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Bogotá: de bicitaxis a bicicarros, la ilegal adaptación para transportar más pasajeros
Son marcos de bicicletas y de motos con motores de combustión adaptados.
¿El bicitaxismo crece sin control en Bogotá? Cada vez son más los vehículos de este tipo que circulan por los barrios y que ahora se vienen adaptando para transportar no solo dos pasajeros, como era costumbre, sino hasta seis personas por recorrido, con lo que se han convertido en una alternativa de movilidad económica, pero ilegal y que cada vez implica más riesgos para los s.
Algunos se ubican cerca de las estaciones de TransMilenio, otros dentro de las zonas residenciales y cobrando tarifas que varían entre 1.500 y 2.000 pesos.
Están presentes en las calles desde aproximadamente las 5 de la mañana, cuando muchos trabajadores deben dirigirse a las troncales del transporte masivo, hasta las 9 de la noche, cuando estos mismos ciudadanos deben retornar a sus casas.
Para muchos habitantes de la ciudad, esta alternativa no solo les puede resultar más económica, sino también más útil, si se trata de reducir el tiempo que se demoran en hacer pequeños recorridos en el barrio, los cuales en varias ocasiones no son cubiertos por un bus de transporte público o cuando la ruta del SITP demoramás de lo debido.
Este es el caso de Julia, habitante de Mazurén, en el norte de Bogotá, a quien le gusta coger este servicio porque la lleva en 10 minutos hasta el conjunto donde vive, desde la estación y viceversa. “Hay un bus alimentador que me sirve, pero me deja a varias cuadras de mi apartamento, da más vueltas y se ha demorado hasta 30 minutos en pasar”.
Eso sí, algunos ciudadanos son conscientes de que estos vehículos hechizos implican riesgos. Son fabricados en talleres de mecánica y al marco, que puede ser de bicicleta o de motos, le adaptan motores de combustión que les permiten alcanzar altas velocidades.
De hecho, a muchas bicicletas se les adaptan motores de dos tiempos, de 48 y 80 cm³, que podrían desarrollar velocidades de hasta 80 km/h o más.
“A veces el bicitaxi salta mucho y uno siente peligro de salirse o de que pase algún accidente. Claro que hay algunos que tienen carpas a los lados que hacen que uno se sienta más seguro”, añadió Julia.
Algunos bicitaxis han sido adaptados para transportar hasta seis pasajeros. Foto:Milton Díaz / El Tiempo
Además, en el caso de un siniestro vial, los s no son cubiertos por ningún tipo de seguro, como sí ocurre con los automotores tradicionales que están obligados a tener el Soat.
El propio gremio de bicitaxistas acepta que la época en la que se usaba la bicicleta a pedal ha quedado atrás. Incluso, cada vez son menos las que recurren a usar batería eléctrica o pedal asistido. “Cada día lo tanqueo con 10.000 pesos. Le pusimos el motor porque nos permite hacer más viajes, he llegado a hacer más de 60 por día”, dijo Carlos, quien maneja un bicimotor hace más de 10 años.
Pero no contentos con que estos vehículos tengan motores de combustión, ahora su estructura está siendo alargada y con carpas les hacen cabina y carrocería. Así, cuatro y hasta seis personas pueden ser transportadas o, incluso, llevan pasajeros colgados atrás, como si fueran camperos.
Esto lleva a pensar en otro problema que acarrea este tipo de transporte informal, y es la falta de licenciamiento de los conductores. Para muchos ciudadanos estos deberían portar licencia de tránsito del vehículo, licencia de conducción, seguro obligatorio (Soat), certificado de revisión técnico- mecánica y de emisiones contaminantes.
Y aunque la opinión frente a esta regulación está dividida entre el gremio de bicitaxistas, algunos de ellos creen que es lo mejor. Dicen que eso ayudaría a mejorar su seguridad y la de los pasajeros.
En el sector de Patio Bonito las protestas terminaron en enfrentamientos con el Esmad, lo que ocasionó que el servicio de TransMilenio se viera afectado en varios puntos de la troncal de las Américas. Foto:Sergio Ácero, EL TIEMPO
“La informalidad ha causado que los bicitaxistas no tengan parámetros, lo que lleva a que la población esté en riesgo. Además, no hay una responsabilidad contractual en cuanto a un seguro que pueda protegerlos ni a ellos, ni a las personas que usan ese medio de transporte”, dijo la concejal del partido Alianza Verde María Clara Name, quien propuso hacer un pacto con el gremio.
Otro problema que han identificado tanto expertos como algunos concejales es la falta de cifras actualizadas. El último censo es de 2019, cuando se estimó que había 4.646 bicitaxis, y que el 51 por ciento tenían motor de combustión.
Para Ómar Oróstegui, director del Laboratorio de gobierno de la Universidad de La Sabana, esta falta de registro hace que se creen “mafias” alrededor de este trabajo, pues se han conformado empresas informales que son las que realmente controlan ese negocio.
Por otro lado, existe un vacío en cuanto a las características físicas de estos vehículos. “Si quieren incluirse al sistema de transporte deben cumplir con una reglamentación sobre el tema de carrocería, tamaño, cuántas personas puede llevar”, agregó el experto.
El desafío de regular
Desde hace años se le ha pedido al Gobierno Nacional que reglamente el uso de bicitaxis y le dé lineamientos a cada ente territorial para que se pueda controlar este tema. No obstante, para Darío Hidalgo, profesor de la Universidad Javeriana, dicha reglamentación debe tener dos objetivos: “Vincular a los que ya están trabajando como conductores, quienes a pesar de encontrar en esto una oportunidad de empleo suelen tener condiciones laborales muy precarias, y garantizar la seguridad de los s de este medio de transporte”.