegio La Presentación Sans Façon, en Bogotá, que anunció que este sería su último año en operaciones luego de 126 años de historia, se repiten a lo largo y ancho del país.
Ya había ocurrido con el icónico Colegio La Quinta del Puente, de Floridablanca, Santander, que cerró sus puertas en un anuncio que causó conmoción por lo que esta institución representaba: era uno de los mejores colegios del país, y para ese momento llevaba varios años siendo el de mejor desempeño en pruebas Saber 11 de toda Colomba.
En Floridablanca también anunció su cierre el año pasado el Colegio Seminario San Pío X, otro de los más prestigiosos de este municipio que se ha hecho célebre por el nivel académico de sus instituciones, siempre liderando en todos los indicadores de calidad.
Estos son solo tres de los 769 casos reportados por el DUE, que es elaborado por el Ministerio de Educación. De esta forma, mientras en el mes de enero de 2023 se reportaba un total de 11.188 colegios privados con licencia activa, para enero de 2024 este número había caído a 10.419.
En otras palabras, en tan solo un año cerró el 6,8 por ciento de los colegios privados del país.
Una situación crítica, sostienen desde las diferentes organizaciones de colegios privados, que tiene su raíz en diferentes factores. Uno de ellos, la caída en el número de estudiantes.
Y es que esta fue precisamente la razón para que las tres instituciones mencionadas tomaran esta difícil decisión. El el caso del Seminario San Pío X, su entonces rector Gonzalo Gómez explicó los motivos: “Se volvió inviable ante la escasez de alumnos y la imposibilidad de mantener la carga docente”.
En su último año de operación, el colegio contaba con apenas 70 estudiantes, pero era conocido por sus enormes instalaciones con seis canchas, piscina, y más, que en algún momento alcanzó a tener cientos de alumnos.
Pasó lo mismo con el Sans Façon, que para 2024 cuenta con un total de 189 estudiantes matriculados, muy lejos de la capacidad que tenía la institución de acoger a más de 1.600 niños, niñas y adolescentes.
Y en el caso de la Quinta del Puente, el panorama fue similar. Sus fundadores, Gustavo Salazar Gómez y Matilde González de Salazar, fueron claros en su momento al señalar que el cierre se dio por falta de estudiantes: en la última temporada de isiones que abrieron solo se matricularon 85 alumnos, algo que terminó siendo insostenible.
Ante ello, expertos del sector lamentaron el cierre de La Quinta del Puente. Uno de ellos fue Milton Ochoa, quien con su organización hacen constante seguimiento al nivel académico de los colegios: “El colegio del siglo, durante 5 años ocupó el primer puesto sobre 14 mil colegios de Colombia, 20 años en el top 10. 500 de sus bachilleres en los últimos 30 años salieron con puntajes del 90 % en pruebas saber, es muy triste que se cierre uno de los mejores colegios”.
Esta caída en el número de estudiantes no solo afectaría a los colegios de élite, como los mencionados. De acuerdo con Carlos Roberto Ramos, rector del Colegio San Alejo y Delegado Mesa Distrital de Rectores de Colegios Privados de Bogotá, este es un fenómeno que afecta a establecimientos privados de todos los niveles socioeconómicos.
Martha Yaneth Castillo, presidenta de la Confederación Nacional de Asociaciones de Rectores y Colegios Privados de Colombia (Andercop), considera por su parte que “se debe aclarar a la opinión pública que la mayoría de los colegios privados son estratos 3 y 4 y no como se piensa que todos son de estratos 5 y 6 con pensiones millonarias”.
Según expresó Ramos en un documento de análisis sobre esta situación, “el DUE también revela datos alarmantes. Desde que fue creado el sistema de información educativo del país bajo el decreto 1526 de 2002, el Directorio Único de Establecimientos Educativos inició con 17.124 establecimientos educativos activos y 22 años después se mantienen activos 10.419, lo que representa el cierre definitivo de 6.705 colegios privados. Esto representa que en dos décadas el sector educativo privado ha disminuido su infraestructura y cobertura en un 39 por ciento”.
