Jeans descaderados, entre las prendas de los 2000 que regresan

El regreso de la moda de los años 2000 es un hecho. Basta con ver las vitrinas y los maniquís de las tiendas de ropa más populares para darse cuenta de que los pantalones 'descaderados', las mini mini faldas y los crop tops, aún más cortos de los que ya habíamos visto, están en tendencia. 

Además de las prendas, están reviviendo los peinados con raya en zigzag, las cejas delgadas, la brillantina y la fiebre del rosado, características de la estética del Y2K, como se denominó al inicio de siglo. 

Pero quienes atravesaron su adolescencia en los 2000 han enviado una alerta: la extrema delgadez y el riesgoso camino que conlleva alcanzarla también puede volver a ponerse de moda. 

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Para las generaciones más jóvenes, que tienen a la amplia biblioteca de imágenes de Internet y de las redes sociales, estas prendas, que fueron tan populares como polémicas, están cargadas de nostalgia y representan una etapa que ellos no vivieron. 

A esto se le suma que con nuevas dinámicas de compra, como el concepto de moda circular, se han encontrado con prendas como los pantalones a la cadera y las faldas cinturón.

Para Jeniffer Varela, investigadora de moda y lujo, esto también se debe a la 'logomania' que ahora es tan popular. 

"Marc Jacobs colaboró hace poco con la marca Fendi para lanzar una reedición de la icónica Baguette, un bolso que fue clave en el boom 'Y2K.' MiuMiu y Prada han hecho lo propio con bolsos y prendas de aire retro como los 'bucket bags'. Y la lista es larga", dice. 

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Y, de acuerdo con cifras de Pinterest, la búsqueda de '2000's fashion' o moda del 2000 se ha incrementado en un 74 por ciento este año, en comparación con el 2021. 

Manu Castillo, fashion stylist, coordinador de moda y creador de contenido conocido en redes sociales como Manustyling, explica que es algo que viene sucediendo desde el 2019, pero ha sido progresivo y hasta ahora está llegando a países de Latinoamérica. 

"Empezó un poco con el glitter, las mariposas, los cortes a la cadera, los bucket hats  o gorros de pescador, que ahorita siguen siendo un hit entre los más jóvenes", señala el experto, que lo califica como "el nuevo 2000". 

En el caso de Colombia, Sofía Arango, especialista en investigación de moda de Inexmoda, apunta que en el país estas tendencias se tardan seis meses en llegar. Por eso, "los productores locales todavía no tienen esa información tan metida, pero lo que hemos visto son recortes, las siluetas más anchas, como el pantalón "charco" y estampados de rave y holográficos, que también son muy del 2000", dice. 

Castillo detalla que esto sucede porque dentro de la macrotendencia, que es la época del cambio de siglo, existen cápsulas de seis o tres meses.

"Ahora justo estamos en una mini cápsula de finales de los 90, como si estuviéramos en MTV del 98 y 2002. Entonces ahorita viene obviamente el pantalón a la cadera, los cinturones enormes de hebillas, los crop tops con cruces góticas. Entonces estamos en la onda de las tachas, la paleta de colores muy café, naranja y desgastada", comenta. 

Con tanta piel expuesta los cuerpos muy delgados pueden volver a ser la regla. Para los 2000 las referentes de dicha estética eran Paris Hilton, Nicol Richie, Christina Aguilera, entre otras personalidades, que acostumbraban a mostrar un abdomen plano. 

Ahora, los nombres que están llevando la batuta de la moda del Y2K son la supermodelo Bella Hadid, las estrellas femeninas de las bandas de K-Pop y para sorpresa de muchos, Kim Kardashian. 

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La empresaria fue durante años el ícono de la mujer con curvas. Incluso se le atribuye a ella y a sus hermanas la normalización en la cultura popular de un cuerpo que antes era rechazado en la esfera del entretenimiento y de la moda. 

