El próximo 25 de enero, la plataforma de contenido por streaming Netflix estrenará una serie que revela la vida de la temida delincuente Griselda Blanco.
Blanco fue una criminal que se convirtió en una de las figuras más ‘importantes’ del narcotráfico en el mundo. De acuerdo con las investigaciones adelantadas sobre su vida, se conoce que su infancia estuvo marcada por la violencia y la miseria.
De acuerdo con el libro biográfico ‘Cocaine Cowgirl’, Blanco inició sus pasos en la vida criminal a la edad de 11 años, tras su llegada a Medellín en compañía de su familia, donde se presume que lideró una banda de carteristas en varios barrios de la capital de Antioquia.
Se destaca su matrimonio con Carlos Trujillo -falsificador de documentos- a la edad de 14 años. De este matrimonio nacieron sus tres primeros hijos: Dixon, Uber y Osvaldo.
La 'madrina' fue asesinada en Medellín a los 69 años de edad. Foto:Archivo EL TIEMPO
Se tienen registros de que, para el año 1964, ingresó de manera ilegal a Estados Unidos y se instaló en Queens, Nueva York, con sus hijos y su marido.
Sin embargo, este último murió a los pocos años de una cirrosis, pero se dice que Blanco fue artífice del fallecimiento de su esposo; de ahí que le llamara ‘la viuda negra’. Tras ese episodio, Blanco conoció a Alberto Bravo, el hombre que la introdujo al mundo del narcotráfico.
La 'madrina' fue asesinada en Medellín a los 69 años de edad. Foto:Archivo EL TIEMPO
De acuerdo con investigadores que reconstruyeron la vida de Blanco, tras ingresar al mundo del narcotráfico como mula, ideó nuevas ‘técnicas’ para camuflar droga y ‘creó nuevas operaciones de tráfico’ que marcarían la diferencia de su organización de las demás bandas colombianas. Lo anterior le permitió acaparar, durante años, el negocio.
Los mitos alrededor de la vida de Blanco destacan que fue ella quien inició a Pablo Escobar Gaviria en el negocio del narcotráfico. Con certeza, se sabe que en 1975, Blanco conoció a Pablo Escobar, un joven traficante de marihuana que estaba buscando ‘oportunidades’ para ascender en el mundo del narcotráfico. Se dice que quedó impresionada con Escobar, por lo que lo invitó a unirse a su organización.
Sofía Vergara es coproductora de ‘Griselda’ junto al productor de ‘Narcos’, Eric Newman, y dirigida por el colombiano Andrés Baiz. Foto:FOTO: Cortesía Netflix
La familia de Blanco, al ser perseguida por el Gobierno de Estados Unidos, volvió a Colombia para ‘esconderse’; además, su relación estaba atravesando por una ‘crisis’, por lo que Griselda Blanco asesinó a su segundo esposo Alberto Bravo.
Con los años, regresó a Estados Unidos, específicamente a Miami, con el fin de posicionar su ‘negocio’. Allí se casó con Darío Sepúlveda, el padre de su cuarto hijo, Michael Corleone, bautizado así por la película favorita de Griselda, ‘El Padrino’.
Griselda Blanco Restrepo, conocida con los alias de la ‘Viuda Negra’ o la ‘Madrina’, nació en Cartagena y fue asesinada en Medellín a sus 69 años.
De ella, han escrito libros, realizado películas y hasta novelas, que la mostraron como una mujer fría y calculadora, de un nivel de educación bajo, pero fuerte al tomar decisiones para llegar a dominar un mundo de hombres.
En la década de los 70´s y 80´s conformó un imperio, y se le sindica de ser la pionera del accionar de los sicarios – dos hombres en moto, y el parrillero se encarga de asesinar con arma de fuego. – Esa modalidad de asesinato la impuso en Miami, y las autoridades norteamericanas la acusaron de haber mandado asesinar a los hermanos cubanos, Alfredo y Grizel Lorenzo, quienes intentaron ingresar coca sin su autorización. Foto:Archivo
La ‘reina del narcotráfico’, Griselda Blanco, fue arrestada en 1985 en su casa de Miami. La DEA la acusó de conspiración para fabricar, importar y distribuir cocaína, y fue declarada culpable en un tribunal federal de Nueva York, por lo que la sentenciaron a 15 años de prisión.
En 1992, mientras cumplía su condena en Estados Unidos, fue acusada de tres cargos de asesinato en primer grado en el estado de Florida. En 1998, Blanco se declaró culpable de tres cargos de asesinato en segundo grado y fue sentenciada a 20 años de prisión, que se ejecutarían simultáneamente. En 2002, sufrió un infarto en prisión.
En 2004, fue liberada y deportada a Medellín, Colombia. Allí vivió una vida tranquila hasta su asesinato en 2012.
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