Colombia es el país con más especies de lagartijas del género ‘Anolis’

El 43 por ciento de las lagartijas del género Anolis que existen en el continente viven en el país, según la más reciente edición del Atlas de la biodiversidad de Colombia, publicado hoy por el Instituto Humboldt.

Colombia cuenta con cerca de 78 especies del género Anolis, las cuales se agrupan en 10 grupos de especies con características corporales y ecológicas similares, también conocidos como ecomorfos.

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En el Atlas de la biodiversidad, una publicación anual que entrega datos sobre distintas especies del país, este género de lagartijas es el protagonista y los lectores podrán conocer sobre dónde se encuentran, cuál es su estado de conservación y las respuestas a muchas otras preguntas.

Las Anolis se distinguen de otras por presentar unas laminillas extendidas en la superficie ventral de los dedos que cumple una función locomotora, facilitando su adhesión a diversas superficies de los árboles, y por la presencia –generalmente en los machos, pero en las hembras de algunas especies también– de un pliegue de piel extensible y colorido en la garganta que usan para comunicarse.

De acuerdo con Nicolás Urbina-Cardona, profesor asociado de la Pontificia Universidad Javeriana, “la gran diversidad de los Anolis se debe a una combinación muy interesante de procesos biológicos, históricos y ecológicos. Cada especie se ha adaptado a condiciones particulares de los hábitats donde se encuentra, lo cual refleja una variedad de formas y comportamientos”.

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Según los resultados del informe, las áreas con mayor número potencial de especies se encuentran en las regiones Pacífica, valle medio del río Magdalena y Amazónica. Fenómenos como la deforestación vienen transformando estas áreas, convirtiéndose en un factor que incrementa los riesgos de extinción para las poblaciones de anolinos. Las especies endémicas de la región Andina colombiana se enfrentan a esa misma problemática; se estima que allí, solamente permanece el 27 % de los ecosistemas boscosos.

El cambio climático es otra de las amenazas que enfrentan estas lagartijas en la alta montaña: al poseer habilidades de termorregulación ajustadas a regímenes de bajas temperaturas, se ven afectadas con el incremento de la temperatura.

Ahora bien, Colombia cuenta con cerca de 78 especies, las cuales se agrupan en 10 tipos de especies con características corporales y ecológicas similares, también llamados “ecomorfos”. El alto número de especies de anolinos en nuestro territorio representa el 40 % de la diversidad continental de este grupo y alrededor del 18 % de diversidad conocida globalmente.

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“Este número puede ser superado porque aún desconocemos bastante sobre la taxonomía del grupo pero también porque muchas regiones del país aún no han sido exploradas en cuanto a la diversidad de estas lagartijas”, señala Rafael Moreno, Doctor en Ciencias Biológicas, investigador del programa de Ciencias Básicas y autor del Atlas. 

A pesar de la alta diversidad de anolinos en Colombia, su estado de conservación a nivel nacional indica que solamente tres especies están categorizadas como amenazadas: dos En Peligro -EN- y una En Peligro Crítico de extinción -CR-, mientras que la gran mayoría permanece como no amenazada, principalmente por el limitado conocimiento de sus distribuciones y tendencias poblacionales.

De acuerdo con Moreno, el atlas busca fomentar el interés en estas lagartijas proveyendo información clave como la distribución geográfica y del hábitat para 58 de 73 especies continentales.

REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE

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