¿Qué época del año es mejor para hacer turismo en Colombia?

Si es extranjero y piensa venir a Colombia, seguramente se estará preguntando cuál es la mejor época del año para hacerlo.

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Lo primero que cabe decir es que, en general, el clima del país es relativamente estable durante todo el año, por su ubicación en la región ecuatorial. No tiene estaciones, pero sí temporadas lluviosas y más secas, o de verano, que conviene tener en cuenta al planificar el viaje.

Las secas se dan entre diciembre y marzo y entre julio y agosto. Es importante señalar, sin embargo, que el clima varía de acuerdo con la altitud y la región geográfica del país.

Ahora, si un mayor nivel de lluvia no es un problema para usted, pero las aglomeraciones y las multitudes en centros vacacionales sí, es recomendable optar por visitas en meses como marzo, abril, mayo, septiembre, octubre y noviembre, que son de temporada baja en términos de turismo. No solo hay menos visitantes en los destinos, sino que los precios son mucho más favorables que en temporada alta.

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Cada región del país tiene características diferentes y quienes las habitan reflejan esa esencia en su comportamiento, sin perder la amabilidad y la calidez. Estas son sus principales características:

El café colombiano es reconocido en el mundo por su suave sabor y excelente calidad,  y así es la gente que vive en la región que lo produce.

En esta zona, compuesta principalmente por las ciudades de Armenia, Pereira, Manizales y Medellín, los viajeros encuentran personas cariñosas y amables, listas para hacerte sentir como en casa.

Quienes visitan la región tienen la oportunidad de empaparse de la cultura cafetera, favorecido con un clima templado, paisajes espectaculares y pueblos pintorescos, que reflejan lo mejor de esta zona del país.

En este territorio acogedor, bañado por las aguas tranquilas y azules del mar Caribe, siempre es verano. 

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Los turistas encuentran temperaturas cálidas, brisa refrescante, playas hermosas y gente alegre, hogar de culturas fascinantes, indígenas y raizales, de carnavales y música, de sitios arqueológicos sagrados, del imaginario de García Márquez y de ciudades maravillosas, como Cartagena, Santa Marta y Barranquilla. 

Los habitantes de estas zonas del país son personas que tratan desde el primer día a los visitantes como si los conocieran de toda la vida.

El Pacífico contagia con su naturaleza exuberante, la alegría contagiosa de los caleños  con su salsa, gastronomía y ferias tradicionales.

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Sus costas ofrecen, desde mediados de julio, el espectáculo uno de la migración de las ballenas jorobadas, que llegan a estas cálidas aguas a tener a sus ballenatos y a aparearse.

La Amazonía-Orinoquía es el corazón verde de Colombia, una inmensa región megadiversa de bosques milenarios, colosales cielos y atronadores raudales, donde los viajeros pueden disfrutar entornos naturales de gran belleza.

El sur de la Amazonía-Orinoquía está habitado por grupos indígenas que siempre están dispuestos a contarles a todos los secretos de la selva, a compartir su sabiduría ancestral y a contagiar con su amor y respeto hacia su hábitat.

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Este puede ser uno de los paisajes menos poblados del país, pero no por ello deja el visitante de sentir allí la calidez de los colombianos. Al recorrerlo se encuentran personas de muchas partes de Colombia que se han trasladado a esos lugares por razones laborales, pero que han encontrado allí un hogar.

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El norte de la Amazonía-Orinoquía es un paisaje salvaje de llanuras vírgenes, hatos y esteros biodiversos, ricos en cultura de campo.

Los Llanos Orientales de Colombia se extienden por varios departamentos y albergan el río de siete colores: Caño Cristales. Este es uno de los lugares favoritos de quienes visitan el país, pues además de estar rodeado de naturaleza, sus aguas toman tonalidades diferentes gracias a las algas de su lecho.

Los colombianos que habitan esta región se caracterizan por ser solidarios, trabajadores y siempre estarán dispuestos a recibir al turista con una sonrisa y a contarle los secretos de la cultura llanera.

Esta es la cuna de las culturas ancestrales que habitaron los Andes y que aún mantienen sus tradiciones y conocimientos. Los parques arqueológicos como San Agustín o Tierradentro son una visita obligada.

Los habitantes de esta zona del país son dueños de una sabiduría ancestral que siempre están encantados de compartir con sus visitantes; sus tradiciones y cultura de miles de años que seguro abrirán su mente a nuevas posibilidades.

Con información de ProColombia