‘Debemos seguir teniendo un rol importante en la construcción de paz’

En la historia reciente del liderazgo social en el país hay muchos nombres, pero el de Clemencia Carabalí Rodallega, resalta. 

Es defensora de derechos humanos, de la paz, de víctimas, y mujeres negras. En 2019 recibió el premio de Defensora del Año y, en 2021, la organización Woodrow Wilson (EE. UU.) reconoció su trabajo a favor de las afrocolombianas. Las amenazas e instigaciones que ha recibido por parte de grupos armados con incidencia en Cauca, de donde es oriunda, no la han detenido.

Carabalí sí que ha sabido juntar y construir en colectivo. Fundó la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte de Cauca y ha trabajado de la mano con la vicepresidenta Francia Márquez en el Proceso de Comunidades Negras y otros espacios de defensa de los derechos étnicos y territoriales de su departamento.

Hizo parte del movimiento político de la vicepresidenta, Soy porque Somos, trabajó con ella durante la campaña, como lo ha hecho en 20 años, y ahora recibe la responsabilidad de dirigir la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer. Nombramiento que redunda el mensaje del Gobierno de trabajar con y para las poblaciones históricamente marginadas.

El pasado 13 de septiembre, asumió el cargo, es la primera vez que está en lo público en un rol de carácter nacional. “Ha sido un proceso de aprender de temas que antes no abordaba, como el aborto”, le dijo a EL TIEMPO. Aún hay varios asuntos que la entidad está desarrollando en su plan de acción, pero ya tiene trazados ejes que serán columna vertebral para el cumplimiento de su misionalidad.

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La consejera se abstuvo de responder qué consideraciones le genera, estando en cabeza de la entidad que vela por los derechos de las mujeres, el nombramiento de Cielo Rusinque en el Departamento de Prosperidad Social y señalada de hostigar a víctimas de violencia de género del profesor Fabián Sanabria, quien fue en el pasado su cliente; así como de la posibilidad de que Hollman Morris, señalado de acoso sexual y laboral, de ser el próximo gerente de RTVC.

Este es un gobierno del cambio. Mi experiencia en el territorio con las organizaciones, tanto a nivel local como regional y nacional, contribuirá a ese cambio desde la Consejería, especialmente para que la inclusión de las mujeres sea una realidad, especialmente de aquellas que han estado invisibilizadas.

La posibilidad de tener una mayor apertura al diálogo, la articulación con los movimientos sociales de mujeres a nivel local, regional y nacional. El conocimiento de donde vengo, de lo que he vivido como mujer étnica y de la periferia, de mi labor como mujer cuidadora de la vida y del territorio, de articuladora comunitaria y gestora de procesos sociales en búsqueda de la paz.

Mi visión, que es la de muchas mujeres que viven en lugares afectados por el conflicto armado, se articulará con otras perspectivas y realidades, porque esta Consejería será un espacio abierto para todas las mujeres.

El enfoque étnico y territorial hay que fortalecerlos. Trabajaremos por las más excluidas en los territorios articuladas con los distintos mecanismos de mujeres, como enlaces de género, secretarías de la Mujer departamental o municipal. Y sobre el enfoque étnico, puntualmente, queremos responder a este con un equipo étnico, conformado por una mujer afrocolombiana, raizal, palenquera, indígena, campesina, con discapacidad y de la población LGBTIQ+. Esto con miras a 2023 y el propósito es que con ellas podamos construir las estrategias abordando la diversidad y aplicando el enfoque étnico y de género.

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Hemos priorizado cinco ejes principales y tres transversales. Primero está la autonomía económica de las mujeres. La Consejería no es ejecutora, pero gestionamos, facilitamos y articulamos asistencia técnica. Así mismo, la Consejería cuenta con el Fondo Mujer Emprende y queremos hacerle ajustes para que sea asequible a las mujeres y puedan tener garantías de créditos. En este eje también está un trabajo por delante para el cierre de brechas laborales, donde el trabajo con el sector privado es muy importante.

La segunda línea es mujeres libres de violencia y justicia sexual y reproductiva. Aquí trabajaremos en los conceptos de nuevas masculinidades, violencias basadas en género, plan de acción contra el feminicio, la trata de personas y explotación sexual de mujeres y niñas. En tercer lugar está el eje de justicia, paz y seguridad. En el marco de la paz total, las mujeres debemos seguir teniendo un rol importante en la construcción de paz. Nosotras, por esencia, somos constructoras de paz y debemos garantizar nuestra participación. Queremos construir un plan de acción a la luz de la Resolución 1325 de 2000 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (que insta a los estados a incluir a más mujeres en la resolución de conflictos) para aportar en la consolidación de la paz total. Y aquí, por último, quiero agregar que trabajaré por la garantía para las mujeres defensoras de derechos humanos. Soy defensora y sé de la necesidad de que podamos ejercer nuestra labor en los territorios en un entorno protector.

