“Unidos lograremos salvar a nuestro planeta y generar una conciencia en la que la sostenibilidad esté presente en nuestras acciones”, dijo el presidente Iván Duque, hoy durante su intervención en la primera sesión de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, denominada ‘Nuestra Carrera Colectiva hasta 2030’.
En el evento virtual, el primer mandatario, quien estuvo acompañado por el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, llamó a la acción climática e instó a todos los países a sumarse al acuerdo de los líderes globales por la protección de la naturaleza. “Son 84 países del mundo que han firmado estos 10 principios, queremos que esto se extienda”, agregó.
Así mismo, el presidente Duque pidió que, de manera urgente, se generen mecanismos innovadores para hacer cambios de deuda por la protección efectiva del clima. Además, planteó la importancia de “capitalizar las instituciones de desarrollo como el Banco Interamericano de Desarrollo para que promueva herramientas que financien estas grandes políticas hacia la carbono neutralidad y la reducción sustancial de Gases de Efecto Invernadero”.
En este camino, el presidente destacó que si bien Colombia solo representa el 0,6 % de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el mundo, se fijó una meta ambiciosa de 51 % en su reducción para el 2030, por lo tanto, es necesario que los países que más contribuyen con estas emisiones adelanten acciones contundentes.
Para lograrlo, Duque enfatizó en la transición energética y los avances hacia un transporte más limpio. "Gracias a las medidas e incentivos que hemos creado, nosotros ya tenemos la flota de transporte público urbano eléctrico más grande de América Latina y del Caribe, y la flota de carga eléctrica más grande también en nuestra región”, explicó.
De igual manera, la lucha contra la deforestación, la meta de sembrar 180 millones de árboles para 2022, la política de economía circular y la puesta en marcha del Pacto de Leticia para proteger la Amazonía son iniciativas que están contribuyendo en el cumplimiento de nuestros compromisos climáticos.
Según la plataforma creada por el Ministerio de Ambiente para hacer seguimiento a los árboles sembrados en el país, hasta hoy se habían sembrado 57.804.056 de los 180 millones prometidos.
Ver aquíPara Silvia Gómez, directora de Greenpeace, resulta realmente preocupante la situación de la deforestación en Colombia, donde además se pone en jaque el corazón de la Amazonía.
"Un estudio por FCDS señala que se perdieron 75 mil hectáreas de bosque nativo según cifras del 2020, que además indica que la tendencia en el primer trimestre del año estuvo por encima del 85% con relación al año pasado. La Amazonía padece del 62% de la deforestación en Colombia", agregó Gómez.
Las críticas
Además de que no es claro el seguimiento que se está haciendo a los árboles sembrados (pues algunas de estas plántulas pueden morir en el proceso), expertos en cambio climático critican la falta de coherencia entre estas medidas y las intenciones de este Gobierno por seguir dependiendo de los combustibles fósiles en los próximos años.
Y aunque Duque advierta que el país está transitando hacía las energías renovables, de acuerdo con María Laura Rojas, experta en cambio climático y directora ejecutiva de la organización Transforma, el país sigue apostándole a generar energía a partir de termoeléctricas que usan carbón.
"Según la base de datos de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), actualmente existen por lo menos 12 proyectos de este tipo que podrían ser implementados en los próximos años, esto sin contar los de generación con base en gas", resaltó Rojas en una columna de opinión publicada en EL TIEMPO.
También aseguró que seguir pensando que el petróleo, el carbón y el gas son la salvación frente a la crisis económica por la que atraviesa el país, o la base de la economía del futuro, es un riesgo que tendrá consecuencias desastrosas a nivel social y climático.
"Es inconcebible que el Conpes de Reactivación frente al Covid-19 insista en que los sectores de hidrocarburos y minería son prioritarios para la reactivación debido a sus aportes en materia de regalías, impuestos, inversión extranjera directa y contraprestaciones económicas a favor de la nación, sin hablar de planes de transición".
Y como si fuera poco, un estudio realizado sobre la consistencia entre flujos financieros públicos en Colombia y ambición climática, encontró que en incentivos para energías renovables se invierte 11,5 millones de dólares anuales versus 6 mil millones de dólares anuales para subsidios a combustibles fósiles.
Para Elisa Arond, investigadora en el Instituto del Ambiente de Estocolmo, “hay una desconexión preocupante entre esta ambición climática y los planes de seguir expandiendo la producción de los combustibles fósiles en Colombia”.
Por último, para Andrés Gómez, ingeniero de Petróleos de la Universidad Nacional y miembro de la organización Censant Agua Viva, Colombia es uno de los países más vulnerables a los efectos de la crisis, "pero la respuesta del gobierno son pronunciamientos vacíos en el ámbito internacional, como aquel de aumentar a un 51% las ambiciones climáticas, que contrastan con políticas concretas de intensificación del modelo extractivo: fracking, gas offshore, minería de metales a gran escala, aumento de plantas térmicas a carbón, deforestación para la ampliación de la frontera agroindustrial".
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