Las encuestas acertaron en que segunda vuelta sería una elección muy reñida
La diferencia entre los pronósticos hechos y el resultado final estuvo dentro del margen de error.
En Medellín asisten masivamente a las urnas para la jornada electoral de elección presidencial entre los candidatos Gustavo Petro y Rodolfo Hernández. Foto: Jaiver Nieto Álvarez / El Tiempo
Con la dificultad de no poder tomar el pulso de último momento previo a la votación, por normas que así lo determinan, los resultados de la segunda vuelta presidencial de este domingo muestran a primera vista que, de las cuatro principales firmas encuestadoras, dos acertaron al pronosticar la victoria de Gustavo Petro, mientras que las otras dos no le atinaron.
Sin embargo, la diferencia entre el resultado de Petro, que fue del 50,44 por ciento, y el de Rodolfo Hernández fue de 3,13 puntos porcentuales, valor que está en línea con el margen de error de la mayoría de los sondeos realizados.
En efecto, en la encuesta del Centro Nacional de Consultoría, divulgada el 2 de junio, la previsión había sido de una victoria de Petro con el 44,9 por ciento contra un 41 por ciento de Rodolfo Hernández, y tenía un margen de error del 2,1 por ciento.
Por su parte, el sondeo de la firma Yanhaas daba como ganador al candidato del Pacto Histórico con una diferencia mayor, 45 por ciento contra el 35 por ciento para Hernández, es decir, una distancia de 10 puntos porcentuales y un margen de error del 3 por ciento.
De acuerdo con César Caballero, director de la firma Cifras y Conceptos, partiendo de la base de que las encuestas no predicen el futuro, sino que marcan una tendencia de opinión que puede variar por diferentes factores, todos los sondeos mostraban que la segunda vuelta iba a ser muy reñida, y la diferencia no iba a ser tan grande.
El experto explica que el resultado de las votaciones arrojó que sí hubo una diferencia de 700.000 votos, número que fue lo suficientemente amplio como para despejar cualquier duda, pero no deja de ser pequeña en términos porcentuales y cercana al margen de error.
En el caso de la encuesta de Yanhaas, cuyo margen era del 3 por ciento, Caballero explicó que si bien esta tuvo unas diferencias más grandes con respecto al resultado final de la votación, esto se explica porque en el momento de la recolección de los datos había un porcentaje importante de indecisos que pesaba en las respuestas y en el muestreo.
En términos generales, la segunda vuelta electoral se desarrolló con normalidad en todo el país. Foto:Santiago Saldarriaga. EL TIEMPO
Por ello, consideró que los resultados estuvieron en línea con lo que la mayoría de las encuestas predecían, toda vez que la diferencia iba a estar en el margen de error, como efectivamente ocurrió.
Y agregó que, dentro de ese margen de error, un hecho político de la elección que incidió en el resultado tuvo que ver con que no todos los votantes que apoyaron a Rodolfo Hernández y a Federico Gutiérrez en primera vuelta fueron a respaldarlo en la misma medida en la segunda vuelta.
Entre tanto, en la encuesta de Guarumo y Ecoanalítica, cuyo margen de error fue del 2,5 por ciento, se daba como ganador a Hernández con el 48,2 por ciento frente al 45,6 por ciento de Petro, para una diferencia de apenas 1,7 puntos porcentuales. Y en la de Invamer, la brecha era de apenas 1 punto porcentual, también a favor de Hernández, que marcó 48,2 por ciento en el sondeo.
Otras variables
Para Caballero, otro punto clave que también hay que analizar entre el resultado final y las proyecciones de las encuestas fue el aumento del nivel de participación de la población apta para votar entre la primera vuelta y la segunda vuelta.
En efecto, según los datos de la Registraduría Nacional del Estado Civil, mientras que en las elecciones de finales de marzo el porcentaje de personas que salió a votar fue del 54,91 por ciento, para la segunda vuelta subió a 58,09 por ciento, con el 99,9 por ciento de las mesas escrutadas, lo que significó la participación efectiva de más de 22,65 millones de ciudadanos en las urnas de este domingo.
Es decir, hubo más de 1,2 millones de personas adicionales votando entre la primera y la segunda vuelta.
“El resultado demuestra que en Colombia el voto es un instrumento legítimo que sirve para cambiar y mejorar las políticas públicas, y también demostró que los violentos no tienen cabida en el país”, añadió Caballero.
En cuanto al voto en blanco, que antes de las votaciones apareció como uno de los factores que podrían hacer la diferencia bajo un escenario apretado y reñido, una vez informado el 100 por ciento de las mesas habilitadas este domingo, el resultado de esta opción fue menor que los pronósticos de las encuestas, pero con diferencias también cobijadas por los márgenes de error de estas.
En efecto, fueron 501.987 votos en blanco, para un 2,24 por ciento del total, cifra que se compara con el 3 por ciento previsto por la encuesta del Centro Nacional de Consultoría; con el 5,3 por ciento que marcó en el sondeo de Guarumo y Ecoanalítica y el 4,7 por ciento pronosticado en su momento por la encuesta de Invamer.
En el caso del sondeo de Yanhaas, la diferencia sí fue marcada porque en los resultados de esta firma la opción de voto en blanco registró el 13 por ciento.
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