Las señales que delatan que su pareja es manipuladora, según expertos

De acuerdo con Psychology Today, la manipulación puede alterar las dinámicas de pareja, generando conflictos de dominio y creando ambientes dañinos. Es por eso que resulta esencial aprender a distinguirla.

Por otro lado, Cuídate Plus apunta que un individuo manipulador despliega un conjunto de tácticas, posturas y comunicaciones destinadas a emplear la persuasión, el soborno o las coacciones para lograr metas específicas o hacer que su pareja acceda a sus demandas.

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Lo más alarmante es que dichas actitudes frecuentemente se interpretan como detalles amorosos en las relaciones, lo que provoca que sea habitual mantener una relación con un individuo manipulador sin notarlo.

Un artículo de ‘Terra’ expone que los individuos manipuladores suelen buscar influir en las decisiones y el comportamiento de sus parejas para su propio beneficio.

Esto es común en las relaciones amorosas, donde, amparándose en el amor, se intenta que el compañero satisfaga ciertas expectativas, incluso si esto implica realizar acciones indeseadas.

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Estas son todas las señales de que su pareja es manipuladora:

Los manipuladores a menudo aíslan a su objetivo, lo que significa que los separan de sus círculos y vínculos más importantes, como familia y amigos, así como del trabajo o actividades de ocio.

Con esto, intentan ser el foco o lo único en la vida de su pareja, facilitando la sumisión a manipulaciones y amenazas sin intervención externa.

Otra característica de estar con una persona manipuladora es que, de manera selectiva, premia o castiga su comportamiento. Esto significa que, cuando no cumple con lo que quiere, le dice frases como “esto no lo esperaba de ti” o “me decepcionas, ¿cómo pudiste hacerme esto?”.

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Sin embargo, cuando actúa conforme a sus deseos, aunque se sienta mal, le asegura que así demuestra su verdadero amor.

Un compañero manipulador se victimiza cuando no satisface sus expectativas, intentando convencerlo de que está profundamente afectado por la situación, aunque solo pretenda justificar sus propias acciones. Nunca acepta la responsabilidad por sus actitudes o por hacerlo sentir mal.

Sin embargo, le atribuye la culpa de sus emociones y de cualquier desenlace negativo en la relación, lo que constantemente lo obliga a disculparse para prevenir conflictos.

Según lo que su pareja le dice, nunca logra hacer algo correctamente, por lo que constantemente siente que todos sus actos son juzgados.

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Aunque se esfuerce, su pareja lo desprecia verbalmente, resalta sus defectos y asegura que sus opiniones impacten en sus decisiones, beneficiándose y obligándolo a acceder a sus requerimientos. Le hace pensar que sus sentimientos y deseos no son adecuados ni válidos.

Numerosos factores contribuyen a que alguien sea manipulador. Primordialmente, existe un deseo de controlar al otro y conseguir siempre lo que desea, aunque en un nivel más profundo existen otras razones psicológicas.

El principal motivo de un manipulador es ejercer control y dominio sobre cada aspecto de su vida, incluida su relación amorosa. Este patrón de comportamiento puede originarse en traumas anteriores, lo que los lleva a buscar seguridad en todo momento y situación.

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En otras ocasiones, la manipulación se orienta a sentirse superior a los demás, captar la atención o obtener ventajas sobre otros, utilizando las emociones para dominar y evitando circunstancias en las que pierden control.