La enfermedad puede afectar a todos los perros, pero es más frecuente en cachorros.
La dieta juega un papel crucial en el manejo de la enfermedad renal en perros, con alimentos especialmente formulados para reducir la carga sobre los riñones. Foto: iStock
El moquillo es una enfermedad severa que afecta a muchos perros, pero principalmente ataca a los cachorros de menor edad, y aunque no tiene tratamiento eficaz, existen medicamentos para aminorar los síntomas. Para saber si su perro tiene moquillo, solo debe considerar las distintas etapas que puede atravesar el animal y observar los síntomas que evidencia.
Causado por un virus similar al que provoca sarampión en los humanos, el moquillo se transmite tanto por el aire como por fluidos infectados que pueden estar en el agua y la comida de su mascota. Para evitar que su perro atraviese un cuadro grave de la enfermedad, es necesario vacunarlo a partir de los 45 días de vida.
La dificultad para llevar a cabo un tratamiento efectivo contra el moquillo reside en que ataca células cerebrales y cutáneas, así como al tejido conjuntivo, el tracto gastrointestinal y las mucosas de las vías respiratorias. Además, el virus incuba de 14 a 18 días, pero desde antes puede generar fiebre en el animal que da el indicio de que requiere atención médica urgente.
Los riñones desempeñan un papel crucial en numerosos procesos vitales. Foto:iStock
¿Cómo detectar el moquillo en un perro?
Para saber si un perro posee la enfermedad, es necesario considerar las distintas etapas que existen y los señales que muestra en cada una de ellas. Los síntomas, que dependerán de la fase en la que esté el animal, pueden ser diversos, y son iguales en perros adultos y en cachorros, de acuerdo a la información recogida de la empresa europea de veterinaria AniCura.
El diagnóstico en los perros puede resultar complicado, ya que a pesar de que es probable que presenten fiebre a partir de los tres días, los síntomas no son evidentes hasta que la enfermedad avanza. Es por eso que es esencial acudir al veterinario, apenas sienta que el animal se comporta extraño. Allí, el profesional realizará exámenes de sangre con los que puede determinar el número de glóbulos blancos (leucocitos) y glóbulos rojos (eritrocitos).
Aunque no existe un tratamiento efectivo, el veterinario puede brindarle medicamentos que disminuirán los síntomas de la enfermedad. Según el sitio web especializado en veterinaria Barakaldo, existen cinco fases diferenciadas del moquillo.
La primera etapa se ubica entre los tres y seis días posteriores al contagio, y puede generar fiebre, así como inapetencia y apatía.
En la segunda etapa, días después de los primeros síntomas, el perro presentará secreciones en ojos y nariz que se volverán amarillentas, espesas y pegajosas, junto a tos seca, vómitos y diarrea.
En la fase tres, el animal puede dar indicios de mejora seguidos de una recaída que se evidenciará en padecimientos respiratorios y gastrointestinales.
La cuarta etapa sucede unas semanas después de la infección, cuando los síntomas mencionados empeoran, y puede llegar a generar sacudidas de cabeza y movimientos de mandíbula involuntarios, producto de la infección en el cerebro del animal.
En la última etapa, el perro comenzará a realizar movimientos involuntarios como caminar sin rumbo, correr en círculos o caerse, e incluso aparecerán convulsiones por la avanzada infección.
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