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¿Por qué los dones y frutos del Espíritu Santo están relacionados con el Pentecostés?

En la Venida del Espíritu Santo, los dones y frutos preparan a los creyentes para recibirlo

El pentecostés fue el día en que el Espíritu Santo bajó a los apóstoles. Foto: Dominio público

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Redacción Vida de Hoy

PERIODISTA18.05.2024 16:57 Actualizado: 19.05.2024 00:00

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Este domingo, los católicos celebran el Pentecostés, el día de la Venida del Espíritu Santo, que cae el quincuagésimo día que sigue al de Pascua de Resurrección y termina el período pascual.

Para esta fecha, se recuerdan los dones y frutos del Espíritu Santo, los cuales guían, enseñan, animan y consuelan a los católicos en su camino de la fe.

“La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del Espíritu Santo. Estos son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del Espíritu Santo. Los frutos del Espíritu son perfecciones que forma en nosotros el Espíritu Santo como primicias de la gloria eterna”, explica el catecismo de la Iglesia Católica.

(Lea más: Poderosa oración al Espíritu Santo para pedir cada uno de sus dones)

Y enumera los dones y frutos. Los primeros son sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Los segundos son: caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad (constancia y generosidad), bondad, benignidad (compasión), mansedumbre (docilidad), fidelidad, modestia, continencia (dominio de sí) y castidad.

Cada uno de estos dones y frutos les permiten a los creyentes conocer la verdad que es Dios, acercarse a los misterios difíciles de comprender, mantener la fe, a juzgar sin prejuicios, el respeto a Dios. En definitiva, son unas disposiciones para que el Espíritu Santo actúe y habite en quienes están abiertos a él.

(También: El papa dice que "poner a los jóvenes contra los ancianos es una manipulación inaceptable")

“Conviene no olvidar que, aunque uno posea todos los dones del Espíritu Santo, sin caridad no tiene vida... Por más que a un cadáver se le vista de oro y piedras preciosas, cadáver sigue”, dijo Santo Tomás de Aquino.

Así pues, con la Venida del Espíritu Santo hay que buscar los dones y frutos de este para que haga el bien en otros y la Iglesia, según el apóstol Pablo.

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