Perrito con ansiedad fue adoptado en una cárcel y cerca de cien presos lo cuidan

César, un perro de 10 años, es adoptado por privados de la libertad.

El complejo de seguridad de Rison, Australia, se convirtió en el hogar de César, un perro de 10 años que padece ansiedad por separación. Foto: iStock

22.03.2023 10:11 Actualizado: 22.03.2023 10:52

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El complejo de seguridad de Rison, Australia, se convirtió en el hogar de César, un perro de 10 años que padece ansiedad por separación. Esto significa que si pasa más de 30 minutos solo empieza a llorar y se inquieta.

El servicio penitenciario de Tasmania y el hogar de perros de la misma ciudad, tienen desde hace 10 años un programa llamado ‘cachorros en libertad’ que trabaja para darle un hogar a los animales que llegan al refugio.

El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal cuenta con un amplio programa de adopciones. Foto:iStock

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Abc News indica que el programa busca que los animales puedan socializar con los presos para que así estén listos en el futuro para ser adoptados.

En las jornadas del programa se percataron que un perro llamado César no podía estar solo pues esto le generaba gran estrés, causándole ansiedad lo que lo llevaba a llorar constantemente por el hecho de no tener compañía.

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Para evitar que el perro sufriera por la ansiedad de estar solo, el adiestrador del perro y los presos de la cárcel Rison reunieron más 9,500 dólares para ayudar en el sostenimiento del perro en la cárcel y darle compañía permanente a César, ya que decidieron adoptarlo por la ansiedad paralizante que padece.

Con el dinero recolectado, pagaron parte de la salud del perro y compraron la alimentación para sostenerlo dentro del centro penitenciario, debido a la avanzada edad que tiene la mascota que requiere cuidados especiales, pues a partir de los 10 años los perros entran a la vejez con el deterioro normal que vienen con la edad avanzada.

Ahora Cesar, no tiene un solo cuidador sino 100 personas que se hacen responsables de su vida y su salud, además de brindarle mucho cariño.

“Los privados de la libertad de la cárcel Rison están pendientes del cuidado y le dan toda la atención que necesita”, dijo uno de los guardias de seguridad del centro carcelario al medio mencionado.

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Los 100 reclusos que están en la penitenciaría sienten a César parte de sus propias familias, piensan que los dignifica y los hace sentir buenas personas,sin importar las razones por las que estén privados de la libertad, puesto que consideran que no solo están haciendo cosas para ellos mismos si no que le están haciendo un bien a un ser vivo que lo necesita.

REDACCION ALCANCE DIGITAL

EL TIEMPO