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La diferencia entre el ayuno y la abstinencia en la cuaresma según la Iglesia
Estas prácticas hacen referencia a los cuarenta días que Jesucristo ayunó en el desierto.
La cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y finaliza el domingo de Resurrección. Foto: iStock
Este 22 de febrero, inicia el periodo de la cuaresma, que comienza con el Miércoles de Ceniza y finaliza el domingo de Resurrección. Para la religión católica estos 46 días son un tiempo litúrgico de preparación para la Pascua, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
Estas prácticas hacen referencia a los cuarenta días que Jesucristo ayunó en el desierto y venció a las tentaciones. Se lee en el Evangelio: “Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo. Y después de hacer un ayuno durante cuarenta días y cuarenta noches, al fin sintió hambre” (Mt 4,1-11).
Tanto el ayuno como la abstinencia son “normas de la iglesia” que se deben cumplir en este periodo. En el caso del ayuno, se entiende como prescindir de una de las comidas del día y solo hay que llevarla a cabo en dos jornadas: el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. En cuanto a la abstinencia, se refiere a no consumir carne todos los viernes de la cuaresma.
El sacerdote Emilio López Navas, párroco de Benalmádena y Arroyo de la Miel y profesor de Biblia en el Seminario Diocesano, le aseguró al diario ‘Sur’ que estas prácticas no pueden entenderse como una autoflagelación. Sino como una preparación para recibir algo. Además, comentó que durante este tiempo hay tres pilares que son ayuno, limosna y oración
Tanto el ayuno como la abstinencia son “normas de la iglesia” que se deben cumplir en este periodo. Foto:iStock
“El ayuno por sí solo no tiene sentido si no va acompañado de una reflexión, de una meditación y de un gesto para ayudar a aquellos que lo están pasando mal", afirmó el sacerdote.
Por otra parte, estas prácticas se remontan al siglo II y tienen un significado de purificación entre los creyentes, que toman como referencia al sacrificio de Jesús. “Ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, inútiles, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Es buscar la belleza de una vida más sencilla”, aseguró el Papa Francisco en su Twitter.
El ayuno que hacen los creyentes debe considerar una comida completa o plato fuerte, alimentos que sean fuente de proteínas, almidones y vegetales. Sin embargo, esta práctica no la deben hacer todas las personas, pues se recomienda que los adultos mayores de 60, los niños, mujeres embarazadas o personas que tengan alguna condición particular de salud, como la diabetes, no ayunen porque pueden sufrir una descompensación en sus cuerpos.