Hacer un recuento de los titulares de prensa sobre La Escombrera es viajar sobre la incertidumbre. "Las mujeres buscadoras siguen esperando respuestas en Medellín", "Intervención devolvió esperanza a víctimas, que esperan la verdad", son algunas de las noticias que daban pistas de la búsqueda incansable de las víctimas de desaparición de la Comuna 13 en ese lugar. Un punto que era señalado como la fosa común a cielo abierto más grande del país, pero que solo hasta ahora se comprueba que, efectivamente, alberga cuerpos humanos no identificados.
Durante más de dos décadas, testigos apuntaban a esa loma, en las periferias de la Comuna, como el escondedero de los grupos armados para desaparecer los cuerpos de sus víctimas. Específicamente del bloque de las autodefensas 'Cacique Nutibara', encabezado por alias Don Berna, quien se tomó el barrio que había sido infiltrado por las milicias de las Farc, del 'Bloque Noroccidental'.
Esta disputa entre 'paras' y guerrilla, apalancada con la intervención de la Fuerza Pública -en intervenciones como la Operación Orión-, fue el punto más álgido del conflicto.
Como su nombre lo indica, La Escombrera es un despeñadero utilizado como botadero de escombros y materiales, que se fueron acumulando creando una montaña de residuos.
Este hecho fue la principal dificultad de las labores de búsqueda y el mayor reproche de las víctimas, quienes pese a dar aviso a las autoridades sobre el posible paradero de sus familiares, solo hasta 2015 (más de 10 años después) la Fiscalía dictó la primera medida para proteger y reconocer el lugar como un punto de interés forense.
Hallan restos humanos en La Escombrera de la Comuna 13 en Medellín. Foto:JEP
"Ese fue el gran dolor de las víctimas. Ellas decían desde el principio que sabían que sus seres queridos habían sido llevados a la parte alta de la comuna, a la zona de La Escombrera, que los habían asesinado y enterrado ahí, pero nadie les prestaba atención. Eso es lo realmente doloroso", le dijo a este diario el magistrado del caso, Gustavo Salazar.
En 2015, en medio de una gran controversia por las teorías negacionistas con respecto al hallazgo de cuerpos en ese sitio, se decretó su cierre. La Alcaldía de Medellín, la Fiscalía y el Ministerio del Interior iniciaron el proceso de prospección, búsqueda, identificación e exhumación, pero pocos meses después se suspendió sin resultados. Ningún resto fue encontrado.
Con el nacimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas producto de los acuerdos de paz con la extinta guerrilla de las Farc, en 2016, las víctimas les trasladaron la batuta de esa labor. En 2020 se dictó la medida cautelar con la que se prohibió cualquier tipo de actividad en los dos lotes que componen el área. En 2022 se retomaron las excavaciones.
"La búsqueda la iniciamos desde el primer momento en que empezamos a tener conocimiento de que cuerpos habrían sido arrojados en La Escombrera, pero logramos que la Fiscalía hiciera una primera intervención solo hasta 2015. Esto se paró. Ninguna institución avanzó en el proceso de búsqueda. Eso llevó a que nosotras, en 2018, solicitáramos medidas cautelares de protección a la JEP y, desde 2019, se inició el proceso de prospección y delimitación de un nuevo polígono. En 2022 se dio la orden de reanudar el proceso. Ya en firme, arrancó en julio de este año y, cinco meses después, obtuvimos el resultado del hallazgo", retrocedió el cassette Adriana Arboleda, abogada de la Corporación Jurídica Libertad.
El hallazgo
Dar con los restos de hasta ahora tres de las víctimas de desaparición fue todo un reto. Se tenía que remover más de 36.000 metros cúbicos de tierra y en algunas partes de la ladera excavar hasta 26 metros de profundidad para buscarlas debajo de los escombros y materiales de relleno. Además las condiciones del suelo a nivel topográfico jugaron en contra.
"La zona ha sido alterada de manera permanente, tanto por el depósito de escombros como por la extracción de material de construcción, como la arena, porque esta área es de explotación minera. Además, se usaba para concreto de algunas empresas relacionadas con el Grupo Empresarial Antioqueño, como la empresa de construcción El Cóndor. Entonces, la alteración fue continua durante muchos años. Al principio, la falta de testimonios y, de alguna manera, no creerles a las madres, llevó a que las labores de búsqueda se pausaran demasiado", indicó el magistrado.
Comuna 13 Medellín Foto:Laura Rosa Jiménez Valencia
Según el protocolo arqueológico forense, la medición cronológica se hace a partir de las capas de la tierra. El objetivo en La Escombrera era llegar al 2004 menos tres metros, que fue establecido como piso histórico. Una vez en este punto, se suspende el trabajo de maquinaria pesada y se procede a la fase de exhumación manual para preservar los restos humanos.
Por eso el hallazgo fue fortuito. La búsqueda estaba priorizada en una zona diferente a donde se encontraron las estructuras óseas. El croquis se había hecho a partir de las declaraciones de exjefes paramilitares, como alias Móvil 8. De hecho, el levantamiento se hizo con retroexcavadora, lo que prendió las alarmas y por lo que se suspendió la labor.
"Ya se detuvo el trabajo de maquinaria y en este momento están trabajando los equipos forenses, que fueron reforzados con personal que se desplazó desde Bogotá en la madrugada de hoy", agregó Salazar.
Hallan restos humanos en La Escombrera de la Comuna 13 en Medellín. Foto:JEP
De cara a las víctimas, quienes desde el momento cero han acompañado las labores, incluso ellas mismas arañando la montaña en busca de respuestas sobre sus seres queridos, los primeros huesos humanos fueron una luz de esperanza.
En el libro de la historia del conflicto que está escribiendo la JEP, La Escombrera quedará reseñada como un lugar de deposición de cuerpos de víctimas de desaparición forzada de hechos delictivos. “A nadie se le entierra en una zona periférica, en la parte de arriba de la Comuna 13, un lugar que además vivió tanta violencia, si no es porque su muerte fue producto de un hecho violento”, agregó el magistrado.
Lo que viene ahora es el proceso de identificación, que tiene tres fases. La primera, el estudio antropológico, luego el estudio forense y posteriormente el de genética y perfilamiento. En esta etapa la Jurisdicción está haciendo un llamado a las madres, hijas y familiares de las víctimas a qué entreguen sus muestras genéticas para ensanchar el banco de datos.
Hallan restos humanos en La Escombrera de la Comuna 13 en Medellín. Foto:JEP
El precedente
Desenterrar los primeros huesos humanos, tres cuerpos en menos de una semana, no solo abre la puerta a la exhumación de decenas de víctimas que se estima puedan estar desaparecidas allí, también enfrenta el negacionismo que rodeaba la búsqueda.
"Siempre les han dicho a las mujeres que esto era un mito, que no era verdad. Que estemos encontrando los primeros cuerpos muestra que las víctimas tenían la razón", aseguró Arboleda.
En esta misma línea, el analista en temas de paz, Diego Arias, apuntó: "Esto es un hito porque era un lugar controvertido para la búsqueda de desaparecidos. Además muestra que se justifican inversiones de gran tamaño para estas labores. Incluso con la recuperación de dos o tres cuerpos, son de un profundo valor para las víctimas".
Los registros de la Unidad de Búsqueda, basados en las denuncias de organizaciones sociales como Mujeres Caminando por la Verdad, dan cuenta de 502 posibles víctimas de las más de 120.000 que forman parte del universo provisional de desaparecidos en todo el país. Solo en esta ciudad, el número asciende a 5.912.
Sara Quevedo - Justicia - @JusticiaET - sarque@eltiempo.com
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