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Noticia
De tu lado con Álex: La tecnología debe ser un maestro
Mantener la paciencia en este mundo tecnológico que nos da respuestas y soluciones es una virtud que pocos poseemos.
Para Stone, el mindfulness sí podría ayudar al ser humano a afinar un poco su atención, pero no es una solución. Dice que debemos cambiar las tecnologías digitales. Foto: Getty Images
Leí una frase la semana pasada que me dejó loca. Decía así: “El celular reemplazó al teléfono, el reloj, la radio y la televisión. No permitamos que reemplace a nuestra familia”. ¡Qué duro y qué cierto!
Creo que nadie discutiría que la tecnología nos ha facilitado sustancialmente la vida. Ahora podemos tomar fotos y videos de cada viaje o cada sonrisa de nuestros seres queridos sin cargar con un mamotreto de cámara. Podemos ver a nuestros abuelos envejecer o a nuestros sobrinos crecer por Facetime o Skype así vivamos a millones de millas separados. Twitter nos mantiene actualizados sin la necesidad de comprar todos los periódicos del mundo. Facebook nos acerca a los amigos del pasado que pensábamos que quizá jamás íbamos a volver a ver al igual que nos mantiene dateados de la vida erótico sentimental de nuestros conocidos y hasta desconocidos.
Hay aplicaciones para perder peso, para mejorar la memoria, para meditar, para monitorear a los bebés en la barriga, para levantar novio y hasta para ser infiel. Hay una aplicación para cada deseo, cada antojo, duda o aflicción. La tecnología cada día revoluciona nuestras vidas de maneras inesperadas. Netflix cambió la manera como vemos televisión.
En la medida en que la tecnología avanza más nos enfurece y nos desespera tener que esperar o estar desconectados. Foto:Getty Images
El celular revolucionó la manera como interactuamos con el mundo entero. Google maps, Waze o cualquier otra aplicación como estas, nos evita perdernos cuando viajamos al exterior o incluso navegando por nuestra propia ciudad. Nuestros hijos prefieren comer con el computador enfrente porque este no les hace preguntas difíciles de sus amigos ni de sus futuros.
Pero yo diría que lo más importante que nos está enseñando la tecnología es algo de lo que la mayoría no nos hemos percatado. En la medida en que la tecnología avanza más nos enfurece y nos desespera tener que esperar o estar desconectados. Mantener la paciencia en este mundo tecnológico que supuestamente nos debe dar todas las respuestas y soluciones a nuestra exacta medida, es una virtud que muy pocos poseemos.
Mantener la paciencia en este mundo tecnológico que supuestamente nos debe dar todas las respuestas y soluciones a nuestra exacta medida, es una virtud que muy pocos poseemos.
No tener internet en la casa es una tragedia de proporciones abismales; no poder postear nuestro minuto a minuto en Instagram porque no nos funciona el wifi es causal de perder la cordura; no tener al correo veinticuatro horas al día saca de quicio hasta al jefe más dulce. No poder ver las fotos de las vacaciones de nuestros amigos en tiempo real nos puede amargar exponencialmente las nuestras.
Sinceramente, pienso que más allá de hacernos más inteligentes, mejor informados o permanentemente conectados, la tecnología es un maestro.
Nos enseña que nos puede facilitar la vida, pero no por ello nos puede remplazar vivirla. Nos puede acercar a nuestros seres queridos pero jamás reemplazará el amor. A pesar de agilizar todos los procedimientos, el día seguirá teniendo las mismas horas. Y aunque trate de enseñarnos tantas cosas si no aprendemos a ser pacientes, obtendremos más conocimientos, pero seremos cada día menos sabios.