Los primeros cuatro meses del año estuvieron marcados por una crisis de orden público en varias regiones del país, teniendo como epicentro la zona del Catatumbo, Cauca y Valle del Cauca, sumando al reciente ‘plan pistola’ lanzado por los grupos armados contra la fuerza pública.
Sin embargo, durante este primer cuatrimestre, las Fuerzas Militares han llevado a cabo operaciones militares contundentes contra estos grupos criminales, que han dejado la captura y neutralización de varios de sus integrantes.
Así las cosas, desde el 1 de enero al 30 de abril de 2025, los combates entre la fuerza pública y los grupos armados ilegales aumentaron un 58 %, al pasar de 132 eventos en 2024 a 209 este año. Las agresiones contra los uniformados también se duplicaron, según un informe de las Fuerzas Militares conocido por EL TIEMPO.
Militares custodian la zona de influencia del Nevado del Ruiz a la altura de Manizales. Foto:Sergio Acero Yate/EL TIEMPO
El reciente informe comparativo de las operaciones militares entre enero y abril de 2025 revela un incremento significativo en la confrontación armada en el país, especialmente con los actores armados, en medio del deterioro de la seguridad en varias regiones.
Los ataques contra la fuerza pública crecieron un 100 %, al pasar de 41 en 2024 a 121 este año. También se dispararon los ataques con drones armados (UAS), con 67 casos reportados frente a uno registrado en el mismo periodo del año anterior.
En cuanto a la afectación a las estructuras armadas, los golpes más fuertes se dieron contra el Eln, con un incremento del 77 %, y contra el Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc de ‘Iván Mordisco’, con un 50 %. Por su parte, las acciones contra la ‘Segunda Marquetalia’ subieron apenas un 4 %. Las ofensivas contra grupos del crimen organizado (GDO) y delincuencia común (Delco) disminuyeron en un 19 % y 16 %, respectivamente.
La ofensiva también tuvo consecuencias para la tropa: los militares heridos aumentaron de 73 a 156 (un 100 % más), y los asesinatos pasaron de 18 a 35, un incremento del 57 %.
En el plano logístico, se incautaron más armas largas (un 68 % más) y municiones (205.892 unidades frente a 114.445 en 2024), lo que representa un aumento del 80 %. También se destruyeron más laboratorios de cocaína y pasta base, con aumentos del 13 % y 29 %, respectivamente.
Droga incautada en la región del Urabá. Foto:Cortesía
Sin embargo, la cantidad de droga incautada bajó considerablemente. Las autoridades decomisaron 175 toneladas de cocaína, 20 % menos que el año anterior, y 58.654 kg de marihuana, una reducción del 45 %.
Este panorama revela una ofensiva más activa de las fuerzas militares contra los grupos armados, pero también mayores riesgos para los uniformados y un retroceso en la incautación de sustancias ilícitas, lo que plantea retos importantes para la seguridad y el control del narcotráfico en el país.
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