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Los municipios de Cundinamarca que más casos de suicidio registran
Desde el 2015, el departamento tiene una tasa de entre 4 y 5 casos por cada 100.000 habitantes.
La mayor parte de los casos de suicidio ocurren entre los 15 y 45 años. Foto: iStock
Entre 2019 y 2022, Cundinamarca ha sumado 573 suicidios y desde el 2015 tiene una tasa de entre 4 y 5 casos por cada 100.000 habitantes, cifras que de una u otra manera preocupan a las autoridades. Algunas de las causas de este fenómeno son el consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas; además, de las enfermedades mentales.
Los lugares que más registraron suicidios en 2022 fueron: Soacha (35), Facatativá (9), Fusagasugá (9), Zipaquirá (9), Mosquera (4), Funza (3), Girardot (3) y Vianí (3). Algunos de los que registran cero casos son: Anolaima, Apulo, Fosca, Fúquene, Paime y Villagómez .
En Cundinamarca, donde hay más núcleos urbanos, es donde más se presentan problemas de salud mental. La mayor parte de los casos se dan entre los 15 y los 45 años.
Cabe mencionar que en el Informe de Calidad de Vida de Sabana Centro Cómo Vamos 2021 ya se había manifestado cierta preocupación por el tema de salud mental en los municipios, debido a que la tasa de homicidios tuvo un incremento en un 60 por ciento; y el 16,8 por ciento de estos se trató de casos de suicidio.
Para el año 2019, de los 116 municipios se presentaron casos de suicidio en el 51,7 por ciento del departamento, es decir, en 60 municipios; para el 2020 este dato disminuyó levemente, fueron 58; para el 2021 fueron 57. En cuanto al dato preliminar del año 2022, hubo una notable disminución, fueron 47.
De acuerdo con Luis Efraín Fernández, secretario de Salud de Cundinamarca, los municipios de Sabana Occidente como Funza, Facatativá y Mosquera son los que más preocupan. Y por el lado de Sabana Centro, Zipaquirá, ya que marca el primer lugar en casos de intento de suicidio.
“Nosotros tenemos estadísticas de entre 4 y 5 casos de suicidio por cada 100.000 habitantes, pero los intentos son de 65 a 70, lo que quiere decir que solo entre el 5 y 7 por ciento de los que intentan suicidarse realmente lo hacen”, explicó Fernández.
Respecto al intento de suicidio, previo a la pandemia, en el año 2019 se registraron 2.014 casos. Mientras que en el 2020 y 2021 fueron 1.521 y 1.645, respectivamente.
Ya en el 2022, en postpandemia, se registró el dato más alto: se registraron 72 intentos de suicidio por cada 100.000 personas. El total de casos fue de 2.512. Y en el 2023, según la información parcial registrada a la semana epidemiológica 24, son 1.280 casos. Se estima que la tasa se mantenga igual a la del año anterior o incluso que sea superada.
Entre los factores de riesgo de este fenómenos están los problemas familiares y conflictos de pareja, los problemas escolares, económicos y eventos de violencia. También, la ideación suicida persistente, antecedentes de trastorno psiquiátrico y planes organizados de muerte intencionada.
Entre el 1.° de enero y el 30 de abril de 2023, según datos preliminares del Dane, en Cundinamarca se registraron 16 casos en 13 municipios, estos son: Mosquera (2), Soacha (2), Zipaquirá (2), Cota, La Calera, La Peña, San Juan de Río Seco, Facatativá, Sasaima, Suesca, Tausa, Yacopí y Zipacón (1).
Ansiedad Foto:iStock
No obstante, Fernández dice que teniendo en cuenta que los municipios cercanos a la capital se han convertido en dormideros y varias personas consultan médicos y especialistas en Bogotá, algunos de los casos de suicidio se notifican allá, porque es donde toman sus servicios médicos.
Aunque el suicidio sigue siendo un grave problema para Cundinamarca, los datos preliminares del Dane del 2022 indican que en el momento hay una reducción en casos de suicidio.
Con el fin de abordar esta situación en el departamento, la Secretaría de Salud, en el marco de la Política Departamental de salud mental adoptada mediante la Ordenanza 094 de 2019, ha implementado estrategias como ‘Mi fortaleza mi familia’, ‘Habilidades de afrontamiento’ y ‘Cundinamarca, región que progresa promoviendo la convivencia’.
También, ha dado cursos de primeros auxilios psicológicos a 825 personas y cursos de promoción de salud mental. De igual manera, los 116 municipios cuentan con planes de prevención de conducta suicida, violencia y consumo de sustancias psicoactivas (SPA).
En el momento, el municipio con especial atención es Zipaquirá, y este mes también empezarán a funcionar un programa piloto de promoción y prevención en Funza y en Madrid. Se espera que más adelante este se pueda llevar a cabo en Mosquera y en Facatativá.
'Acaben el mito de que ir al psicólogo es para locos
4 preguntas a: Luis efraÍn fernández, secretario de Salud de Cundinamarca.
Cuándo usted asumió el cargo como secretario, ¿cómo encontró el panorama de salud mental?
Bastante preocupante, porque yo llego en una época postpandemia cuando todas las patologías mentales se dispararon. Al parecer, por un fenómeno de que la restricción de salidas hizo que el consumo de alcohol y de sustancias psicoactivas se disminuyera un poco, y sin duda alguna hay una relación entre patologías mentales, intentos de suicidio, suicidio y consumo de sustancias donde contamos el alcohol. Antes del covid-19, este venía siendo un problema subestimado, no solo en Cundinamarca, sino a nivel nacional.
¿Cuál es el mayor problema en la atención a los problemas de salud mental?
Pensar que el tratamiento es abrir camas de salud mental. Este tipo de problemas no se curan teniendo camas para hospitalizar pacientes psiquiátricos. Lo que hay que hacer es promover acciones de promoción y prevención en las comunidades, en los lugares de residencia, en los colegios y en el trabajo. Eso es clave.
¿Cuál es el principal reto para la próxima istración en materia de salud mental?
Seguir haciendo promoción y prevención en la salud mental, no solo desde el sector salud, debe haber un compromiso de todas las áreas que tienen que ver con la sociedad.
¿Qué recomienda para tener una buena salud mental?
Que acaben el mito de que ir al psicólogo o al psiquiatra es para locos. Hay un mito alrededor de eso y usted lo siente en su casa porque todo el mundo se asombra. Ir al psicólogo es como ir al internista, llevar el niño al pediatra o ir al ortopedista. Hay que dejar el miedo de consultar psicólogos o psiquiatras. La enfermedad mental está camuflada en todos los estratos y lugares.