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La relación de El Niño y el cambio climático con incendios: una fórmula catastrófica
La combinación de estos factores puede continuar aumentando las temperaturas planetarias en 2024.
Bogotá. 23 de enero de 2024. Desde tempranas horas la mañana, Bomberos, Defensa Civil y la Brigada de Ingenieros de las fuerzas militares, realizan acciones para detener el incendio que inició desde tempranas horas de la mañana del 22 de enero de 2024. Foto: Sergio Acero Yate / El Tiempo
Después de que las autoridades climáticas, como la Organización Meteorológica Mundial (OMM), declararan al 2023 como el año más caluroso del que se tiene registro, todo apunta a que en el 2024 se continúen rompiendo récords en un escenario en el que la combinación la temporada más intensa del fenómeno de El Niño y el cambio climático jugarán un rol importante.
"Es evidente que el paso de un episodio de La Niña —y su efecto de enfriamiento— a un episodio de El Niño —y su efecto de calentamiento— que se produjo a mediados de 2023 ha influido en el aumento de la temperatura del año pasado. Los efectos de El Niño en las temperaturas mundiales suelen ser más intensos después de que el episodio haya alcanzado su apogeo, por lo que 2024 podría ser aún más caluroso", explicó este mes la profesora Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM.
Un vaticinio que parece verse corroborado por las escenas de devastadores incendios forestales y los récords de altas temperaturas que se han registrado no solo en municipios colombianos, sino en varias ciudades de Suramérica. Eventos extremos que los científicos atribuyen sin dudarlo a los efectos que la intervención humana ha tenido en el planeta.
Base militar el Picacho y vereda Ucatá, localizada en inmediaciones de El Picacho, en el Páramo de Berlín. Foto:Jaime Moreno
Y es que, aunque el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha señalado que la evidencia científica no muestra hasta el momento que el calentamiento global haya modificado en sí cómo ocurren y se desarrollan los fenómenos de El Niño o La Niña -calentamiento o enfriamiento del océano Pacífico-, reconocen que sus efectos sobre el clima de las regiones sí se ven amplificados por la crisis climática.
Como lo explica la profesora titular de la Universidad de Antioquia, Paola Arias, quien hace parte del IPCC, lo que estamos viendo hoy es una especie de tormenta perfecta en la que se unen varios factores: “Termina siendo una combinación de muchas cosas. Por un lado, estamos atravesando un fenómeno de El Niño que genera condiciones secas y cálidas en Colombia, pero además estamos en unos meses de temporada seca para nuestra región, donde las temperaturas tienden a ser mayores, a lo que se le suma el cambio climático y sabemos que en general las temperaturas del planeta están aumentando”.
De esta manera tenemos una fórmula que propicia que se produzcan condiciones meteorológicas que favorecen, por ejemplo, una vegetación más seca e inflamable que propicia incendios forestales como los de los cerros orientales de Bogotá. Con agravantes, como señala la profesora Arias, que en el caso particular de estos incendios que ahogan a los capitalinos, se generan en zonas donde la cobertura natural ha sido reemplazada por especies como pinos y eucaliptos, que son un combustible fácil para las llamas.
Heladas en Cundinamarca . En Zipaquira Luis Javier Bello y su esposa Rosa María Virguez ganaderos dedicados al ordeño de leche con más de 60 vacas sufrieron hoy las fuertes heladas que se presentaron disminuyendo su producción de leche con temperaturas inferiores a 3 grados . Zipaquira 24 de enero del 2024. Foto @mauriciomorenofoto MAURICIO MORENO EL TIEMPO Foto:MAURICIO MORENO
“Todos esos factores muestran que hay algo de natural, como el asunto de que está ocurriendo El Niño, pero hay una intervención humana clara. Solamente con el hecho de tener cambios de cobertura que fueron generados por seres humanos y tener acción directa en términos de generar el fuego. Ahí hay una intervención directa y además el hecho de que las temperaturas se están aumentando por el cambio climático”, detalla la docente de la UdeA.
El IPCC también concluyó que es probable que los efectos de los fenómenos extremos de El Niño y La Niña sean más graves a medida que el planeta se siga calentando. En ese sentido, el profesor de la Universidad Nacional, Germán Poveda, quien hizo parte de este grupo de expertos entre 1998 y 2015, señala que "es claro que El Niño está jugando un papel crucial para explicar la magnitud y extensión de las sequías hidrológicas, meteorológicas y agrícolas, así como las altas temperaturas que estamos experimentando en estos días".
Y agrega: "Cada vez hay más certeza que el cambio climático causado por el hombre (por emisión de gases de efecto invernadero, quema de combustibles fósiles y deforestación) está causando fenómenos El Niño (y La Niña) cada vez más frecuentes y más intensos", indica el docente.
Además, señala que un estudio reciente acaba de demostrar lo mismo en relación con la sequía actual que está padeciendo la cuenca Amazónica y el norte de Sur América incluyendo Colombia: "El Niño redujo la cantidad de precipitaciones en la región aproximadamente en la misma medida que el cambio climático; sin embargo, la fuerte tendencia a la sequía se debió casi en su totalidad al aumento de las temperaturas globales, por lo que la gravedad de la sequía que se experimenta actualmente se debe en gran medida al cambio climático".
Por otra parte, para expertos como la profesora Catalina González Arango, del departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de los Andes, está de acuerdo en que hay evidencia científica que mostraría que El Niño sí se ha venido intensificando.
"Parece que al haber más calor en los océanos por el calentamiento global, los procesos como el Niño se intensifican. Es por eso que desde 1960 hay una tendencia a tener fenómenos de El Niño cada vez más intensos", señala la docente, quien está de acuerdo en que la convergencia de este evento climático con la hidrometeorología colombiana, seca en esta época del año, hace que esta temporada de 2024 sea perfecta para generar y propagar incendios.
Lo que es claro, es que en un escenario de cambio climático, la tendencia no es a mejorar las condiciones del planeta. De acuerdo con la OMM, en la última década (2011 y 2020,) el ritmo de este fenómeno aumentó de forma alarmante, siendo la década más cálida desde que hay registros.
Un informe en el que además se advirtió que el continuo aumento de las concentraciones de gases de efecto invernadero dio lugar a temperaturas terrestres y oceánicas sin precedentes y potenció una aceleración drástica de la fusión de los hielos y el aumento de nivel del mar.