La cuarta línea tiene que ver con la feminización del Estado, es decir, cierre de brechas en las diferentes ramas del poder público, paridad, enfoque de género en todo, es decir, políticas públicas, planes, programas y proyectos de ley. Aquí haremos incidencia en el Congreso para que todas las iniciativas como la reforma tributaria, política, plan nacional de desarrollo tengan enfoque de género, así como un trazador presupuestal para poder cumplir.

Uno, la interseccionalidad y no discriminación, hay que garantizar la inclusión de mujeres indígenas, negras, palenqueras, LGBTIQ+, en condición de discapacidad, y que esta inclusión sea transversal a todo lo que hagamos. Dos, la cooperación, queremos que el apoyo de la cooperación impacte a más mujeres. Y tres, la comunicación. Queremos una comunicación que incida, visibilice y cuide a las mujeres, ayude a prevenir y atender violencias.

Nos hemos venido articulando con el Departamento Nacional de Planeación para la construcción de la metodología y garantizar la participación de las mujeres en las mesas de diálogo. Hemos acompañado esas mesas, convocando a las mujeres, porque no queremos que sean solo asistentes, sino que aporten y lleven ejercicios previos como las construcciones de planes de desarrollo con enfoque territorial. Queremos garantizar que haya presupuesto para todo el capítulo de mujeres, porque de nada sirve que participemos con propuestas, pero no se aseguren los recursos.

Las mujeres están viendo que sí se puede, siento que ha valido la pena el ejercicio de apostarle al cambio y siento la ilusión de poder ver el cambio. Y eso implica responsabilidad y compromiso. Hay mucha esperanza sobre las mujeres en el gobierno del cambio. Para eso hemos venido, para trabajar por ese cambio.

La intención del Presidente es cumplir con la paridad y él ha dado pasos hacia allá. Pero hemos encontrado una gran limitante. El Gobierno anterior dejó muchas barreras para avanzar en muchas de las aspiraciones que tenemos, como dejar personas contratadas hasta diciembre. Tenemos esperanza de que el tema de la paridad se cumpla. No hemos expedido una circular por las circunstancias y en su momento lo haremos.

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Mire lo que pasó con las curules de paz. Se planteó que fueran listas cremalleras, buscando garantizar una amplia participación de las mujeres, pero la mayoría de los electos fueron hombres. Esto pasó porque en muchos casos pusieron a las mujeres de relleno, de segundo lugar. Como el hombre iba primero, tenía la ventaja. Se tienen que dar todas las herramientas que garanticen la participación efectiva de las mujeres.

Esto debe ser transversal, finalmente es en los partidos donde dan los avales. Allí es donde se deben generar condiciones para que las mujeres encabecen las listas. Desde allí debe partir esa garantía de participación para las mujeres. 

Entre los temas que avanzó el anterior Gobierno está la política pública. En abril de este año se expidió el Conpes 4080, que es la directriz en política pública que nos orienta. Sin embargo, a esta política hay que incluirle el enfoque territorial e interseccional. Esperamos que este sea nuestro legado.

Somos dos mujeres negras, colombianas, lideresas, defensoras de derechos humanos y comprometidas con el cambio. Tenemos que trabajar articuladamente, lo hemos venido haciendo y lo queremos seguir haciendo en función de lo colectivo. La Consejería es una instancia que depende de la Vicepresidencia y uno de los grandes retos que tenemos es sacar el Ministerio de la Igualdad. Me da mucha ilusión trabajar junto con ella, porque es una mujer de la que tengo mucho que aprender. Hemos compartido mucho y esta es una oportunidad para seguirlo haciendo desde lo público.

Estamos trabajando en él y articulados desde la Consejería y la Vicepresidencia para que sea un proyecto lo más integral posible.

No sabemos aún. Eso es parte de lo que se está discutiendo para ver qué es lo más conveniente. La Consejería ha sido un espacio donde las mujeres se lo han jugado por sus derechos.

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Apenas estamos mirando eso con el equipo, una asesora está diseñando el accionar de la Consejería para ver cuál es papel que debemos desempeñar y estamos a la espera de que nos lo presente.

Igualmente, es un tema que estamos analizando.

NATALIA TAMAYO GAVIRIA 

REDACCIÓN DOMINGO - EL TIEMPO

En Twitter:  @nataliatg13