"Kim Kardashian, queramos o no, hizo mainstream un cuerpo que ya existía. Se lo apropió, lo blanqueó, lo popularizo, funcionó y bueno, en todos lados lo tenemos. Ahora, cuando la vemos sin sus implantes, con unos brazos mucho más delgados, con un proceso que es evidentemente causa impacto, pero es prueba de que se está volviendo dominante", explica Castillo.  

Por su parte, Arango agrega que personas con mucha influencia, especialmente en el mundo digital, como las Hadid y las Kardashian, se vuelven referentes y con siluetas tan estrictas con el cuerpo, "nos exigimos más para usar este tipo de ropa y vernos como ellas". 

Pero, después de la fuerza de movimientos como el body positive, que busca la propia aceptación del cuerpo sin importar sus medidas, el choque entre ambas perspectivas puede ponerle freno a lo que en su momento llevó a las y los adolescentes a tener problemas alimenticios y de aceptación de su cuerpo.

Varela considera que con esta visión es improbable que se repita lo sucedido en los 2000. "Creo que esa narrativa no se alinea con la generación Z, que ha demostrado ser más consciente e inclusiva en temas como el género y la corporalidad. Creo que como sociedad que consume estamos mucho más preparados para ver lo problemático del 'Y2K'.

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Por su parte, Manustyling calcula que estas tendencias estarán presentes en las tiendas de fast fashion uno o dos años más y serán pocas las prendas que se queden en los armarios de forma definitiva. 

Sobre el riesgo que implica el regreso de esta tendencia en lo que respecta a los cuerpos, Adriana Sofía Silva Silva, subdirectora nacional del campo psicología y familia del Colegio Colombiano de Psicólogos, explica que “si bien es cierto que hay tendencias marcadas en esta época por el auge de TikTok y el bombardeo de información de cuerpos delgados, las redes sociales son un medio democrático, donde se observan otros tipos de contenido con los cuales los jóvenes pueden identificarse”.

Sin embargo, los padres y las familias deben estar alertas sobre los contenidos que los hijos consumen en redes sociales, espacios en los que proliferan estos estereotipos. 

"Al haber tanta información, es importante conversar con ellos para ayudarlos a discernir entre la realidad y los estereotipos irreales que se muestran en redes, así como acompañarlos desde el respeto en sus procesos de búsqueda de identidad, autonomía y facilitar procesos de comunicación en el que los jóvenes no se sientan juzgados sino realmente escuchados". 

La profesional menciona que las señales de alarma dependen del tipo de trastorno de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastornos por atracones, trastornos de rumiación, pica, trastorno de evitación/restricción de la ingesta de alimentos, trastorno alimentario o de la ingestión de los alimentos no especificado.

"Si en casa notamos algunos de estas conductas de manera repetitiva e intensa, entonces es necesario acudir a los profesionales de la salud", sostiene.

1.  Cuando la pérdida de peso y el control de la alimentación, se convierte en la mayor preocupación de la persona.

2. Intentar de manera recurrente saltarse las comidas con todo tipo de pretextos.

3. Ir al baño inmediatamente después de las comidas. Siempre intenta justificar y ocultar vómitos.

4. Uso continuo de laxantes, diciendo que tienen problemas estomacales, uso de diuréticos y/o pastillas para adelgazar.

5. Ocultar su cuerpo con ropa ancha para disimular la pérdida excesiva de peso.

6. Mostrar una inquietud continúa. Dificultad para estar quietos o en reposo.

7. Dificultades en el rendimiento académico o laboral.

Por eso, más allá de las prendas y de las tendencias de consumo, Silva recomienda  revisar qué clase de comentarios se hacen sobre ciertos tipos de cuerpos, sobre el aspecto físico de las otras personas y los discursos que se replican enfrente de los hijos. Esto, sumado al bombardeo de información al que están expuestos puede tener resultados indeseables. 

LAURA ALEJANDRA ALBARRACÍN RESTREPO 

REDACCIÓN VIDA

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