El único viaje del papa Francisco a México y su duro mensaje a la Iglesia Católica: ‘No se necesitan príncipes’

El 12 de febrero de 2016, el papa Francisco llegó a México durante el mandato de Enrique Peña Nieto. La visita fue anunciada previamente el 12 de diciembre de 2015, en el Vaticano, al celebrarse el día de la Virgen de Guadalupe. Jorge Mario Bergoglio falleció la mañana de este lunes 21 de abril a los 88 años.

El Pontífice permaneció cinco días en México, en los que emitió mensajes dirigidos a la jerarquía eclesiástica y realizó una misa binacional en la frontera, en Ciudad Juárez, Chihuahua. También visitó la Ciudad de México, el Estado de México, Chiapas y Michoacán.

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La BBC rememoró que "quizá el acto más esperado de Francisco fue el último". El papa celebró una misa tras orar frente al río Bravo, "a los pies de una cruz blanca erigida en el lugar que separa México de Estados Unidos" y que "fue seguida a ambos lados de la frontera". En ese acto, puso en el centro la "crisis humanitaria" de la migración.

Durante su estancia en la Ciudad de México, en la Catedral Metropolitana, el Papa se dirigió a los líderes eclesiásticos. Les indicó: "Si tienen que pelear, peléense". Al referirse a los conflictos internos en la Iglesia mexicana, les recordó: "No se necesitan príncipes, sino una comunidad de testigos del Señor". También pidió una institución "transparente", exhortando a no dedicar esfuerzos a "habladurías e intrigas" ni a dejarse "corromper por el materialismo trivial".

Frente a la clase política en Palacio Nacional, Francisco instó "por la construcción de una política auténticamente humana y apeló a la responsabilidad de los dirigentes, quienes deben de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino", como remarcó la BBC.

En Chiapas, el líder católico solicitó perdón a los pueblos indígenas y permitió el uso oficial de lenguas originarias en las celebraciones litúrgicas.

En sus recorridos por Chiapas y Michoacán sostuvo encuentros con jóvenes y familias, donde afirmó: "Hoy en día vemos y vivimos por distintos frentes cómo la familia está siendo debilitada, cuestionada. Cómo se cree que es un modelo que ya pasó y que no tiene espacio en nuestras sociedad que, bajo la pretensión de modernidad, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento". Además, al hablar de la vida familiar, subrayó: "es conveniente que de vez en cuando discutan y que vuele algún plato", en referencia a los desacuerdos normales entre parientes.

A los jóvenes reunidos en Morelia les transmitió que ellos "representan la riqueza, la esperanza y la dignidad de México".

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En Morelia también se presentó un incidente. Un joven jaló al Papa, casi provocando que cayera sobre un niño en silla de ruedas. Ante el hecho, Jorge Mario Bergoglio reaccionó diciéndole: "¡No seas egoísta!". 

Posteriormente, se solicitó mayor cuidado entre los asistentes y Francisco continuó acercándose a los fieles y bendiciendo a menores con discapacidad.

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La embajada de México ante la Santa Sede recordó que el viaje se desarrolló "dentro del año del Jubileo de la Misericordia (...) el Papa se ha referido a este jubileo como un momento necesario para reflexionar sobre la situación que actualmente se vive en el mundo".

El Gobierno de México señaló en febrero de 2016 que la visita fue "pastoral, con un componente oficial, dado que México y la Santa Sede mantienen relaciones diplomáticas desde 1992, por lo que el jerarca católico recibirá el tratamiento protocolario correspondiente a su investidura como jefe de Estado".

En ese contexto, el presidente Peña Nieto resaltó las "coincidencias entre México y la Santa Sede en los ámbitos bilateral y, sobre todo, multilateral en asuntos globales como la lucha contra el cambio climático, el desarme nuclear, la migración y el desarrollo sostenible".

Durante su paso por el país, Francisco resaltó: "México es un gran país. Bendecido con abundantes recursos naturales y una enorme biodiversidad que se extiende a lo largo de todo su vasto territorio. Su privilegiada ubicación geográfica lo convierte en un referente de América; y sus culturas indígenas, mestizas y criollas le dan una identidad propia que le posibilita una riqueza cultural no siempre fácil de encontrar y especialmente valorar".

Antes de esta visita de Francisco, México recibió en cinco ocasiones al papa Juan Pablo II y una vez al papa Benedicto XVI.

ÁNGEL SANTAMARÍA

El Universal (México) / GDA