En una nueva operación contra el tráfico de fauna silvestre en la capital del país, la Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) y la Policía Ambiental lograron recuperar tres aves que eran mantenidas ilegalmente en cautiverio.
Se trata de un búho ocelado (Strix albitarsis), una lora cabeciamarilla (Amazona ochrocephala) y un polluelo de guacamaya bandera (Ara macao), especies que, en su estado natural, desempeñan un papel clave en los ecosistemas colombianos.
Las incautaciones se llevaron a cabo en distintos puntos de la ciudad: el búho fue hallado en una vivienda en Usme, la lora en Ciudad Bolívar y la guacamaya en la Terminal de Transporte del Salitre, donde las autoridades capturaron a una persona por intentar movilizar al ave sin los permisos legales.
Todas las especies fueron trasladadas al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre, donde serán evaluadas para determinar si pueden regresar a su hábitat.
Este caso pone nuevamente sobre la mesa la problemática del tráfico de fauna en Colombia, un delito ambiental que no solo afecta la biodiversidad del país, sino que también acarrea sanciones severas, incluyendo penas de cárcel de hasta 11 años y multas que pueden superar los 56 mil millones de pesos.
Estas especies, en su entorno natural, desempeñan un papel clave en los ecosistemas colombianos. Foto:Secretaría de Ambiente.
Cabe resaltar que el tráfico y la tenencia ilegal de especies silvestres es una de las principales amenazas para la fauna colombiana. Bogotá, a pesar de ser un entorno urbano, es un punto clave en la ruta de tráfico de especies, ya que muchas de ellas provienen de la Amazonia, los Llanos Orientales y la región del Chocó. Según la Secretaría de Ambiente, cada año se recuperan en la ciudad entre 1.500 y 2.000 animales víctimas de comercio ilegal.
Las aves exóticas, especialmente loros, guacamayas y búhos, están entre los animales más traficados. Muchas personas las adquieren como mascotas, desconociendo el daño que les causan al sacarlas de su entorno natural. En cautiverio, estas especies sufren de estrés, desnutrición y enfermedades, y en muchos casos su rehabilitación se complica debido a que pierden sus instintos de supervivencia.
El caso del búho, la lora y la guacamaya
Cada una de las especies recuperadas en este operativo es emblemática y cumple funciones ecológicas fundamentales:
Búho ocelado (Strix albitarsis): Esta ave rapaz es un depredador nocturno que ayuda a controlar poblaciones de roedores e insectos. Su presencia en entornos urbanos es rara, y su tenencia en cautiverio puede afectar sus habilidades de caza.
Lora cabeciamarilla (Amazona ochrocephala): Es una de las especies de loro más traficadas en Colombia debido a su llamativo color y su capacidad para imitar sonidos humanos. Sin embargo, su captura ha reducido drásticamente sus poblaciones en la naturaleza.
Guacamaya bandera (Ara macao): Su imponente plumaje rojo, azul y amarillo la convierte en una de las aves más buscadas por el comercio ilegal. Esta especie es vital para la dispersión de semillas en los bosques tropicales, ayudando a mantener el equilibrio ecológico.
Sanciones por tráfico de fauna
En Colombia, el tráfico de fauna está tipificado como un delito en la Ley 2111 de 2021. Quienes sean sorprendidos transportando, comercializando o teniendo en su poder especies silvestres sin autorización pueden enfrentar penas de prisión de entre 5 y 11 años, además de multas que van desde 300 hasta 40.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
Estas especies, en su entorno natural, desempeñan un papel clave en los ecosistemas colombianos. Foto:CAR.
Las autoridades han enfatizado la importancia de denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con el tráfico de fauna. La Secretaría de Ambiente ha habilitado líneas telefónicas y un correo electrónico para recibir reportes de ciudadanos que identifiquen casos similares.
Frente a esto, la secretaria de Ambiente encargada, Claudia Galvis, reiteró que los animales silvestres deben vivir en su hábitat natural y que la colaboración de la ciudadanía es clave para combatir el tráfico ilegal.
"Los animales silvestres deben estar libres y en su hábitat. En la Secretaría de Ambiente combatimos activamente el tráfico ilegal de especies silvestres, en defensa de nuestra biodiversidad. El apoyo de la ciudadanía es clave para identificar este tipo de prácticas ilegales que afectan nuestros ecosistemas", expresó.
Si bien los operativos y las sanciones buscan reducir esta problemática, el cambio cultural también juega un papel fundamental. La idea de tener un loro, una guacamaya o cualquier otro animal silvestre como mascota sigue estando arraigada en algunas regiones del país, lo que impulsa el mercado negro de estas especies.
Por otro lado, las autoridades recomiendan no comprar ni aceptar animales silvestres como obsequio, denunciar cualquier actividad sospechosa y sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de respetar la vida silvestre.
Si tiene información sobre tráfico de fauna, puede comunicarse con la Secretaría de Ambiente a las líneas telefónicas 601 3778854, 318 8277733 y 317 4276828 o escribir al correo fauna@ambientebogota.gov.co. El tráfico de fauna no solo es un delito, sino una amenaza directa para el equilibrio ambiental del país.
En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal,
elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada
con
sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando
esta
utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información aquí