En diferentes ocasiones la realidad supera la ficción. En el 2014, el programa ‘Séptimo día’ dio a conocer la sorprendente historia de dos parejas de gemelos que habían sido intercambiados por accidentes al nacer y por 25 años crecieron en la familia equivocada.
Este hecho es tan sorprendente que Netflix estrenará el 20 de junio de 2024 ‘Hermanos por accidente’, un documental que narra la historia de esta pareja de gemelos.
En el programa de Caracol mostraron que todo inició en julio de 2014, cuando Laura Vega, amiga cercana de Jorge Enrique Bernal Castro, visitó una carnicería al sur de Bogotá y se sorprendió al darse cuenta de que el carnero era igual a su amigo Jorge Enrique Bernal Castro. Incluso, en un principio pensó que era Jorge, pero descubrió que él se llamaba William.
Laura le comentó rápidamente a Jorge que vio a alguien igualito a él. En un principio él no le dio mucha importancia, pero Laura no dejó este tema de lado y le tomó una foto a William y se la envió a Jorge.
Al ver el parecido entre ambos, Jorge, de 25 años y estudiante de Ingeniería Mecánica, decidió buscar a William Cañas Velasco en Facebook. Pero se sorprendió aún más cuando vio una foto de William junto a su hermano Wilber, quien era idéntico a Carlos, el supuesto mellizo de Jorge.
Él pensaba que las coincidencias eran demasiadas y gracias a Laura, ambos intercambiaron números de teléfono y se citaron en el Parque Lourdes de Bogotá.
La reunión confirmó sus sospechas: Jorge y William eran gemelos separados al nacer. Poco después, las dos parejas de hermanos se encontraron y, en medio de la sorpresa y la emoción, descubrieron que habían vivido sus vidas con las familias equivocadas.
El error de una enfermera los separó de sus familias
La confusión se originó en el Hospital Materno Infantil de Bogotá, donde William y Jorge nacieron el 21 de diciembre de 1988. Un día después, Wilber y Carlos nacieron en Vélez, Santander.
Carlos fue trasladado al mismo hospital en Bogotá por complicaciones médicas. En el lugar a los bebés se les cayeron las pulsera de identificación, una enfermera les puso las manillas incorrectamente, cruzando a los bebés.
Las familias, sin sospechar nada, llevaron a casa a los recién nacidos equivocados y criaron a los hijos de otros como propios. Jorge y Carlos crecieron en Bogotá, mientras que William y Wilber vivieron en una zona rural de Santander.
DANIELA LARRARTE ASAAD
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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