El pasado oculto de presunto abusador que usaba la aplicación Picap

El abusador sexual de la Picap, como se lo conoció por ser la aplicación de transporte particular que utilizaba, sabía exactamente cómo atacar a sus víctimas y qué perfil escoger: mujeres solas, de 19 a 23 años, a las que podía dominar fácilmente.

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Simón Eduardo Alvarado es un hombre alto y corpulento, de 35 años de edad, que según las autoridades usaba su fuerza para someterlas a sus vejámenes, casi siempre en sitios apartados de Bogotá o Cundinamarca en donde, a pesar de que gritaran o pidieran auxilio, nadie las podía ayudar.

En el marco de la estrategia Bogotá Ciudad Púrpura, la patrulla judicial logró determinar que tenía antecedentes por acoso sexual, carnal violento, hurto calificado y acto sexual violento, pero por ninguno fue judicializado. Se estableció que era un militar venezolano, que lleva cuatro años viviendo en el país y que también hacía domicilios en toda la ciudad.

Fue capturado, señalado de haber abusado de varias mujeres, de quienes se aprovechaba cuando solicitaban sus servicio de transporte en moto.

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Luego de conocerse varias denuncias de hechos ocurridos en Soacha y Bosa y de que la Fiscalía Seccional Bogotá asumió el caso, un juez ordenó su captura el 17 de marzo. Fue imputado por acto sexual violento, hurto calificado y lesiones personales.

Se supo que solía cambiar su perfil no solo en las redes sociales sino en las aplicaciones, para despistar a sus víctimas. Hallarlo fue como armar un rompecabezas. Cada víctima aportaba una información importante y por eso es clave la denuncia.

Fue capturado el 21 de abril a las 7:20 a. m. en una estación de gasolina en la calle 80, cuando se reunía con un grupo de motociclistas. Durante su detención, las autoridades identificaron las placas de la moto que utilizaba para cometer los delitos. Las víctimas lo reconocieron como su agresor. “Venía delinquiendo hace meses. Tenemos ocho casos, dos de ellos en Soacha; los otros, en Bogotá”, dijo la mayor Claudia Becerra, líder de Ciudad Púrpura. Agregó que gracias a la aplicación Kawai, en la que el capturado publicaba videos de sus actividades como motero, se dio con su paradero.

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Como parte de la diligencia se solicitó que se legalizaran los elementos incautados y la medida de aseguramiento de detención preventiva. Prueba de su mente criminal y de sus actos premeditados era que tenía en su poder nueve celulares y cuatro cascos de motos con números alterados. En el momento de la captura manejaba la moto de placa GTX 84C y tenía una SIM y un teléfono móvil.

El caso que llevó a dar por fin con su paradero tras una ardua búsqueda fue el de una mujer que fue abusada en un lote baldío localizado en Bosa, cerca del conjunto Puerta del Sol.

La víctima contó que el 19 de febrero de este año, hacia las 4 de la mañana, solicitó el servicio de transporte Picap. Luego fue recogida por Simón Eduardo Alvarado, quien arrancó para, poco tiempo después, tomar una ruta desconocida.

La llevó a un potrero y le dijo que se bajara de la moto porque la iba a violar. Así comenzó a tocar todo su cuerpo, ejerciendo mucha violencia física y psicológica.

La golpeó con el casco y le dio patadas. Ella solo trató de defenderse y lo mordió en una mano para evitar que le quitara la ropa. No solo abusó de ella, sino que le robó su celular, avaluado en 1’500.000 pesos.

José Manuel Martínez Malaver, director seccional de Fiscalías de Bogotá, dijo que Alvarado se expone a un pena de más 15 años. Pronto se definirán las próximas audiencias.