Ser una 'mala persona' es un término subjetivo que se utiliza para describir a una persona cuyos comportamientos son 'negativos' o 'perjudiciales' para otros o para la sociedad.
Es común escuchar que las personas son 'tóxicas', que intentan hacer 'el mal' o 'hacen daño a otros', pero ¿qué es ser una 'mala persona'?
El psicólogo José Martín del Pliego, explicó a la revista 'Hola': "Podríamos decir que las malas personas son aquellas con malas intenciones, es decir, aquellas que actúan para hacer el mal de manera consciente, sistemática y sin remordimientos".
El experto dice que hay personas que son malas por un rasgo de la personalidad y hay otras que son malas "porque sí", y que tienen estas conductas no por trastornos de personalidad, sino por una forma de ser.
"Hay un punto importante en esto y es que todos hemos podido obrar mal en varios momentos de nuestra vida y eso no nos convierte en malos. Sin embargo, estás personas tienen mucha energía hostil de forma crónica y forma parte de su repertorio habitual de conducta", puntualiza el psicólogo.
¿Se nace o se hace malo?
José Martín del Pliego, explicó a la revista 'Hola' que todos los seres humanos nacen con la capacidad de hacer el mal o ser crueles, aunque no hay un "gen de la maldad" las vivencias de las personas pueden influir en si es buena o no.
"Si se ha sentido protegido, si ha vivido una infancia plena, si ha recibido el suficiente afecto, si ha tenido a gente que le guiase y le apoyase en los malos momentos", son algunos de los puntos que pueden diferenciar unos de otros según el experto.
"Es precisamente cuando no se cubren las necesidades más básicas cuando se desarrollan los rasgos de la personalidad que normalmente caracterizan a las malas personas: egoísmo, narcisismo, sed de venganza".
El psicólogo puntualiza que existen muchos tipos de 'malas personas', y que no es posible encasillarlas a todas dentro de una misma característica. No obstante, asegura que: "Las malas personas a menudo se sienten superiores a los demás y por eso no les importa hacer daño o faltar al respecto".
Asimismo, las emociones habituales de estas personas son amargura, venganza, odio desproporcionado e injustificado, envidia sin causa y un constante estado de activación negativa.
Adicional a esto, los pensamientos de estas personas suelen ser: rumiantes, obsesivos y hostiles hacia la persona o personas, objetos de su rencor, "lo único que puede aliviarles es ver que les va mal en la vida, alegrándose de sus fracasos o desgracias", añade.
¿Cómo protegerse de las malas personas?
El psicólogo dice que la mejor salida a una persona 'tóxica' es alejarse en la medida de lo posible, en caso "de un familiar, aunque sea muy cercano, hay que establecer límites y procurar, cuando se le visita, estar el menor tiempo posible".
Si esta situación se presenta en su trabajo o con alguien que ejerce como su superior: "Es probable que haya ejercicio presión o haya tenido actitudes malas con otros compañeros. En ese caso, aliarse para crear un grupo de seguridad es una opción para sobrevivir".
También es conveniente acudir a un psicólogo si esta situación se encuentra fuera de control, ya que un experto puede ayudar a gestionar las emociones que producen las personas y soltarlas.
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