Desde hace más de 10 años, la Armada Nacional de Colombia está impulsando un proyecto para construir y mejorar la estación de guardacostas que existe en el Parque Nacional Natural Gorgona, uno de los más importantes del país y reconocido por su buena gestión en la conservación de los recursos naturales.
El argumento es que Gorgona es un sitio estratégico como enclave militar. Ubicado en la mitad de camino entre Buenaventura y Tumaco, es el escenario ideal para el establecimiento de patrullaje en una de las rutas del narcotráfico más importantes que existen en Colombia y que comunican por vía marítima al Pacífico con Centroamérica.
El 31 de diciembre de 2015, y tras 29 días de haberse hecho la solicitud, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) entregó la licencia para adelantar el proyecto. Desde entonces, la Academia Colombiana de Ciencias Exactas Físicas y Naturales ha mandado dos cartas a la Anla; el Comité Científico del PNN Gorgona ha enviado tres cartas (una a Parques Nacionales y dos al entonces presidente Juan Manuel Santos); y el reconocido ambientalista Ernesto Guhl envió una misiva a la Procuraduría, y en todas advierten que la construcción del muelle y la subestación de guardacostas en la isla de Gorgona afectará gravemente uno de los ecosistemas mejor conservados del país con consecuencias que no se han analizado.
El profesor e investigador de la Universidad del Valle Alan Giraldo, integrante del Comité Científico del PNN Gorgona, asegura que la licencia 1730 que otorgó el permiso para la construcción de las obras en la isla tiene deficiencias que han sido documentadas.
Entre los impactos que según expertos se generarían están las afectaciones a arrecifes coralinos, litorales rocosos, especies marinas y terrestres que por los procesos de desarrollo de las obras como el posterior uso de las mismas afectarían gravemente el ecosistema.
Por eso, luego de reuniones entre científicos y expertos, la licencia original ha recibido varios cambios. Por solicitud del Ministerio de Defensa, la Anla ha hecho tres aclaraciones sobre la construcción del radar y la subestación de guardacostas, y estipuló la modificación de la licencia para la construcción del muelle.
El capitán de navío Javier Bermúdez, comandante del grupo de Guardacostas del Pacífico de la Armada, destacó que la Armada ha hecho los estudios necesarios y los cambios requeridos para que el muelle tenga el menor impacto ambiental posible, por lo cual se han presentado variaciones ante lo solicitado por los ambientalistas. “Podemos decir que esa licencia ambiental entregada por la Anla nos permite tener la tranquilidad de que cumplimos con todas las exigencias”, dice.
Para los ambientalistas “si bien hay cambios sobre la ubicación de la construcción del muelle, en la modificación de la licencia no hay un plan de compensación para la afectación de los ecosistemas marinos, solamente para los terrestres”.
Según la Anla, “de conformidad con la normatividad ambiental vigente no existe disposición alguna que contemple o exija al beneficiario de una licencia ambiental un plan de compensación para la afectación de los ecosistemas marinos, tal como sí ocurre con los ecosistemas terrestres”.
Las tres obras
El proyecto, denominado ‘Construcción, operación, abandono y restauración de la Estación de Guardacostas en la isla Gorgona y obras complementarias’, plantea el desarrollo de tres obras: una torre de comunicaciones con un radar en el punto más alto de la isla a 330 m. s. n. m. (que ya está hecha); la construcción de un muelle de 170 metros (obras que iniciarían en enero de 2023); y la construcción de una subestación de guardacostas de tercer nivel (con bloque istrativo, bloque alojamiento infantes y oficiales, bloque de cocina y comedor). Además, se construiría un tanque de almacenamiento de 5.000 galones de combustible.
Es financiado por la Oficina Internacional de Asuntos Antinarcóticos y Procuración de Justicia de Estados Unidos. Según el capitán Bermúdez, el desarrollo del muelle no solo servirá para el desarrollo de actividades de interdicción militar en las costas del país, si no que funcionará para el cuidado del medioambiente, mediante un trabajo de patrullaje para evitar el desarrollo de actividades pesqueras irregulares o de afectación a la fauna.
Esa es una afirmación que respalda Parques Nacionales Naturales. La entidad le dijo a EL TIEMPO que si bien Parques Nacionales no es quien decide sobre la viabilidad de los proyectos licenciables dentro de su jurisdicción, dado que esta competencia corresponde a la Anla, sí es cierto que el aumento en la capacidad militar de la Armada en Gorgona mejorará la seguridad y el control territorial.
“La permanencia de la Armada Nacional en el Parque va a fortalecer las labores de prevención, vigilancia y control de infracciones y delitos ambientales como lo pesca ilegal y facilitará la logística para atender cualquier incidente que se presente en la parte marina del Área Protegida, pues el personal militar podrá reaccionar de manera rápida ante cualquier eventualidad que requiera el acompañamiento de esta Fuerza”, señaló Parques Nacionales.
La última comunicación hecha por la Comité Científico asegura: “nos ha llamado la atención que ni la más mínima recomendación realizada por el Comité Científico e instituciones tan serias como el Invemar, ha sido discutida por la Armada Nacional para un posible replanteamiento del proyecto. Seguimos en total desacuerdo sobre la instalación de un radar que requiera combustibles fósiles en la isla y que afecte la fauna”.
Y agregan: “Preferiríamos que dejaran a Gorgona tranquila como lo que es y se destaca mundialmente: un área para la protección de nuestro patrimonio natural. Una solución a todo este problema radica en que la Armada identifique otro lugar en la extensa costa Pacífica colombiana, con 1.300 kilómetros de longitud, para ubicar su proyecto y respete la integridad de Gorgona”.
Según el científico Alan Giraldo, la Armada no consideró otras posibilidades, como fondear un buque frente a las costas continentales del país, y que ese barco funcione como base de operaciones militares para el desarrollo de actividades de seguridad militar y defensa ambiental.
Ante ello, el capitán Bermúdez explica que un buque con esas características no podría funcionar como base militar, debido a los altos costos y a que esos navíos funcionan moviéndose alrededor del mar, no estableciéndose como base en la mitad del océano.
Una joya ambiental
“Gorgona es el Parque Nacional bandera del Pacífico colombiano —señala Giraldo—. Durante años ha tenido un manejo adecuado al punto de que ha sido reconocido mundialmente como uno de los parques en países tropicales de gran importancia desde el punto de vista de la conservación, del relacionamiento con la comunidad, de manejo ambiental. Es una joya ambiental. Al haber intervención de esta magnitud van a haber afectaciones”.
“En su momento cuando esto surgió los que tuvimos la oportunidad de mirar la documentación de soporte identificamos debilidades en la gestión del ejercicio de la licencia ambiental, que se pusieron de manifiesto y que hicieron que postergara durante tantos años la implementación de la obra”, agrega el experto.
Si nada cambia, el próximo 10 de enero iniciaría la construcción del muelle de la Armada en la isla de Gorgona. Según le confirmó la Anla a EL TIEMPO, a pesar de los cuestionamientos de los ambientalistas que llevan siete años objetando el desarrollo del proyecto, la licencia sigue en firme.
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