Comer 250 gramos de pan al día es la cantidad recomendada por la OMS, lo que son entre 40 y 50 gramos en cada comida, y aseguran que hace parte de una dieta saludable ya que contiene nutrientes esenciales para el cuerpo.
Sin embargo, hay quienes piensan que es mejor evitarlo porque consideran que es una fuente de carbohidratos, por lo que lo retiran de su dieta. Pero, los carbohidratos también son necesarios, indican los expertos.
Hay quienes deciden optar por consumir otro tipo de pan, además del pan blanco, por lo que comen variedades integrales como las mogollas.
Más allá de dar un único diagnóstico y asegurar que un tipo de pan es mejor que el otro, es mejor revisar de qué están hechos y consumirlo de acuerdo a sus necesidades.
Cabe indicar que por lo general las mogollas se hacen con harina de trigo, con salvado o harina integral.
Tanto el pan blanco como el integral se hacen con harina de trigo, espelta, centeno o cualquier otro cereal o pseudocereal. Foto:iStock
Según el portal de Policlínica Omega, especializado en nutrición y dietética, tanto el pan blanco como el integral se hacen con harina de trigo, espelta, centeno o cualquier otro cereal o pseudocereal.
Lo que los diferencia, explican, es que la harina del pan blanco es refinada, lo que significa que le han eliminado al cereal componentes como el germen, el salvado y solo se aprovecha el endospermo.
Por el contrario, la harina del pan integral no se refina, por lo que contiene aún el salvado, el germen y el trigo. Dichas características permiten que cada tipo de pan tenga un contenido nutricional diferente.
El citado portal asegura que el pan integral contiene mayor cantidad de nutrientes que el refinado, dado que aprovecha todo el grano y, por lo tanto, los minerales que este contiene.
La harina del pan integral no se refina, por lo que contiene aún el salvado, el germen y el trigo Foto:iStock
Además, explican que este tiene una mayor cantidad de fibra, que ayuda al tránsito gastrointestinal y a la microbiota intestinal.
Sin embargo, “Un pan integral no es sinónimo de ‘muy pocas calorías’, ya que con respecto al contenido energético es muy parecido al pan blanco, pero, sus beneficios radican en la presencia de fibra y en las funciones que ésta tiene en nuestro organismo”, señala el portal especializado Tu gestión de salud.
También hay que tener en cuenta que los expertos no recomiendan el pan integral en todos los casos: “Para las personas que padecen problemas intestinales puede resultar más conveniente optar por el pan blanco y las variedades elaboradas con harina refinada”, asegura el portal de Healthia Certification, también enfocado en alimentación saludable pero en hotelería.
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