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Entrevista
'La transición energética no tiene color político': Gustavo De Vivero
En diálogo con EL TIEMPO, el experto habla sobre las nuevas narrativas en torno a esa propuesta ambiental.
Gustavo De Vivero es experto en transición energética justa, política climática y análisis del sector eléctrico. Foto: Cortesía
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En el marco del Encuentro Internacional de Innovación y Nuevas Narrativas en Divulgación de la Ciencia, organizado por la Asociación Colombiana de Periodismo Científico, conferencistas de Colombia, Alemania, México y España se dieron cita hoy en Yopal (Casanare). El evento es un espacio para fortalecer las capacidades de periodistas y divulgadores científicos, explorando formas innovadoras para contar historias relacionadas con este sector y que impacten en las agendas mediáticas regionales, nacionales e internacionales.
Uno de los es es sobre las “Nuevas narrativas de la transición energética justa”, dirigido por Gustavo De Vivero, experto en el tema y actual miembro del equipo de Climate Action Tracker. En diálogo con EL TIEMPO, De Vivero habló sobre la importancia de cómo se comunica esta transición, los retos que enfrenta Colombia para lograrlo y las diferencias con otros actores sociales.
Gustavo de Vivero hace parte del equipo de Climate Action Tracker. Foto:Cortesía
¿Por qué cree que es importante hablar de la transición energética desde nuevas narrativas?
Una de las cosas que yo he encontrado es que, en la mayoría de las veces, se habla de este tema de la transición energética como encerrado en burbujas muy técnicas o en nichos muy específicos, ya sea en la parte técnica o política. Ya hemos llegado a un punto donde la transición energética ya no es de nichos; ya estamos hablando de una transición energética más amplia, que abarca más sectores.
Entonces ya es necesario elevar un poco la narrativa, elevar un poco el discurso o las conversaciones de la transición energética, porque afectan más allá de una simple transición de combustibles fósiles a energías renovables. Ya no estamos hablando simplemente de un tema técnico, sino estamos hablando de a la energía, costo de vida, de seguridad energética, de posicionamientos geopolíticos.
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Entonces, ¿cuál es el reto de comunicar la transición energética a diferentes sectores?
Es un reto que tenemos, pues desde mi frente —digamos, los analistas, las personas más técnicas— en poder hacer análisis relevantes en los contextos en los que estamos, pero también poderlo comunicar de una forma que sea asequible y que la persona que nos esté leyendo sea capaz de relacionarse y sea capaz de entender que no estamos hablando de temas muy lejanos a ellos. Entonces, es un tema que va desde la creación, desde el conocimiento, hasta la divulgación de ese mismo conocimiento y ahí es donde está el reto.
La COP16 se celebró en Cali, Colombia, entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre de 2024. Foto:Ernesto Guzmán Jr. EFE
¿Cómo evalúa las políticas del gobierno actual de Colombia en materia de transición energética?
Creo que para nadie es un secreto que la transición energética, en particular el cambio climático, es un eje central en la agenda del gobierno actual. Se ve en las políticas, se ve en los discursos, no solo a nivel nacional, sino en las arenas internacionales. Colombia fue el anfitrión de la COP 16 y, a pesar de ser de biodiversidad, hubo un vínculo muy estrecho con el cambio climático y con la transición energética.
Es claro que hay una voluntad política gigantesca, y le damos la bienvenida y la apreciamos, pero yo creo que el tema con Colombia es que tenemos una brecha entre la ambición y la implementación. Tenemos mucha ambición —que es necesaria—; pero en la implementación estamos quedándonos cortos.
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Y claro que hay temas nacionales, hay temas de política nacional que pueden acelerar esta transición o esa implementación. Sin embargo, yo lo veo personalmente que son temas de financiación. No está llegando a Colombia la financiación climática desde el punto de la financiación internacional, que es necesaria para acelerar la transición. Y eso es un tema: la falta de ambición a nivel global está afectando la implementación local en Colombia.
¿Cómo lograr esa transición, teniendo en cuenta que somos un país extractivista?
Primero hay que entender que salir del extractivismo requiere que sea gradual por temas de economía y temas de espacio fiscal. Y volvemos a lo mismo: el éxito de esa política termina estando más en los temas internacionales de financiamiento de la deuda. Si Colombia quiere en verdad salir del extractivismo, necesita diversificar su economía, y para lograrlo necesita tener un flujo financiero externo que esté alineado con esa diversificación.
La energía eólica es una energía renovable clave para la transición energética. Foto:EL TIEMPO
Sin embargo, en el momento en que Colombia o Petro anunció que no iba a dar licencias a nuevas exploraciones petroleras, de inmediato el marco financiero internacional arrancó a Colombia; lo penaliza con un riesgo país más alto. Lo que hace es que, inmediatamente, el préstamo, las deudas y el interés a Colombia se pusieran súper costosos, lo que afecta no solo la transición energética, sino toda esa política de desarrollo e inversión social de Colombia.
Esto quiere decir: no podemos hacer una descarbonización o implementar estas políticas ambiciosas de la transición energética y salir de una economía extractivista si no hay un cambio en las estructuras internacionales financieras.
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Hay actores sociales que están en contra de la transición energética, ¿cree que esté relacionado con las agendas políticas?
Para mí, volvemos a tocar el centro de cómo empezamos la conversación: las narrativas. Las narrativas son fundamentales para poder lograr eso, para poder hacer entender que no estamos hablando de una bandera política del presidente de gobierno. La transición energética es amplia, es una revolución, es una transformación económica que no está ligada y no tiene color político.
Y para eso volvemos a las narrativas. Hay que entender y hay que vincular la transición energética con prioridades más amplias de desarrollo, con prioridades más amplias de justicia social. Y si hay detractores de la transición energética, como los hay, poder traerlos a la conversación, poder entender cuáles son esos miedos a la transición energética, e incluso ver cómo la transición energética puede solucionar posibles miedos. Entonces, es muy importante traer de manera informada y con argumentos sólidos a los diferentes actores a la conversación.
Valentina Robles Angarita - Redacción Impreso
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