Para el caso específico de Bogotá, las cifras oficiales de la Secretaría de Educación hablan de 26 instituciones que han cerrado sus puertas nada más entre los meses de enero y junio de 2024.
Según la entidad distrital, el cierre puede obedecer "a múltiples razones", como movimientos demográficos, manejos istrativos de la institución o disoluciones de sociedades, entre otras.
"Es importante tener en cuenta que según los datos de Saludata, la tasa de fertilidad se ha reducido en Bogotá y el número de nacimientos pasó de 116.765 nacimientos en 2008 a 66.567 nacimientos en 2021, lo cual impacta la matrícula educativa en las instituciones oficiales y privadas", señaló la Secretaría.
Los cierres de colegios deben ser solicitados ante la Secretaría de Educación, entidad que analiza en caso la posible causa.
La entidad señaló que brinda acompañamiento y orientación a los establecimientos educativos privados para el fortalecimiento de sus procesos istrativos y pedagógicos, así como la generación de redes que permitan un diálogo constante y colaborativo que contribuya al mejoramiento continuo del servicio público de educación.
Con todo ello, el sector privado en el país hoy tiene al 21 por ciento de los 9,8 millones de estudiantes de primaria, básica y media del país, pero representa alrededor del 77 por ciento de la planta física educativa.
¿Por qué la crisis en los colegios privados?
Analistas consultados por EL TIEMPO, ven distintas razones detrás de estos cierres y de la difícil situación económica de las instituciones educativas privadas. Así lo explica Castillo: “Puede deberse a la alta carga de impuestos, servicios públicos con tarifas comerciales y no diferenciales, el excesivo control de tarifas de matrículas y pensiones que cada año hace el Gobierno y que generalmente está por debajo de los costos reales de funcionamiento, todo esto acompañado de la baja en la matrícula que cada año se va incrementando en la mayoría de los jardines y los colegios, lo que hace que sea más difícil la prestación del servicio”.
Para el experto en Educación, Ricardo Rodríguez, gran parte de la caída de matrículas de los últimos años se debe al efecto de la pandemia: “Con la emergencia sanitaria, entre 2020 y 2021 se evidenció una migración de estudiantes desde colegios privados a los públicos”.
Datos del Sistema de Información Nacional de Educación Básica y Media (Sineb) muestran que para 2021 las matrículas de colegios privados bajaron en 181.000 estudiantes, mientras que los públicos crecieron 150.000. Sin embargo, para 2022 (últimos datos disponibles) el sector privado recuperó 130.000 alumnos.
Lo anterior habría generado una presión financiera en una gran cantidad de colegios privados (no todos atraviesan por crisis), lo que haría insostenible su funcionamiento.
A esto se debe añadir la caída en la tasa de natalidad de los últimos años. Hoy en día, de acuerdo a cifras del Dane, mientras en el año 2000 nacieron 750.000 niños y niñas en el país, en tanto en el 2023 fueron 510.000. Esto repercute en el número de menores que se matricula en los colegios, lo cual se evidencia en una caída de matrículas en general en los últimos años, no solo en instituciones privadas, pasando de 10’239.145 en 2015 a 9’966.211 en 2022.
“El hecho de la notable baja en el índice de natalidad reportada en los últimos años y el deseo de no tener hijos por parte de la mayoría de parejas jóvenes cuyos intereses son diferentes a conformar una familia y se enfocan más en querer viajar o trabajar en campos que les den la libertad y no estar aferrados a un lugar o una familia”, explicó la presidenta de Andercop.
Esta reducción de nacimientos puede no afectar a un sector público que recibe financiación del Estado, donde por el contrario puede ser beneficioso. Pero no lo es para instituciones privadas que dependen exclusivamente de las matrículas para subsistir.
Sin embargo, existe hoy un problema para medir realmente la situación de los colegios privados. Y es que el Ministerio de Educación no ha publicado los datos de matrículas de colegios de 2023, algo que solía hacer con seis meses de retraso. El año pasado se revelaron con 10 meses de diferencia, y este año ya han pasado nueve meses y aún no se conocen las cifras oficiales.
MATEO CHACÓN ORDUZ
Subeditor Vida - Educación