Según diversos estudios y especialistas en salud mental reproducidos por el medio Medical News Today, la irritabilidad frecuente no es solo un rasgo de personalidad, sino que puede ser un síntoma clave de trastornos como la ansiedad, la depresión o incluso desequilibrios hormonales.
Identificar la causa exacta es esencial para poder tratarla correctamente. Si bien todas las personas pueden experimentar momentos de malhumor, lo preocupante aparece cuando ese estado se vuelve persistente, desproporcionado o interfiere con la vida diaria.
Trastornos de salud mental como causa común
De acuerdo con la médica Megan Soliman, la ansiedad y la depresión están entre los principales cuadros clínicos asociados a la irritabilidad. En el caso de la ansiedad generalizada, la persona vive en un estado constante de tensión que la hace reactiva frente a estímulos menores.
En la depresión, por otro lado, la irritabilidad puede aparecer como uno de los primeros signos, especialmente en hombres, y suele estar acompañada por fatiga, baja autoestima y conductas de evitación.
Estrés crónico
El estrés prolongado es otra causa frecuente. Cuando el sistema nervioso se encuentra bajo presión constante —por trabajo, estudios, conflictos familiares o económicos—, su tolerancia emocional disminuye. Esta sobrecarga puede derivar en estallidos de enojo o cambios bruscos de humor, incluso ante situaciones mínimas.
Desequilibrios hormonales
Las alteraciones en los niveles hormonales, como el síndrome premenstrual, la menopausia o trastornos tiroideos, también pueden influir en la estabilidad emocional. En estos casos, la irritabilidad puede manifestarse junto con fatiga, problemas de sueño, cambios de apetito y dificultad para concentrarse.
Falta de sueño y alimentación inadecuada
Dormir mal o en cantidad insuficiente impacta directamente sobre el estado de ánimo. Del mismo modo, los niveles bajos de azúcar en sangre —comunes cuando se saltean comidas o se consumen alimentos poco nutritivos— pueden causar irritabilidad, temblores y confusión mental.
Cabe destacar que el tratamiento dependerá de la causa subyacente. En muchos casos, una combinación de terapia psicológica, higiene del sueño, ejercicio regular y cambios en la dieta puede generar mejoras significativas.
Superar este estado requiere un trabajo consciente de autoconocimiento Foto:iStocl
Cuando la irritabilidad se vincula con desequilibrios hormonales o enfermedades físicas, es clave sumar el acompañamiento de profesionales médicos.
Si usted nota que su estado de irritabilidad se mantiene en el tiempo, afecta sus vínculos o le impide funcionar normalmente, no lo minimice. Buscar ayuda profesional puede ser el primer paso para recuperar el equilibrio emocional.
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