¿Qué significa que su gato tenga una M en la frente?

En algunas culturas islámicas, la M en los gatos se consideraba una señal de buena suerte.

Si suele darle sobras a su mascota podría estar deteriorando su salud y ocasionar su muerte. Foto: iStock

31.08.2023 15:36 Actualizado: 31.08.2023 15:42

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Los gatos, en especial la especie Tabby, tiene una característica muy particular que ha generado curiosidad a los amantes de estos animales, además de despertar la intriga en los científicos. Es que a los gatos se les forma una M en la frente, la cual se le ha buscado darle explicación a través de múltiples teorías y mitos dependiendo de la cultura.

A los gatos Tabby se les marca de manera particular la letra M en sus frentes, por lo que algunas investigaciones científicas sugieren que esto está relacionado con los patrones básicos de la piel atigrada.

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También, hay leyendas que explican el origen de estas marcas. Una de las historias está relacionada al nacimiento de Jesús, en el que se resalta la historia de una gata que se acercó al establo donde nació y lo arrulló con su ronroneo.

Como agradecimiento, la Virgen María dibujó una M en la frente del felino, siendo a partir de ese momento que los descendientes de esta gata hasta el día de hoy llevan esa marca, como representación del agradecimiento de la madre de Dios.

Esta leyenda ha generado que los gatos de la raza Tabby sean considerados especiales, bondadosos y cariñosos, conquistando el corazón de los amantes de los gatos.

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La M de los gatos en la frente según el Islam

La región islámica también tiene su propia historia sobre la manera se le hizo la M a los gatos atigrados.

Según cuenta la leyenda, Mahoma, el fundador del Islam, tenía un gato atigrado llamado Muezza, al que amaba y respetaba profundamente.

Este gato salvó al profeta de ser atacado por una serpiente y como agradecimiento le acarició la frente dejándole su propia marca, la letra M.

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Gracias a esta marca impuesta por el profeta Mahoma, los gatos atigrados son animales muy adorados y cuidados en la religión islámica.

Aunque estas leyendas realmente no se pueden comprobar científicamente, si logró que se creará un aura de misticismo y fascinación religiosa sobre estos animales.