Gemir tiene algunos beneficios: conozca cuáles son
Un informe señala que el 60 por ciento de las mujeres emplean los gemidos para excitar a su pareja.
Si la ansiedad y las náuseas son constantes, pero no les encuentra relación con alguna causa física, considere buscar ayuda de un psicólogo. Foto: iStock
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Los gemidos, ese dulce sonido gutural que las mujeres emiten cuando sostienen relaciones sexuales, son uno de los mejores ingredientes para excitar a sus parejas.
Esa es la principal conclusión del estudio ''Ficción vs Realidad en el sexo'', desarrollado en España por la firma Bijoux Indiscrets.
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El informe señala que el 60 por ciento de las mujeres emplean los gemidos para excitar a sus parejas, ya que "escuchar a la otra parte expresar placer con jadeos ayuda a alcanzar el clímax". Tanto a ellas como a ellos, porque esta práctica no es exclusividad femenina.
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Los gemidos son facilitadores para dejarnos llevar y conectar con el placer. Esa es la premisa del estudio que recuerda que el jadeo ayuda a llegar al orgasmo.
Ese beneficio de respirar con mayor profundidad de forma leve y controlada lleva señales al cerebro y permite que surja el gemido.
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El gemido excita y eso lleva al placer sexual, al orgasmo, indica el estudio. De igual forma, gemir es una señal de placer que le dice a la pareja que le gusta como la está tocando, acariciando, moviéndose o besando.
La actividad sexual tiene beneficios positivos para el cuerpo y la mente. Foto:iStock
Cuando las parejas sostienen relaciones sexuales -la piel- los sentidos se agudizan, entre ellos el oído, por eso el gemido se convierte en un potenciador del erotismo.
El gemido hace sentir a la pareja que esta haciendo las cosas bien y la estimula a mantener la actividad sexual, en una situación que se convierte en satisfacción para los dos.
Pero de acuerdo con la investigación, no sobra recordar que fingir los gemidos es un engaño que baja la autoestima y que se puede evidenciar cuando se exageran.
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Los expertos reiteran que lo importante es el diálogo entre la pareja y la libertad de expresar que les gusta y que no en cada encuentro sexual.
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