Hace algunos años, mas exactamente en 1999, a través del proyecto LINEAR, se descubrió un asteroide, que tras recibir más de 8.000 propuestas se le bautizó con el nombre de Bennu.
Este asteroide tiene un tamaño de aproximadamente 500 metros de diámetro y según investigadores, si llega a impactar a la Tierra podría desencadenar un descenso en la temperatura hasta cuatro grados, una reducción del 15 por ciento en las precipitaciones y otras alteraciones de tipo químico en la atmósfera.
Estos datos han sido publicados en un estudio en la revista Science Advances, dirigido por el Centro de Física del Clima del Instituto de Ciencias Básicas de la Universidad Nacional de Pusan de Corea del Sur.
En este estudio se utilizó un modelo del asteroide Bennu y se determinó que la posible colisión sea en el año 2.182.
Así mismo, describieron e hicieron una simulación de los efectos que podría traer para la Tierra el impacto de Bennu, pues un elemento de estas dimensiones puede traer de 100 a 400 millones de toneladas de polvo, cenizas y otros.
Lo que ocasionaría el impacto del asteroide
Según los investigadores, el peor de los escenarios posibles que podría presentarse tras el impacto de Bennu es que las toneladas de cenizas y polvo peoría oscurecer el sol, provocando un ‘invierno de impacto’ que duraría hasta cuatro años.
Así mismo, provocaría una pérdida de la capa de ozono de un 32 por ciento, provocando un aumento en la radiación ultravioleta, ocasionando que los ecosistemas terrestres y marítimos sufran daños irreversibles, porque hasta la fotosíntesis se vería reducida.
No obstantes, otros sistemas se verían favorecidos, como el caso del plancton marino, pues podría mostrar una recuperación en aproximadamente seis meses, superando sus niveles normales.
Así mismo, depende de la cantidad de hierro disponible en el asteroide, algunas zonas oceanicas se enriquecerían con hierro biodisponible, que favorecería el crecimiento de diatomeas en el pacifico ecuatorial.
Para poder estudiar más cercanamente a este asteroide, fue la misión Osiris-Rex de la NASA la que trajo a la Tierra en el 2023, 120 gramos de material de Bennu, lo que permitió realizar algunos estudios para ir descubriendo de qué está hecho.
Lo último que se supo del Bennu fue en el 2024, cuando los científicos señalaron que los compuestos del asteroide eran 'minerales esenciales para la vida', como sal, sustancia nunca antes encontrada en otros cuerpos celestes.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
Redacción Alcance Digital
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