Con más de 17.000 vehículos híbridos vendidos este año, con corte al 31 de agosto pasado, los colombianos comienzan a decantarse por carros con esta tecnología, más amigable con el ambiente, y mucho más amigable con el bolsillo, lo cual no quiere decir que estén al alcance de todos, pero sí más cercanos que los autos 100 por ciento eléctricos.
Hay que hablar del dinero que hay que tener en el bolsillo, porque esta sigue siendo la principal consideración, no solo en Colombia, sino en el resto del mundo, por encima de los beneficios al medio ambiente, al decidirse por un auto eléctrico o híbrido, porque estos vehículos siguen siendo más costosos que los propulsados por motores de combustión interna.
Lo que en la mayoría de países hace atractiva la compra de vehículos ‘verdes’ son los incentivos tributarios y arancelarios, y en algunos, la entrega de bonos o subsidios por reposición que otorgan los gobiernos para promover la transición a energías limpias.
En el caso particular de Colombia, además de los beneficios fiscales que tienen los carros híbridos, lo que más atrae a los compradores es la posibilidad de usarlos todos los días, pues en varias ciudades están exentos de restricciones como pico y placa y, más puntual todavía, el ahorro en pesos ante las alzas en el precio de la gasolina.
Los autos eléctricos, aunque cada vez tienen más autonomía, son más costosos que los híbridos y los de combustión interna. Foto:iStock
¿Cuál híbrido comprar?
Si partimos de la definición que aparece en el Diccionario de la Real Academia que define la palabra híbrido, da, en su cuarta acepción como “Dicho de un motor y, por extensión, de un vehículo: Que puede funcionar tanto con combustible como con electricidad”.
Ahora, desde el punto de vista técnico, esto quiere decir que un carro híbrido que no ande con el motor eléctrico solo, no lo es. Debe trabajar de forma independiente con cada uno de sus motores, según la necesidad del , lo que se traduce en autonomía, es decir, cuántos kilómetros puede recorrer con el motor de gasolina y cuántos con el motor eléctrico; y también su rendimiento cuando ambas unidades trabajan al tiempo.
Aquí surgen las preguntas a las que el comprador debe buscar respuestas: ¿Para qué me sirve un carro híbrido? ¿Hasta dónde puedo llegar? ¿Qué limitaciones tengo? ¿Qué tan ecológico soy? ¿Necesito un cargador? ¿Puedo andar sin tener que enchufar el carro?
Algunos autos híbridos son enchufables, es decir, que necesitan recargar sus baterías a través de la red eléctrica. Foto:Archivo particular
Parte de las respuestas las encontrará en estas siglas que hacen referencia a las tecnologías de los carros híbridos, que se diferencian entre sí por el tipo de motores de combustión que usan, de la capacidad de los motores eléctricos, del tamaño y capacidad de sus baterías, pero, sobre todo, por la forma como almacenan y conservan la energía para transferirla a las ruedas.
Estas siglas son: HEV: Hybrid Electric Vehicle (Vehículo Híbrido Eléctrico); PHEV: Plug-in Hybrid Electric Vehicle (Vehículo Híbrido Eléctrico Enchufable) y más recientemente, los E-REV: Extended Range Electric Vehicle (Vehículo Eléctrico de Autonomía Extendida).
Los HEV: Hybrid Electric Vehicle (Vehículo Híbrido Eléctrico) son los híbridos convencionales, que no son enchufables, es decir, no necesitan recargar sus baterías conectados a una fuente de energía eléctrica (cargador).
Se mueven principalmente gracias a un motor de combustión (gasolina o diésel) y cuentan con una batería y un pequeño motor eléctrico que sirven de apoyo en algunos momentos como al arrancar o en aceleraciones fuertes. Pueden andar en modo totalmente eléctrico, aunque por poco tiempo y en distancias muy cortas (menos de 30 kilómetros).
En la práctica lo que hacen es ‘estirar’ el tiempo entre una y otra tanqueada. Su batería se recarga gracias al sistema de recuperación de energía en la frenada (frenada regenerativa) y al motor térmico.
Los PHEV: Plug-in Hybrid Electric Vehicle (Vehículo Híbrido Eléctrico Enchufable), a diferencia de los anteriores, sí necesitan una fuente de energía externa para recargar la batería. También funcionan principalmente gracias al motor de combustión, pueden tener uno o varios motores eléctricos, y baterías de mayor capacidad que se recargan enchufándolo a la red eléctrica.
El tener baterías de mayor capacidad (más grandes) les brinda mayor autonomía en modo eléctrico que, dependiendo del modelo, puede alcanzar los 50 o más kilómetros. Este tipo de carros permiten cierta autonomía circulando sin emisiones y en silencio, y a la vez se cuenta con el motor de combustión.
En los híbridos enchufables, cuando se anda en modo eléctrico, si en algún momento se requiere más potencia, entra en funcionamiento el motor de combustión y se desconecta el eléctrico. Pero también en aceleraciones fuertes, el o los motores eléctricos trabajan de forma paralela con el motor térmico para ofrecer las máximas prestaciones.
Por último, están los E-REV: Extended Range Electric Vehicle (Vehículo Eléctrico de Autonomía Extendida). Estos tienen batería, motor eléctrico y motor de combustión o térmico, pero este último no mueve el carro. Este solo alimenta las baterías cuando su carga empieza a bajar.
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